¿Por qué la madre entregó una esquela ficticia, una versión del padre que aparece a intermitente, donde faltaron los golpes, malas palabras, injurias sobre la barriga, el abandono? ¿Por qué justifica donde cabe el insulto? ¿Por qué el hijo no sabe que tras los repetidos “come tú, que estoy llena” hay mucho vacío en el estómago, el bolsillo?