Conocer, pero también precaver
- Por Lourdes Pichs Rodríguez
- Hits: 2190
Es buena y hasta resulta entendible la preocupación de muchos por conocer cada mañana cuántos casos positivos a la COVID-19 tiene Holguín, cuál es el el municipio de procedencia del enfermo y no pocos reclaman conseguir los más mínimos detalles del lugar exacto donde viven, edad y otros datos relacionados con los pacientes; para como señalan algunos, “protegerme y por si a caso…”.
Desde marzo las interrogantes alrededor de por dónde y cómo anda la pandemia en Cuba y más, específicamente, en la provincia se han hecho cotidianas, en la medida de cómo se comporta la situación epidemiológica, es decir, la cantidad de enfermos, contactos y sospechosos.
Ahora mismo muchos están atentos al último parte y de enterarse que en su localidad, reparto o calle hay una persona con el nuevo coronavirus, ahí sí se “disparan” las recomendaciones entre los de la casa: No te quites el nasobuco, lávate las manos, no dejes de salir con el pomito de gel, de hipoclorito o con solución de alcohol; no te pegues a la gente, quítate la ropa cuando llegue de la calle…y otras tantas medidas de prevención conocidas al dedillo por la inmensa mayoría a tanto escucharlas desde marzo y reconocer su eficacia.
Luego de 60 días sin reportar positivos, Holguín desde de noviembre se ha visto, casi todos los días, relacionada entre un grupo de provincias del país con casos importados, a partir de viajeros llegados desde el extranjero y lo que es peor con autóctonos, es decir, contactos de casos importados.
Y es ahí donde comienza a complicarse la situación epidemiológica, por algunos incumplir el protocolo establecido para personas procedentes del exterior y las familias que los recibirán en sus hogares. La muestra está hoy en los 14 autóctonos del territorio y los 16 focos activos abiertos en la provincia, uno de ellos en el municipio de Urbanos Noris con trasmisión a partir de contactos de casos importados.
Sin embargo, está establecido por norma desde la entrada a la nueva normalidad y apertura de fronteras, el aislamiento domiciliario, uso del nasobuco, extremas acciones de desinfección de objetos y superficies dentro del hogar y seguimiento por parte del médico y enfermera de la familia hasta después de conocer el resultado del PCR, hecho al quinto día del arribo a Cuba.
Si resultara positiva la prueba la persona es trasladada hacia una institución sanitaria y los contactos quedan en casa en vigilancia epidemiológica y pesquisa activa por profesionales del área de Salud; pero si no hay problema entonces podrá el viajero salir, disfrutar su estancia por acá, con la completa seguridad de que está bien al igual que sus familiares, amigos y vecinos.
Cierto que no todos quebrantan la medida, ejemplos hay de sobra. Hemos visto publicar en redes sociales sus experiencias, como una persona que escribió: “De vuelta a la hermosa Cuba y en cuarentena, esperando el primer resultado de la prueba. En el aeropuerto internacional Frank País fue muy organizado todo con las pruebas de COVID-19 y ahora cuarentena en casa. El equipo médico local nos visitará para un segundo PCR y luego se despejará para salir de casa”.
Y sí, en la vivienda deben llegar al quinto día de su estancia los que les tomarán la muestra nasofaríngea, la cual será trasladada al Laboratorio de Biología Molecular de Holguín-una nueva fortaleza de la provincia en lucha contra la pandemia-, para su procesamiento y entrega de resultado en un lapso no mayor de 48 horas, pero si fallara esa visita o tardara la información oportuna el interesado puede llamar al área de Salud correspondiente o al médico, para comunicar el incumplimiento de lo establecido por la otra parte.
Pero lo que sí no podemos permitir es que por algunos violar las medidas establecidas- por cierto, son fáciles de consumar- echemos por la borda los resultados logrados en esta provincia en los meses más complicados de enfrentamiento a la pandemia en el país, y lo que es peor aún personas enfermen y afronten complicaciones severas su salud.
Nunca olvidar que desde el mismo momento de conocerse de esta enfermedad en el mundo y el riesgo al cual se exponía el pueblo cubano, ha sido una prioridad para el Gobierno y el sistema sanitario el enfrentamiento y control al coronavirus SARS-CoV-2, con protocolos de atención efectivos, empleo de medicamentos producidos por la industria biotecnológica y farmacéutica nacional y compra de cuantiosos recursos en medio de un reforzamiento del bloqueo económico contra el país. De esto y más hemos sido testigos todos, entonces queda de parte nuestra cuidarnos y cumplir con las medidas de bioseguridad, por la salud propia y de los demás.