De artes visuales, coleccionismo y otros demonios
- Por Claudia Patricia Domínguez
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Conservar el patrimonio holguinero y cubano en materia de artes visuales va mucho más allá de conformar nuevas colecciones, implementar y socializar esta política es hoy uno de las principales desafíos que enfrenta el sector de la Cultura en Cuba.
De hecho aunque los ejemplos de buenas prácticas entorno al coleccionismo institucional parezcan hasta cierto punto recientes, al menos en Holguín, lo cierto es que la Resolución 106 que ampara esta actividad fue aprobada desde noviembre de 2007.
Entonces cabe preguntarse ¿por qué una normativa vigente desde hace más de una década no se ha consolidado como debería? ¿Cuáles son los obstáculos que impiden el desarrollo de una política que pretende no solo legitimar las obras de arte sino incentivar a sus creadores en su evolución artistica?
Yuricel Moreno, directora del Centro de Arte en Holguín, explicó a ¡ahora! digital que se trata de entender la importancia social de conformar una colección, pues no es comprar por comprar sino establecer una correcta selección, jerarquización y visualización de la producción artística que pueda constituir un referente para futuras generaciones.
Significó la pertinencia de que exista un trabajo investigativo de fondo y se instrumente en profundidad la legislación ya que muchas veces por desconocimiento se asumen las cuestiones más practicas que inciden en el trabajo diario y queda a un lado las de mayor complejidad.
Si bien es cierto que para una economía asfixiada por los efectos de la pandemia de la COVID-19 y el recrudecimiento del Bloqueo le resulta díficil tan solo plantearse la posibilidad de destinar un presupuesto para la conformación de colecciones institucionales también lo es que muchas veces su concreción pasa por la voluntad y sensibilidad de los decisores.
Las instituciones culturales por misión y tradición tienen a bien preservar y difundir la cultura cubana, de modo que la tarea les queda como anillo al dedo; sin embargo sus presupuestos ajustados las alejan de la posibilidad real de insertarse en estos circuitos.
De ahí que resulte esencial la creación de una estrategia capaz de articularlas y orientarlas entorno a la gestión de esos presupuestos, artistas y obras de interés, conocimientos que deben gestarse desde el gremio e irradiarse hasta donde quiera que exista un inversionista comprometido con el destino de la cultura cubana.
El Centro de Arte, La Casa de Iberoamérica y las filiales del Fondo Cubano de Bienes Culturales y la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba son ejemplo de este accionar, pues son conscientes de la responsabilidad que tienen en la promoción del buen arte que se hace en Holguín.
Velar por el estado de conservación de cada pieza y su restauración responsable asi como ampliar la diversidad de las obras, hoy concentradas fundamentalmente en el arte tradicional (óleo sobre lienzo, dibujos y esculturas de salón) es otro de los desafíos del coleccionismo institucional.
Criterio que comparte el artista plástico y curador Ronald Guillén, quien considera que estas solicitudes tal vez están motivadas por la falta de espacios para exponer, guardar y conservar esas colecciones, destinadas por lo general a oficinas y salones de reuniones.
“El coleccionismo es una forma de preservar la historia, pero también es una manera de incentivar la creación de nuestros artistas de vanguardia, cuya obra no cabe en un mercado internacional de obras de arte. Las becas de creación, los premios de adquisición y las compras directas son mecanismos que si se usan de manera correcta pueden crear un movimiento bumerang a favor de las artes plásticas en Cuba”, puntualizó.
Proteger todo lo que merezca ser conservado es la premisa de este programa que tiene como valor añadido su carácter público, aspecto en el que demanda mayor dinamismo y creatividad en la exhibición de estas colecciones aprovechando al máximo los beneficios de las redes sociales y plataformas digitales.
La responsabilidad de cuidar y difundir el patrimonio visual de la Mayor de las Antillas es de todos los que nos sentimos orgullosos de ser cubanos. Recuerde usted todo aquello que atesoremos hoy mañana constituirá parte importante en la historia de las Artes visuales en Cuba.