donaciones huracan 01Foto: Del autor

Hijo, no me preocupa cuanta ropa te quedó a salvo, o en qué lado del pueblo cargaba el teléfono luego de tantos días sin electricidad, o si quedó intacta la bicicleta que te regaló el día de tu cumpleaños. Me inquieta (y es una pregunta que me hago a diario) cuánto bien haz hecho por otros. Sin buscar pretextos; ser bueno porque sí, porque te nazca dentro un gusto fértil de hacer el bien, de ser útil (OC. T18 pág 455). Y así día tras día, sin cansarte nunca. El bienestar permanente solo se logra después de muchos años de hacer el bien (OC. T18, pág 391). Hay gente que perdió todo por lo que habían luchado y me haría muy feliz verte ayudarles a recuperar, aunque sea, su esperanza.

Read more Un pueblo bueno