Sin “fiscalizar” el amor
- Por Yenny Torres
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La Fiscalía, además de formarlos, les sirvió de Celestina, en el mejor sentido, por supuesto. En este lugar se conocieron, se enamoraron, incluso, se casaron. Eugenio Aldana, fiscal jefe del municipio de Holguín, y Grethel Espinosa, fiscal provincial, son dos jóvenes a quienes el trabajo sirvió como prólogo en su historia de amor.
“Llevamos algo más de cinco años de novios y cumplimos dos de casados este mismo 14 de febrero. Coincidimos en la Vocacional y la Universidad, pero nos encontramos como tal aquí”.
“Yo siempre quise ser fiscal, admiraba la funcionalidad y prestigio de la institución, la posibilidad de superarme. Grethel se graduó en La Habana y también le gustaba la Fiscalía. Cuando retornó a Holguín y vio el jefe q tenía no lo dudó…”, comenta sonriente Eugenio.
¿Quién dio el primer paso?
“Fue mutuo. Ella me llamó la atención por muchas cosas: es bella físicamente y muy auténtica, se lo decía en cada oportunidad. Ahora tiene el mejor esposo del mundo”, alega, entre risas.
Grethel, también sonriente, dice que aunque con defectos, como cualquier persona, está orgullosa de sus virtudes. “Me enamoró su personalidad, sus detalles, y, muy importante, cómo cocina”.
“Eso fue lo que la mató”, agrega pícaramente Eugenio.
Convivencias y coincidencias
“Cuando informé a la Jefa del municipio que teníamos una relación, a ella la cambiaron de esfera. Estuvimos varios meses así. Yo era vicefiscal, entonces me fui a pasar un curso a Santiago de Cuba durante varios meses, cuando vine de allá fui a dirigir al municipio de Cacocum. Es importante aclarar algo. A Grethel nunca le gustó Penal y había solicitado el cambio de esfera, pasó por varias, fue en Atención al Ciudadano donde se promovió a la provincia. Su avance estaba concebido desde mucho antes de mi ascenso”, explica Eugenio.
Filosofía para amar...
“Nos queremos y buscamos que cada cual crezca a la par de la relación. Cada uno tiene sus retos, mas tratamos de apoyarnos en todo. Tratamos de no llevar a la casa el trabajo. El motivo, puede absorber al matrimonio y no es bueno. Cuando creemos que nos podemos ayudar con alguna consulta, lo hablamos, pero claros de que la providencia es del otro, y la casa el templo donde dedicamos tiempo a nosotros...”
¿Cuán difícil es asumir cargos con responsabilidades tan grandes, siendo tan jóvenes?
“Es un reto. En mi caso se toman decisiones que ya no sólo implican a una persona o asunto determinado. A mis 31 años no me puedo dar el lujo del cansancio o superficialidad, puede haber un error que impacte, incluso, a la Revolución. De ahí a que las decisiones se toman en equipo, con varios criterios, a veces opuestos...siempre sabiendo que es mi responsabilidad”, dice él.
“Siento el compromiso de un cargo provincial. Cada caso implica a una persona, familia o comunidad. Debemos investigar a fondo para dar una respuesta fundamentada, conscientes de que el error no cabe, pues una contestación sin todos los elementos puede llevar a situaciones con impacto negativo. Tengo 29 años, y es una suerte estar rodeada de compañeros con tanta experiencia”, alega ella.
Objetivos…
“En primer lugar crear la familia propia... Aunque, sin sarcasmo, las de ambos son maravillosas. Y en lo profesional, crecer como fiscales y aportar a la institución lo que podamos como jóvenes y profesionales comprometidos”.
Grethel ha cursado Diplomado en Derecho Civil, Posgrado de Tráfico y Trata de Personas y Delitos Económicos y Criminalidad Organizada, Concurso de Arbitraje Comercial Internacional, entre otros.
Eugenio, por su parte, tiene amplia trayectoria como dirigente, fue presidente de la FEU en la Universidad de Holguín, Delegado al VIII Congreso de esa organización estudiantil y VIII de la Unión de Juristas. Está en la Maestría en Derecho Penal, ha participado en Diplomado en Administración Pública, fue Fiscal Jefe Municipal de Cacocum y, actualmente, de Holguín.
“La Fiscalía es una casa para los dos. Tengo que agradecerle haber conocido a Grethel”.
“Es nuestro punto de encuentro en otro ámbito del matrimonio. Ambos tenemos padres que comenzaron donde mismo: los de él ingenieros, y los míos médicos”.
En la Fiscalía se acercaron, se compenetraron, hicieron su boda… en ella crecen, aportan, se superan, se aman...
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