Escarmiento

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COVID 19 Algunos ciudadanos violan las leyes establecidas en medio de la pandemia y ponen en riesgo su vida y la de los demás.

 

Por las altas cifras de la COVID-19 en Cuba, actualmente, evidencia que ni estamos escarmentando por cabeza ajena ni por la propia. Se pierden padres, hijos, hermanos y otros seres queridos. Continuamos cometiendo torpezas y los resultados siguen siendo nocivos.

 


Se siguen cometiendo los mismos errores, o parecidos con consecuencias nefastas, tanto para las familias como para el Estado Cubano. Ahora adquiere el escarmiento más importancia porque juega con la vida o diversas secuelas de la pandemia, de ahí la importancia de aprender de experiencias propias o de los demás.


Mira que repiten la importancia de usar bien los nasobucos, no besarse ni abrazarse, desinfectarse las manos, distanciamiento social, evitar visitas de familia o amigos y, lamentablemente, en muchos entra por un oído y sale por el otro.


Los niños continúan enfermándose, incluso hasta recién nacidos. Las indisciplinas crecen y se hace caso omiso de las medidas higiénicas- sanitarias.


No solo las irresponsabilidades son en los hogares, también, en centros laborales. Las equivocaciones y las adversidades de otras personas pueden ser una fuente enorme de aprendizaje para todos.


Sin embargo, muchas veces, obviamos las experiencias acumuladas en los otros y preferimos no tomarla en cuenta y acabamos tropezando con la misma piedra.


A veces, pues, las experiencias ajenas no son suficientes para convencernos o desengañarnos de lo que debemos o no hacer. Y solo escarmentamos cuando vivimos en carne propia aquello que nos podíamos haber evitado.


Por eso decimos que “nadie escarmienta por cabeza ajena”, pues la experiencia personal es la base sobre la cual se determina nuestra conducta, comportamiento, acciones y decisiones. En ocasiones, solo aquello que hemos vivido y que deja una marca en nosotros es lo que consideramos como conocimiento y experiencia válida para nuestra vida.


Esto, a veces, puede ser un gran error, pues implica ignorar una gran cantidad de prácticas trasmitidas por otros, Así, pues, este proverbio también tiene implícita la idea de que no hacer caso, no atender consejos, es un gran error si queremos evitarnos ciertos problemas o dificultades.


Un ejemplo donde podemos usar el dicho “nadie escarmienta por cabeza ajena” es el de un niño al que se le advierte que no debe acercar la mano al fuego de la cocina porque podría quemarse, sin embargo, no hace caso y un día pone la mano en el fuego y se quema. Solo, en ese momento doloroso, aprende. Debemos ser sabios para evitarlo.

 

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 Hilda Pupo Salazar
Author: Hilda Pupo Salazar
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Periodista especializada en temas de educación y valores. Autora de las columnas Página 8 y Trincheras de ideas.

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Comentarios  

# madelaine 18-02-2021 11:55
es bueno el comentario enriquecerlo con cifras del comportamiento de la pandemia en el territorio
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