Prevención y cuidado frente a la hipertensión arterial
- Por Guilian Cruz López/ Estudiante de Periodismo
- Publicado en Opinión
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A sus 50 años, Amalia comenzó a padecer de fuertes dolores de cabeza, que los asoció al estrés cotidiano, pues aunque sabía de la hipertensión arterial (HTA) y que su mamá hace mucho fue diagnosticada, no consideró que ella pudiera padecerla.
Pasaron varios días y su situación no se aliviaba, al contrario, los mareos aparecieron en una ocasión en la que viajaba. Ante este nuevo síntoma sus alarmas se encendieron, pero finalmente al tomarle la presión en su consultorio médico todo parecía estar bien.
Sin embargo, los síntomas persistían, por lo cual ante un episodio alarmante fue directo al hospital más cercano, y allí sí hubo que atenderla de urgencias e indicaron tomar la tensión arterial de manera seguida durante una semana, acción que ratificó que era una paciente hipertensa.
La hipertensión arterial es una enfermedad producida por el aumento de la tensión arterial por encima de los niveles de 140/90. En el marco del Día Nacional Cubano para la sensibilización en torno a la importancia de su control, es imprescindible tomar acciones que nos protejan y controlen estos valores en pacientes.
Las enfermedades cardiovasculares son una de las primeras causas de muerte a nivel mundial, de las cuales la hipertensión es el principal factor de riesgo para su desarrollo.
La HTA sostenida provoca un bombeo mayor de sangre desde el corazón, lo que puede causar problemas serios de salud como ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares, insuficiencia cardíaca, renal y otros.
Antecedentes en familiares de primer grado, la restricción del sueño durante la gestación, el estrés, la ira, el consumo de alcohol, la dieta mal equilibrada, el sedentarismo y altos niveles de sal inducen a la hipertensión. Aunque el estimado de sal que necesita consumir una persona mayor de 18 años es de 1,25 gramos, por lo regular una importante parte de la población ingiere cantidades muy superiores, es por ello que la Organización Panamericana de la Salud (OPS) busca reducir esos números lo más posible.
La obesidad también es un padecimiento que puede conducir a esta enfermedad. El 30 por ciento de niños obesos la presentan y pueden desarrollarla a partir de los seis años, pero se puede controlar tomando hábitos de vida saludables, como perdiendo peso con dieta sana y ejercicios físicos.
Es válido recalcar que los jóvenes con este padecimiento pueden desarrollar en la edad adulta lesiones en uno de los órganos principales, el corazón.
Estudios recientes han descubierto que las personas sin antecedentes pueden desarrollarla durante o meses después del embarazo, por tanto es necesaria la vigilia y control de la presión incluso después de las seis semanas posparto.
La Sociedad Europea de Hipertensión recomienda realizar 40 minutos de ejercicio físico aeróbico (moderado o intenso) al menos tres días a la semana y evitar actividades sedentarias por más de dos horas al día, además de realizar deporte o actividades al aire libre, reducir el consumo de sal e incrementar la de potasio en edades tempranas.
Las personas con diabetes mellitus, cardiopatía, problemas renales y el adulto mayor deben asistir al médico regularmente y controlar los niveles de tensión arterial.
Es importante además abandonar el hábito de fumar, así como el consumo de café y optar por una dieta rica en frutas, legumbres y verduras. Si mantenemos los valores de la tensión en los límites recomendados estaremos evitando la defunción de 10 mil cubanos por año.
Ante sintomatologías anormales debemos acudir con inmediatez a la unidad de salud más cercana. La preocupación y atención temprana garantizan el adecuado tratamiento, el bienestar y mejora en la calidad de vida de los pacientes.