Evocan en Holguín legado de combatientes internacionalistas

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Pueblo holguinero rinde homenaje a los combatientes internacionalistas.
 
El pueblo de Holguín despertó más temprano este sábado para homenajear al lugarteniente General Antonio Maceo Grajales, su ayudante Panchito Gómez Toro, en el Aniversario 123 de su caída en combate, y a quienes perecieron en misiones internacionalistas, cuyas cenizas llegaron a Cuba hace 30 años.
 
 
Con una ofrenda floral en el Monumento a Maceo, ubicado en la reconocida Avenida Los Libertadores de la ciudad cabecera, inició el tributo que contó con la presencia de Ernesto Santiesteban Velázquez, primer secretario del Comité Provincial del Partido Comunista de Cuba y Julio César Estupiñán Rodríguez, presidente de la Asamblea Provincial del Poder Popular (APPP).
 
Posteriormente se realizó la acostumbrada peregrinación hasta el cementerio de Mayabe, en la cual participaron, además, estudiantes de los diferentes niveles de enseñanza, miembros de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana, las Fuerzas Armadas Revolucionarias y el Ministerio del Interior.

En el Panteón de los Mártires del camposantoesperaban, como cada año, los familiares de los caídos en otras regiones del mundo, cuya labor constituye ejemplo y guía para las presentes generaciones de cubanos.

 
Este encuentro devino en un momento de profunda sensibilidad y asomaron lágrimas en cientos de rostros, incluso, de jóvenes que sienten orgullo por el legado de sus mártires, los respetan y enaltecen en cada escenario.

Las palabras centrales del acto estuvieron a cargo de Julio Caballero Terrero, primer secretario del Partido Comunista de Cuba en el municipio de Holguín, quien al referirse a los mártires, significó que “somos legítimos continuadores de su obra”.

El 7 de diciembre constituye una fecha para recordar la llegada a Cuba de los restos de esos luchadores, lo cual se recoge en la historia como Operación Tributo.

Fotos: Alexis del Toro
 
Además, se conmemora la fundación de la ACRC, asociación que desde 1993 tiene la misión de aglutinar a los veteranos de las guerras y que en la oriental provincia cuenta con más de 28 mil miembros.

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Comentarios  

# VENTURA CARBALLIDO PUPO 08-12-2019 22:49
EXCELENTE TRABAJO PERIODISTICO ; POR AÑADIDURA APORTO ESTE MATERIAL QUE ESTA A TONO CON EL CONTENIDO DEL HCHO HISTÓRICO.
FUI EL COMBATIENTE 54295
A PROPÓSITO DE LA OPERACIÓN CARLOTA Y TRIBUTO

MEDITACIÓN DEL COMBATIENTE NÚMERO 54295

POR VENTURA CARBALLIDO PUPO
AL REGRESO A LA PATRIA, LUEGO DE HABER CUMPLIDO NUESTRO DEBER INTERNACIONALISTA, NO TRANSPORTAMOS NADA MATERIA --LA ÚNICA RIQUEZA QUE TRASLADAMOS, FUERON LOS RESTOS DE NUESTROS COMPAÑEROS QUE PERDIERON SUS VIDAS

Como una forma psicológica de hacer avanzar el tiempo en busca del entrañable acercamiento a los tuyos en la Isla que un día dejaste, sin saber que regresarías vivo, en el vuelo de regreso desde Luanda, Angola, retomé como hilo conductor unas profundas meditaciones ?que me permitió autoalimentarme al ubicar en el combatiente cubano tanta carga de comportamiento ético, conducta que pudiera resultar no creíble para los que están lejos de nuestro pensar, de nuestra manera de actuar, de la forma de proceder, de cómo fuimos educados y descubrir la grandeza de la obra por la que fuimos a pelear por otros pueblos donde expusimos nuestras vidas a cambio de nada materia
No traíamos en la barriga del avión ninguna maleta con bienes materiales para regalar a los familiares y amigos en nuestra querida Isla. Como «equipaje de mano» solo traía un pequeño bolso que regalaba la línea aérea angolana y en él entre las cosas de más valor dos pañuelos de mujer para el pelo que me había regalado un militar de la Defensa Civil angolano, radicado en Cabinda, y un paquete de cigarros cubano de exportación del que nos llevaban los barcos al Congo como regalo a mi atribulado padre, también, ropa interior para cambiarme cuando llegara a La Habana y una camisa, documentos que amparaban estímulos otorgado por la sección política de una de las unidades en las que estuve destacado y de la Fiscalía Militar donde culminé mi estancia y mi chapilla de combatiente número 54295 que atesoro aún con mucho amor.
Con nativos del Congo En mis bolsillos no traía ningún dinero, porque no éramos mercenarios que fuimos a la guerra a exponer la vida por riqueza, florecimos como combatientes Internacionalistas, de la gente de Fidel y de Raúl, representando a nuestro pueblo, a las Fuerzas Armadas Revolucionarias, a cambio de nada. La mayor estimulación no era llegar a encontrarnos con la familia y colmarlas de regalos, como suele ocurrir, en estos tiempos en que redacto esta crónica; ¿el gran caudal de motivación que nos animaba era el cumplimiento de la tarea que se nos había encomendado, y recibir el cariño y homenaje? como así fue?, de nuestros compatriotas acá, de mi familia, y del fuerte apretón de manos del General de Ejército Raúl Castro y otros oficiales de las FAR que nos dieron la bienvenida.
Nos bajamos de aquel inmenso avión Il 62-M de la aerolínea soviética sin nada material. No tuvimos que ir a recoger ningún equipaje. Nuestra riqueza más grande fue la moral, el patriotismo y la satisfacción del deber cumplido con Fidel y el Partido.
De igual forma les ocurrió a los combatientes del Che a su regreso en 1965, y a todos mis compañeros de arma. Esa es la grandeza sui géneris de los internacionalistas cubanos que formamos parte de la Operación Carlota y otras misiones en otros países. Sin apego a nada material todo fue felicidad. Nuestra mayor tristeza es que no todos regresamos vivos.
Para no ser confundido, despojado de protagonismo alguno, inserto estas notas, en otro contexto, ya que sin perjuicio de que los colaboradores actuales y futuros reciban su estimulación económica, como algo lícito ?porque si no de qué viven o de qué vive nuestra sociedad?, vale la pena este contenido que recoge los postulados de desinterés de los combatientes cubanos internacionalistas de aquella época para que este ejemplo sirva de alguna manera para tratar de minimizar el avance de la metalización voraz e incesante de muchos que en estos momentos afloran con mucha fuerza, con ausencia de aquella firme posición ética nuestra.
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