Una obra de infinito amor

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Fotos: Ernesto Herrera

 

Cada mañana se ajusta la bata rosada de educadora de círculo infantil con el regocijo de saberse querida entre sus niños. Amor, empeño, creatividad, y dedicación la distinguen en este vínculo armonioso, reconocido en el medio familiar de los infantes y en la institución educativa que la acogió hace doce años, cuando cursaba el quinto año de la carrera de Licenciatura en Educación Prescolar.


Tocar a la puerta del círculo infantil “Futuros Moncadistas”, de la comunidad Hermanos Aguilera, en el municipio de Holguín, le dio a la maestra Lixandra Parra Pupo la oportunidad de continuar su desarrollo profesional en una enseñanza que la atrapó para siempre.


“Mi maestra Albita de la escuela primaria Alberto Sosa, en San Andrés, de donde soy oriunda, tuvo que ver mucho con mi vocación y orientación profesional. Aprecié siempre su gran paciencia y amor para dirigirse a los alumnos, hasta a los más inquietos les aplicaba la corrección con cariño. Creo que desde entonces comencé a amar a los niños y a sentir el deseo de ser su maestra.


“Durante la etapa estudiantil en el antiguo Pre-pedagógico Rafael Cruz Pérez, del Consejo Popular de Domínguez, en Calixto García, asumí el reto de impartir Español Literatura en los preuniversitarios del plan San Andrés. Sin embargo, cuando me tocó elegir, a pesar de que me gusta la asignatura, la balanza se inclinó para la Educación prescolar”, afirma.


La licenciatura transcurrió en la otrora EFESI. Cada quince días tenía encuentros para recibir las clases, porque el resto del tiempo permaneció en una institución educativa. Así comenzó a adentrarse, durante la práctica preprofesional, en los rigores de la docencia. En un primer momento estuvo en su escuela primaria de San Andrés y posteriormente, cuando fundó su familia en Holguín, se incorporó a la escuela ‘Hilda Torres’ de Villa Nueva.


“Allí asumí un aula. Esos años me curtieron de muchas experiencias y ayudaron a perder el temor escénico de principiante. Tuve algunos tropiezos como todo novato, pero aprendí”.

 

 

La opción del círculo infantil apareció entonces fortuitamente…


“Necesitaba acercarme a la casa. Ya tenía a mi primer hijo y tanto su círculo infantil como la escuela Hilda Torres me quedaban distantes. Una de mis profesoras en la carrera era la directora de ‘Futuros Moncadistas’. Le comenté mi situación y disposición por si podía aceptarme en este centro, algo que le agradezco eternamente. Aquí hice mi ejercicio de culminación de estudios universitarios y encontré no solo la manera de ganarme el sustento, sino de crear y desplegar todo mi desarrollo profesional, muy diferente a lo vivido en las escuelas primarias”, dice la “seño” de pequeña estatura y voz de niña dulce, que a todos encanta con sus métodos de enseñanza y las habilidades conque expone sus gustos por la lengua materna.


Dramatizar cuentos, recitar poesías, cantar en coros son algunas de las actividades que Lixandra realiza en su salón, donde abunda también una diversidad increíble de medios de enseñanzas, todos diseñados y concebidos a partir de su creatividad y colaboración de las educadoras que la acompañan.


“El papel maché no es mi fuerte, pero sí me encanta pintar. Para cada actividad me propongo nuevos medios que despierten la motivación de mis niños. Ellos adoran la plástica y son capaces de hacer lo que se les logre estimular. Por eso la educadora tiene que ser un niño más en el grupo, sin dejar de asumir la guía y el control de lo que se quiere lograr. Siempre hay que tener a mano la metodología y el medio adecuado para que se sientan atraídos. Es algo que disfruto.


“Con los padres mantengo estrecho vínculo y comunicación. Los oriento en las actividades conjuntas para que contribuyan con el proceso de desarrollo de sus hijos que guiamos desde el círculo. Cuando he tenido que manifestarles alguna preocupación relacionada con el aprendizaje o el estado emocional y bienestar físico-mental del niño, ha sido con la mejor forma, pues conozco cada detalle del comportamiento, de las maneras de manifestarse y del estado de ánimo. Es parte de la observación detallada y caracterización que les hacemos. Muchas veces es en el círculo donde se descubren sus dificultades y encausamos su tratamiento”, asegura.


En estos momentos, en que varios niños permanecen en el hogar debido a la situación epidemiológica, la joven maestra busca las alternativas para conservar el vínculo y darle continuidad al proceso educativo con el uso de las tecnologías. En su celular palpitan las vocecitas pronunciando los sonidos orientados y las imágenes que dan fé de lo que hacen.


“Creé un grupo en Whatsapp para hacerle llegar a los padres las actividades que los niños deben desarrollar. También les mando fotos de los medios de enseñanza que pueden utilizar y elaborar en sus casas; a los que no tienen como hacerlos les he dicho que se acerquen a la institución para prestarles los míos, pues sé que todos no tienen las mismas condiciones. Es muy importante que transiten a la enseñanza primaria con los logros correspondientes a su etapa vencidos, así podrán asimilar con mayor facilidad los contenidos que recibirán, principalmente en Matemática y Lectura”.

 

Collage: Ana Maidé Hernández


Estas acciones demandan un extra del docente. ¿Cómo logras conjugar el trabajo bajo estas condiciones y la dinámica familiar?


Ciertamente requiere de dedicación y entrega en todo momento. La mayoría de las veces preparo la clase y hago los materiales en mis ratos libres en casa, pues también tengo que atender a mis hijos en sus teleclases y tareas escolares. Tengo la suerte de tener una familia maravillosa que me apoya y se implica también en mis creaciones para hacer más lindo mi trabajo. Mi esposo es incondicional.


Satisfacciones


Varias. Primero los logros en el desarrollo de mis querubines. He tenido casos difíciles pero no imposibles. Para mí es un inmenso orgullo ver como superan las dificultades, muchas veces generadas por sobreprotección, lo que me ha costado hacer entender a los padres, pero al final hemos podido revertirlo. Quiere decir que la estrategia trazada con apoyo familiar y las acciones diferenciadas tienen impacto en el resultado.


Igualmente, el haber tutorado varias estudiantes de la Escuela Pedagógica José Martí y de la Licenciatura en Educación Prescolar de la Universidad de Holguín, todas graduadas con el máximo de calificación. Actualmente algunas son mis compañeras en el centro.


A ello se suma la oportunidad de participar en eventos de Pedagogía a nivel provincial y en simposios martianos, lo que me ha exigido profundizar en el estudio y la investigación, que también me apasiona. Al punto que cuando se acercan a mí con alguna duda y no tengo la respuesta correcta en el momento, enseguida indago y me nutro antes de emitir criterio sobre el tema.

 


El círculo infantil es…


“Una obra de infinito amor, fruto de las ideas de la querida Vilma Espín Guillois y el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, creada para que las madres trabajadoras tengan un lugar donde dejar a buen resguardo a sus hijos, pero también donde puedan desarrollar los conocimientos y habilidades de acuerdo con su edad.


“El sitio al que llegué con muchos sueños a cuestas, algunos ya materializados y que me ha permitido alcanzar, además de importantes reconocimientos instituidos como la Distinción por la Educación cubana, el placer de haber conquistado los corazoncitos de los seres más puros y sinceros, mi razón de ser aquí: los niños”.

 

Author: Yanela Ruiz González
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Lic. en Estudios Socioculturales, periodista de la Casa editora ¡Ahora! Especializada en temas de Educación y Educación Superior Fan de las redes sociales

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