Entra en etapa decisiva zafra azucarera en Holguín
- Por Nelson Rodríguez Roque
- Hits: 2954
“Mientras me sienta bien trabajaré. Tengo 74 años y he vivido más aquí que en mi casa”, declaró Antonio Leandro, conocido como el Decano del área del vasculador y molino del central azucarero Urbano Noris.
Más de medio siglo ha laborado allí este jubilado, quien acumula además casi una década de reincorporación.
Leandro hace rato que encaneció, de ahí que haya formado a varias generaciones. Manifiesta que es capaz de escribir un libro lleno de jococidades y pocas tristezas de esta industria sangermanense, cuya primera zafra aconteció en 1919, es decir, ya una centuria atrás.
Nuestro diario digital ahora.cu aprovechó que el “Urbano Noris” detenía su molida para revisiones y mantenimiento, para dialogar con Nuris Domínguez, quien lleva 22 años subida en una caseta.
“Mi función es surtir al tándem, para asegurar una buena extracción de jugo y que el bagazo alimente con la menor humedad posible la caldera generadora de energía”, explicó.
Ella es alimentadora de molino, lo que no quiere decir que deje de pintarse los labios o maquillarse, y demuestre su feminidad.
A 15 kilómetros de la cabecera municipal, se baten con sus cosechadoras KTP los operadores del pelotón de combinadas de la cooperativa Félix Rojas, Dixán Reyes y Félix Beltrán, quienes, desde febrero, llegaron al millón de arrobas de caña cortadas y todavía les quedan muchos campos por cosechar.
Esa cooperativa, comandada por Ángel Hernández, tiene tradición de “millonarios” en el corte mecanizado (modalidad que en la provincia sustituyó totalmente a la manual), por ello aspira a superar en 9 mil toneladas (t) de la gramínea su aporte al “Coloso”.
Todos forman parte de los rostros de la zafra holguinera, que, tras cumplir 135 jornadas, acumula más de 123 mil t de azúcar, logradas luego de molerse 1 millón 600 mil t de caña.
“Estas cifras comprometen a los holguineros a hacer un remate efectivo en el mes de abril, para poder materializar los compromisos previstos en mayo.
En la última semana, las lluvias ocurridas, fundamentalmente, al norte, han reducido el ritmo de producción diaria en un 50 por ciento, lo que pudiera significar que se necesiten al menos tres días más de molienda de los que se habían previstos.
No obstante, la decisión es mantenerse activo hasta tanto haya caña, y si tuviéramos que esperar por alguna situación climatológica, nos detendríamos, y continuaríamos”, explica Reina Salermo, directora de la Empresa Azucarera del oriental territorio.
Los centrales más comprometidos con el cumplimiento del plan son Cristino Naranjo y Urbano Noris, los cuales esperan concretar 14 mil 420 y 14 mil 899 t de azúcar, respectivamente.
En el resto de los ingenios, se oscila entre 8 mil y 10 mil t. Las roturas industriales han sido una de las causas principales de atrasos, aparte de la humedad, con una mayor incidencia en “López-Peña” y “Loynaz Hechavarría”, aunque en todos los demás han ocurrido incidencias.
“Tenemos que lograr que en los colectivos industriales se haga con calidad el mantenimiento diario en operación. Aplicando el diagnóstico predictivo, que evite roturas, así como enfrentar con agilidad las situaciones de emergencia”, significa la directora, al tiempo que llama a que los industriales se empleen a fondo en su capacidad productiva, creativa e innovadora, en pos de elevar el aprovechamiento de la norma potencial (normas de molidas de cada central).
Unos 15 mil trabajadores han estado vinculados al sector azucarero en esta contienda en Holguín, desde la siembra de la gramínea hasta la obtención de azúcar.
En “Urbano Noris”, por ejemplo, han tenido que crecerse ante las roturas en el área de generación de vapor, el piso de las calderas, los conductores de bagazo, los molinos y la planta de la termoeléctrica.
Quieren totalizar 339 t diarias del producto final, en aras de cumplir alrededor del 10 de mayo. Ese propósito parece objetivo, pues hay mucha caña quedada de la zafra pasada –a pesar de que algunas no poseen óptima calidad– y entre los tres turnos de trabajo, de 12 horas de faena, existe una fraternal emulación, que al final reporta más sacos para el consumo interno y la exportación, este último un destino por el que el país apuesta fuertemente.
En ese empeño andan Antonio Leandro, Nuris, Félix, Dixán, Ángel… todos herederos de un sector tradicional de Cuba, el cual todavía oxigena nuestra economía.
Comentarios