Un molino y muchos Quijotes

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Foto: Arlene Gómez Palacios Foto: Arlene Gómez Palacios
 
Aún sin aspas con las cuales batirse, hasta el mismísimo Quijote sentiría curiosidad por el Molino de Maíz del municipio de Antilla. Desde el cielo, resaltan sus enormes silos y la estructura metálica de cinco pisos donde se fabrica toda la harina que se consume en Cuba. Desde tierra, es una mole de máquinas que no duermen: la zaranda de limpia, la rosca de remojadura, el filtro de baja presión, la exclusa…
 
Desde el 2012 el molino es una unidad básica de la Empresa Cubana de Molinería, que presta servicios a todas las mayoristas y alimentarias del país. Sin embargo, surgió 30 años antes de esa fecha, diseñado exclusivamente para procesar maíz. Después se reconvirtió para trigo y en febrero de 2004, retomó su misión inicial, e impuso su hegemonía en el país.

Hoy, el molino tiene un “trastorno de nacionalidad”. Su tecnología es un híbrido. La mayoría de las 90 máquinas instaladas son italianas: las tararas, el cernidor, la batería de exclusas. No obstante, las masas y los molinos son rusos. De las dos zarandas, hay una de cada nación. Pero en este proceso de transculturación, lo mejor fue el aporte cubano: la fuerza de trabajo.

Al principio, antes de que el desarrollo turístico llegara a la península de El Ramón, el molino era el corazón de los antillanos. “Era lo único que quedaba aquí de interés”, recuerda William Olmo Reyes, quien hoy dirige la empresa. “Nunca quisieron desaparecerlo ni quitarlo de aquí, porque era una fuente de empleo para los antillanos. Antes nos llegaba el maíz por el puerto en una patana. Después se hizo el ferrocarril hasta el mismo molino y hoy se trae en tren desde Santiago de Cuba, por cuyo puerto se importa la semilla proveniente de Estados Unidos”, cuenta.

El grano se reserva en el silo número 1 y luego se recicla en el 2 o 3, según el proceso al que se destine. Después se lleva a la remojadura, se muele y pasa al servidor que se encarga de separar la harina fina de la gruesa y los subproductos.

Andrés Merencio Vázquez lleva ocho años en el molino “guapeando” y se suma “pa´lo que haya que hacer”. Trabaja en el primer piso, donde empaqueta la harina destinada a Papas & Company, empresa que produce los demandados pellys. Así que estas confituras, además de sabor a ajo, queso o jamón, tienen un inconfundible sello antillano.

“La harina más gorda es la de Papas y se manda para La Habana”, explica Merencio que debe alzar la voz para escucharlo por encima del sonido fuerte de las máquinas. “En sí esta no es una línea de producción pensada por los italianos. Fueron los aniristas del molino, quienes sacaron esa variante para sustituir importaciones”.

Otros 78 obreros, además de Merencio, trabajan directos a la producción. Ellos muelen 100 toneladas de maíz en 24 horas, aunque el molino está diseñado para procesar 120. Precisa Olmo que de esta cantidad se obtienen entre 70 u 80 toneladas de harina que, si es fina, puede emplearse en dulces, helados y pastas.

Del maíz todo se aprovecha en Antilla. La parte vítrea, que es la amarilla, se separa de la blanca o maicena, y de la cascarilla que envuelve a la semilla. Estos dos últimos se juntan como subproducto para el consumo animal, pues al no tener licencia sanitaria, la maicena no es una línea de producción.

Ahora el colectivo Reconocido como Vanguardia Nacional en 2009 y 2016, proyecta fabricar aceite de maíz y harina saborizada, para diversificar sus líneas de producción.

Dice Merencio que el molino, además de su exclusividad en Cuba, tiene otro encanto. Desde su quinto nivel, si no le da vértigo las alturas, ni le molesta el ruido, ni la nube de polvo blanco que envuelve el coloso, ni le da miedo que tiemble el piso bajo sus pies por el zarandeo de las máquinas, puede disfrutar de una de las vistas más hermosas de Antilla.
Rosana Rivero Ricardo
Author: Rosana Rivero Ricardo
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Rosana Rivero Ricardo. Periodista 25 horas al día. Amante de las lenguas... extranjeras, por supuesto. Escribo de todo, porque “la cultura no tiene momento fijo

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Comentarios  

# Holguinero 02-11-2018 21:01
Bueno, habría que hacer un estudio de factibilidad a ver si valdría la pena anexar una destilería para obtener alcohol del maíz y para la elaboración de whisky y ya serían un complejo industrial importante, con un renglón que tendría un buen mercado...
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# Demetrio Martínez Alvarez 04-11-2018 06:56
Saludos, soy lector de lo que se dice TODO. Sin importar quien lo escribio o trae algo de veneno o ruido incluido, sencillamente tengo ese MAL que se me pego desde muy niño y no creo que tenga cura ya para mi edad. Creame que es dificil para mi encontrar encanto en cualquier articulo porque ademas soy un critico inconsecuente con todo lo que sabe o huele a LO MISMO, asi que reciba usted el elogio de este su fiel lector y muchos exitos en su vida profesional y privada. Gracias
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# Holguinero 04-11-2018 20:24
Demetrio Martínez Alvarez, yo también leo TODO y sin importar su nombre, edad y sentido del olfato, mi opinión anterior ni lleva veneno ni ruido. Sencillamente apunté un renglón que creo puede ser importante para la economia del municipio y la provincia, además de ser un producto exportable, no ya la producción de whisky, sino la de alcohol, el cual no tiene que ser solo producto de la fermentación de la caña de azúcar. ¿O Ud. creyó que el veneno iba en el whisky? Pues revise, que son muchos los cubanos que disfrutan el whisky y defienden la Revolución con tanto o más valor que quienes solo ingieren aguardiente de caña.
En lo que sí coincido con su opinión es en el reconocimiento a Rosana por su excelente trabajo. Saludos.
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# Demetrio Martínez Alvarez 05-11-2018 15:20
Saludos HOLGUINERO. Perdone, pero nada que ver con usted mi comentario anterior. Incluso no habia leido el suyo. Solo quise resaltar que leo la prensa cubana y leo ademas una buena cantidad de basura de todo lado. Pero fijese que si, tiene usted razon y se pude cerrar el ciclo con la produccion de whisky y muchas otras cosas para darle un valor agregado. Entre otras cosas soy CHEF profesional y cuando lei que dan otro uso a la fecula en vez de producir maicena por falta de licencia, pues me quede atonito. Pero este trabajo periodistico estoy seguro servira de algo. Ya lo tendran en cuenta. GRACIAS
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# Rosana Rivero 06-11-2018 22:00
Gracias por su opinión, Holguinero. Esperemos que los aniristas del Molino de Maíz puedan diversificar sus productos con lo que propone. También agradezco su reconocimiento. Saludos.
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# Rosana Rivero 06-11-2018 21:56
Muchas gracias Demetrio por seguirnos en internet, escribirnos y por los elogios.
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