Desde el barrio actuar con las mejores soluciones
- Por Hilda Pupo Salazar
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Las soluciones, casi siempre, buscan respuestas positivas ante una determinada problemática, en cualquier nivel y, pueden ser exitosas, si van acompañadas con ciencias e innovaciones.
Ya se sabe de la importancia de arrancarle, cada día, un pedacito al problema, hasta poderlo eliminar con el aporte de todos y, un buen ejemplo, son las estrategias, en Cuba, para encarar la pandemia.
Lo que se haga debe responder, de manera efectiva, a las necesidades y aspiraciones de todo el pueblo y, a la vez, avanzar para poder desarrollar el país, en las diferentes instancias, con su mejor cimiento: El barrio, donde late la cubanía.
De ahí la importancia de saber priorizar las cuestiones apremiantes para adelantar, constantemente, en nuestros sueños, para poder consolidar, desde la comprensión popular, las realizaciones de las diversas medidas, para entrelazar, cada vez más, ideal con realidad, con el mejor control: El popular.
Es consolidar, desde la misma base, la conciencia revolucionaria sobre las cosas que estamos viviendo en la complejidad actual y, sobre todo, lo que puede hacerse para mejorar, desde las más óptimas soluciones, con las críticas oportunas y proponiendo medidas pertinentes, con la sapiencia colectiva.
Toma más importancia ese control popular para lo que se haga quede bien, sin dilapidar recursos y con total calidad en su empleo, para seguir nuestro camino, a pesar del recrudecido y criminal bloqueo.
No vivimos tiempos de complacencias, ni de acomodarse y menos permitir el agobio Ahora, cada acción, demanda una elevada responsabilidad, que a la vez ayude a un mejor trabajo educativo, con el interés de consolidar una cultura del detalle, como hábito cotidiano, en aras de una vida más próspera, que permita saber valorar mejor lo que tenemos, con superiores normas para la convivencia colectiva y el respeto por el esfuerzo ajeno.
Es importante entender que cada quien, desde el barrio, puede pensar y actuar, con las mejores soluciones, para la construcción de su socialismo, con el disfrute pleno de que participa en tomas de decisiones y es importante porque lo tuvieron en cuenta para arrancarle un pedacito al problema, que se mantenía impune.
Al actuar así, en cada barrio, lo que parecía imposible, desde el tiempo, muestra la victoria de la voluntad popular de resistir y vencer.
Cada dificultad eliminada es un canto a la vida y teje la felicidad de casa por casa con originalidad, desde soluciones imprescindibles con las propias manos de sus primeros beneficiarios y la originalidad que saben darle.
Desde el barrio hay que consolidar una cultura de que no puede haber problemas sin soluciones ante el empuje de todos. Cada quien debe sentir orgullo de donde vive y saber que es responsable de lo bueno y malo en su alrededor. Desde el barrio se pinta mejor el país.