Leonel Pérez Freeman: Crecer en la Oclae
- Por Jorge Fernández Pérez
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“Fue una sorpresa”, admite Leonel Pérez Freeman al recordar el momento en el que lo seleccionaron para asumir la presidencia de la Organización Continental Latinoamericana y Caribeña de Estudiantes (Oclae), que este 11 de agosto arriba a su 57 aniversario.
Una amplia trayectoria como dirigente estudiantil en la Universidad de Ciencias Médicas de Holguín respaldaba a este futuro médico, haciéndolo merecedor de la confianza del Secretariado Nacional de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) para asumir tamaña responsabilidad, entre los años 2020 y 2022.
“Nunca lo imaginé, pues generalmente ese cargo lo asumían estudiantes de otras carreras, que responden de forma más directa a la preparación internacional que se requiere, pero no dudé en aceptar”.
Varias noches de desvelo empleó Leonel en documentarse con el fin de adquirir los conocimientos requeridos para su nueva función, sin descuidar el estudio constante que demanda la Carrera de Medicina. Un termo de café era su fiel compañero durante interminables madrugadas, en las que el sentido del deber lo hacían mantenerse enfocado.
Hoy piensa en esos instantes con una mezcla de alegría y nostalgia, mientras explica que la Oclae es una organización que surgió en 1966 para aglutinar a los movimientos estudiantiles de América Latina, con una concepción eminentemente antiimperialista.
“Nuestra FEU es un referente, una utopía para otros pueblos. A veces no valoramos las cuantiosas garantías y posibilidades de los universitarios cubanos, pues ignoramos que en otros países la realidad es muy diferente a la nuestra”.
Sus inicios como presidente no fueron fáciles, pues la pandemia de la Covid-19 cerró fronteras y limitó los encuentros de sus miembros, deseosos de intercambios y debates, a la impersonal virtualidad. Sin embargo, el trabajo nunca se detuvo.
“Por lo general los intercambios son fuertes, pues salen a relucir diferentes posiciones y criterios, de acuerdo a las particularidades de cada una de las federaciones.
“Al principio resultó chocante esa modalidad, pero con el tiempo nos “adaptamos” hasta que la pandemia comenzó a mermar y fue posible la necesaria presencialidad”.
Gratas experiencias atesora Leonel de sus visitas a otras naciones del continente. Contrastar realidades, compartir anécdotas y conocer personas a las que actualmente considera familia, contribuyó a su desarrollo personal y como revolucionario de su tiempo.
“Varios estudiantes tuvieron que abandonar las universidades pues no tenían forma de costeárselas o no contaban con los medios para las clases virtuales. Fue un espacio de intercambio muy fructífero.
“Recuerdo con especial cariño mi asistencia a la reunión del Secretariado General de la Oclae en Caracas, Venezuela. Allí el recibimiento fue muy cálido, hay mucho de nuestro país en esa nación. La cercanía de ambos pueblos se siente en todos los lugares.
“Tener la posibilidad de rendir homenaje a Simón Bolívar, en el monumento que visitó José Martí sin quitarse el polvo del camino, del que se nos habla desde que somos niños, fue muy emocionante, al igual que el merecido tributo que rendimos a Chávez, ese gran amigo de Cuba.
“Escuchar posturas tan fundamentadas y maduras, desde diversas posiciones políticas, demostró la solidez en los conocimientos de las nuevas generaciones de brasileños”.
Sobre el papel de la FEU como unificadora dentro de la Oclae reflexiona el joven holguinero, luego de constatar que las luchas en las naciones latinoamericanas nada tienen que ver con el día a día de los cubanos.
“La FEU tiene un reto enorme, pues nuestra realidad no se parece a la de otras federaciones. Debemos asumir nuestro papel, ponernos en el lugar de los demás, y brindar nuestro apoyo y consejo desde un punto de vista conciliador.
“Conocer de actos violentos y represivos contra grupos de universitarios fue de lo más complicado que viví al frente de la Organización. Quizá no podamos estar presencial, pero debemos acompañarlos por otras vías y buscar alternativas para solucionar las problemáticas y mantener la unidad entre las naciones”.
A pocos meses de graduarse como médico y con el noble deseo de convertirse en pediatra, afirma que la Oclae marcó un antes y un después en su vida, pues conocer la hermandad de tantos pueblos con nuestra Isla incrementa su orgullo de ser cubano.
“En los momentos difíciles de nuestro país las federaciones de la Organización han demostrado su solidaridad incondicional. Piensan iniciativas para respaldarnos por diferentes vías y nunca claudican en su empeño.
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