Fidel predijo el Futuro
- Por Anysleidis Ricardo (Estudiante de Periodismo)
- Publicado en Holguin
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“Fidel, el nombre de Cuba lleva, por siempre en el pecho Fidel. Fidel, fue quien levantó la gleba hasta el mirto y el laurel. Fidel, el que alzó una patria nueva sin odio, crimen, ni hiel. Fidel”. Nicolás Guillén.
Nadie se puso de acuerdo, todos tenían en común el mismo dolor, el de perder a un padre. Aquel 26 de noviembre de 2016, lloraron más de 11 millones de rostros, lloraron uno que se había encargado de velar por esos 11 millones y más.
Nadie podía creer la noticia, muchas veces se había rumurado por algunos despiadados. Esta vez fuentes confiables aseguraban la tragedia, hubiera querido que fuera uno de esos juegos absurdos que tanto dolor ya habían causado.
Era él, el Fidel de la Sierra y el llano, hombre de fuerte carácter y voz estremecedora. Pronunciador de discursos de más de 2 horas donde no existía la desconcentración.
Fidel del Granma, de El Uvero, del Cuartel Moncada, Fidel de la Revolución. Nombre que abarca mundo y conquista tierras, nombre de naciones esperanzadas anhelantes de la libertad.
No bastó con desembarcar en el Granma, levantarse del fango pantanoso, marcar la primera victoria del Ejército Libertador, demostrar que estaba más vivo que nunca, hacer que al imperialismo le temblaran los dientes cuanto se decía “Cuba Libre”, tampoco le bastó con ser su propio abogado, liderar un movimiento de jóvenes, enfrentarse sin temor alguno al gigante de las siete leguas, ¡no!, no le bastó porque su ímpetu y aires de libertad eran más grandes que su propia vida.
Hombre que ignoró la muerte por un pueblo que tanta sangre había derramado por la independencia, burlaba poder ser un integrantes más de la lista de víctima que tenía Cuba. Su fe y esperanza ganaron la guerra.
Valentía es muy poco decir para quién marcara la primera gran derrota militar del imperialismo Yanqui en América Latina, predijera el futuro de una nación, librara a un pueblo del hambre, el racismo, la miseria, los abusos, la opresión, el analfabetismo... hijo de un pedazo de tierra que llegó como un Dios limpiando y purificando todo por donde pasara.
No solo pensó en su presente sino que aseguró el futuro. Las brigadas Henry Reeve son el ejemplo vivo de un pensamiento abarcador. Sabía que sin un sólido sistema de salud otros campos definitorios de un país estarían quebrados. Cuando habló por primera en la ONU sobre el medio ambiente, ignoraron renglón prescindible y objetivo de todo el planeta. Hoy la contaminación ambiental y las pandemias son luchas que unen al mundo.
Pocos son los cubanos que no tienen una historia relacionada con él, porque supo vivir entre su pueblo, porque sembró una semilla en cada corazón. En cada pedacito de u pueblo ahí estuvo, abrazando a cada cubano y claro a sus niños.