¡Llegó para quedarse…!
- Por Lourdes Pichs Rodríguez
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“¡¿Ah, el nasobuco?¡, Sí, sí lo traigo aquí”. Y sí lo lleva en el bolsillo, la cartera o en la mano, pero no cubriéndole desde la nariz hasta la barbilla. Ante la observación, lo muestra y sigue caminando… ¿El virus preguntará al olvidadizo (a) y le dejará pasar esa negligencia? La respuesta, es bien conocida.
A casi un año del primer caso diagnosticado en Holguín (18 de marzo 2020) con el nuevocoronavirus SARS- CoV- 2 todavía suceden estos hechos de manera continua, a pesar de la insistencia de las autoridades sanitarias por el uso consciente de este medio de defensa, por su eficacia en la contención de microorganismos incluidos en las microgotas de flügge (partículas diminutas expelidas al hablar, toser, estornudar y respirar).
Al principio casi que fue una opción, pero a esta altura de la pandemia nadie puede dudar, que la mascarilla llegó para quedarse hasta no se sabe cuánto tiempo, pues por cómo se comporta hoy la transmisión y dispersión del virus, su alto poder de contagio y falta de percepción de riesgo en gran parte de la población todo indica que el cubreboca y también de nariz, debe formar parte indisoluble de nuestro atuendo cada vez que vayamos a salir de casa.
La eficacia de su utilización está más que demostrada. Recordemos que en la etapa de mayor incidencia de la COVID-19 en Holguín, durante la primera oleada, las consultas médicas en consultorios, policlínico y hospitales de mayores y pediátricos por infecciones respiratorias (IRA) disminuyeron notablemente, así como los ingresos en instituciones sanitarias.
Por ejemplo, en abril fueron 27 mil 576, pero en mayo cuando ese medio de protección requirió su empleo obligatorio bajaron a 5 mil 665 y en junio a 3 mil 833; sin embargo, al pasar a la Fase Tres, comenzaron a elevarse y para julio totalizaron 7 mil 328 y ya en la Nueva Normalidad el aumento de estas enfermedades ha sido sostenida y, lo que es peor aún, el de casos COVID-19 por transmisión autóctona, que muestra un incremento perenne con una dispersión importante de enfermos en los 14 municipios.
Por esto no cabe una justificación para el “olvido” y que las personas anden en la calle sin el nasobuco; sin embargo, hay gente a cara limpia expuesta al virus o quizá también transmitiéndolo, de ser un asintomático sin diagnosticar.
De acuerdo con las últimas medidas aprobada por el Grupo Temporal Provincial, para evitar la propagación de la COVID-19 en el territorio, se estableció el uso obligatorio del nasobuco-bien puesto- en todos los espacios, que junto a mantener el distanciamiento físico, unos dos metros entre una y otra persona; el frecuente lavado de las manos y su desinfección; así como asegurar los pasos podálicos y otras normas de higiene y salud ambiental, es lo que nos asegurará contener el contagio, tareas en las cuales es decisiva la participación consecuente de la población.
Estos meses de enfrentamiento directo a la COVID-19 en zona roja y otros lugares han demostrado que si cumplimos con rigurosidad las acciones de desinfección y prevención no hay contagio.
Los holguineros de “Calixto” a Moa deben entender la gravedad de la situación epidemiológica de la provincia, donde los 14 municipios tienen focos activos (más de 100) con transmisión autóctona del SARS-CoV-2, un peligro inminente para toda la población, de no acatarse las medidas bioseguridad previstas en cada caso.
En los últimos 15 días se acumulan 230 positivos, cifra que duplica ampliamente todos los enfermos reportados en la primera etapa, cuando fueron 92. De aquella cifra más de 200 son autóctonos, lo cual habla de la alta difusión del virus en el territorio, principalmente en Holguín, Banes, Mayarí, Moa, que pasó a la fase de transmisión autóctona limitada de COVID-19 desde este fin de semana, debido a situación más compleja por positivos, contactos y sospechosos de una cadena provocada por la violación de protocolos bien determinados para viajeros y sus familiares.
Entonces cuidémonos y a la vez protejamos a los niños y personas más vulnerables con esa sencilla mascarilla, que es menos molesta que las complicaciones que trae consigo la enfermedad por coronavirus SARS-CoV-2.
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