Teatro Guiñol de Holguín, 50 años siendo almas

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Una noche de gran esplendor cargada de divertidos momentos, historias y muñecos fue la propuesta que reservó este viernes el Teatro Guiñol de Holguín en celebración a los 50 años de profesionalizada la compañía con la que una vez más demostraron que “los títeres no mueren ni siquiera envejecen porque solo somos alma”.

 

Compañías como Palabras al Viento, Teatro Alas Buenas, Codanza y solistas del Teatro Lírico Rodrigo Prats se sumaron a la hermosa gala que recorrió parte de su trayectoria a través de fragmentos de significativas obras como “La cucarachita Martina”, “Galápagos”, “Ruandy” y su más reciente estreno “El extraño caso de los espectadores que asesinaron a los títeres”.

 

 

No faltó el merecido reconocimiento al colectivo titiritero por el Consejo Provincial de las Artes Escénicas y la dirección provincial de Cultura así como la entrega del Premio Alberto Dávalos por una vida consagrada a las “tablas” a los hermanos Arturo y Carlos Ricardo, iniciadores de este arte en Holguín.

 

Reconocimiento al que se sumó el colectivo del Guiñol y lo extendió además a otros artistas esenciales en el desarrollo de la compañía durante estas cinco décadas de trabajo para niños como Armando Vielza, Maricel Miranda, Nelis Rojas, William Giralda, Marta Proenza, Elvis Pérez, Yunior Rodríguez y Karel Maldonado.

 

 

Entre divertidas acrobacias y juegos de participación con los payasos Pirulete y Biribí, la actuación de los zanqueros y la música de la cantautora Edelis Loyola transcurrió el colorido espectáculo que se hizo acompañar de la risa de los pequeños y el aplauso de los adultos.

 

Tan creativas como solo es la imaginación de los niños fueron las propuestas exhibidas como parte del concurso infantil “Creando un títere”, en el cual se presentaron títeres de guante, parlantes, marionetas y muchos más que fueron evaluados por un prestigioso jurado integrado por el diseñador Karel Maldonado, el artista Onelio Escalona, del dúo Caricare y el actor Armando Vielza.

 

 

Por el uso expresivo del color, la funcionalidad de la técnica, el movimiento y las proporciones así como la originalidad estética el primer lugar lo obtuvo el pequeño Daniel Tamayo con su parlante “Curiosín” seguido por los títeres confeccionados por Lester Maikel Almaguer y Veronica Hechavarria, en el segundo y tercer puesto, respectivamente.

 

Karelia Fernández, su directora, significó que lo mejor del certamen fue que la familia también se sumó a la creación de los muñecos y formó parte del espiritu de celebración del Teatro Guiñol de Holguín en sus 50 años de arte titiritero.

 

 

El Teatro Guiñol de Holguín dejó abierto por primera vez el telón un 17 de mayo de 1972 bajo la dirección de Felipe Betancourt del Río, período en el que se estrenaron múltiples puestas en escena como “La paloma Blanquiperla”, mientras que a partir de 1998 y hasta su fallecimiento en 2012 con el liderazgo de Miguel Santiesteban alcanzó su espectacularidad con obras como “La calle de los fantasmas”, punto de giro que vuelve a repetirse con la dirección de Karelia Fernández y el estreno en marzo último de “El extraño caso de los espectadores que asesinaron a los títeres”.

 


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