Canto al General junto a Neruda
- Por Claudia Patricia Domínguez
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¿Conoce usted además de Cuba algún otro país en qué poetas y artistas de pueblo se fusionen con soldados y militares? Probablemente no, porque esas son las “cosas” que sucedieron con el Triunfo de la Revolución Cubana como bien lo reconoció en diciembre del 1960 el General de Ejercito Raúl Castro. A su lado, en aquel momento, el poeta chileno Pablo Neruda.
El encuentro, ampliamente relatado en el periódico Surco tuvo como principal escenario el municipio holguinero de Moa durante el acto de graduación de los batallones de milicias campesinas pertenecientes a las localidades de Moa, Sagua de Tánamo y Baracoa, entonces adscriptas a la provincia Oriente.
Bajo una pertinaz lluvia, como suele suceder en los eventos trascendentales en este territorio oriental, se agolparon cientos de pobladores en el Cuartel de las Milicias, quienes se mantuvieron firmes a pesar de las inclemencias del tiempo.
Actitud que de acuerdo con el joven Raúl, Ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionaria, otorgó brillantez a la cita y aseguró a los milicianos que “con pueblos como estos, niños como estos que ya empuñan un arma, no puede haber jamás una causa perdida”.
Al respecto, el más grande poeta del siglo XX, insistió que si en toda la América hubiesen milicias con Ejércitos populares y de clase ya se habría acabado el imperialismo yanqui, los regímenes feudales y la explotación de los pueblos.
Era evidente el asombro de Neruda, estaba junto a un líder de pueblo, un hombre en Revolución, con la fuerza de carácter para dirigir una milicia y la sensibilidad para apreciar la belleza lirica de un poema.
En el fraternal encuentro participó además, la heroína de la Revolución Vilma Espín Guillois, el destacado poeta manzanillero Manuel Navarro Luna, Armando Acos, jefe de las obras de la Ciudad Escolar “Camilo Cienfuegos”, Lionel Soto de la Universidad Popular y el capitán Juan Escalona.
En el discurso de ese 21 de diciembre Raúl también se refirió a las potencialidades de las minas de Moa, la cual había pasado a manos del pueblo en un esfuerzo del gobierno revolucionario por desarrollar la industria del Níquel, y dijo: “No los felicito ahora, ustedes realizarán más tarde hazañas por las cuales tenemos que felicitarlo”.
El tiempo le dio la razón y hoy Cuba es considerado el noveno país productor de Níquel en el mundo, el quinto con las mayores reservas de níquel y el tercero en los yacimientos de cobalto.
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