Compañía Renacer Flamenco: “Puedes sentir la libertad de ser quien quieras”
- Por Milo García Muñiz / Estudiante de Periodismo
- Hits: 2070
La bailarina mueve su cuerpo al son de su alma, eleva la pasión de cada compás acompañada de roces de guitarras y una voz quejicosa. La figura y su fuerza se ciñen en un solo sentido, pequeños pasos coordinados en el suelo, brazos con más vida que las propias olas; le corre cultura por las venas.
En escena mueve su falda como espiral, al ritmo de las palmas de tango. Tacón y tacón hacen música a su vera. Es capaz de provocar recelo con la destreza de sus pies, es una aventura todo su viaje por el escenario.
Los bailes son expresiones de sentimientos y emociones, nos transmiten a través de gestos armoniosos y coordinados. El flamenco es una danza que proviene del sur de España, donde las voces, las castañuelas, las palmas y los zapateos se unen para conectar con el espectador.
“Soy feliz al ver que mi arte hace emocionar al público y más a los niños. Estoy orgullosa de mi grupo y de que lo hemos logrado”, afirma categórica Marian Pupo, directora de la compañía holguinera Renacer Flamenco.
El proyecto nació por la ruptura de la Academia de baile Lina Sanz, que radicaba en la provincia, donde algunas de sus integrantes eran bailarinas. Hoy tienen el objetivo de trasmitir la pasión y la fuerza de su arte, demostrar su renacer y que el baile español tiene mucho para dar.
Con el apoyo de la Casa de la Cultura Manuel Dositeo Aguilera, el grupo cuenta con 30 participantes que se dividen por grupos de edades, desde los cuatro hasta los 19 años. Su directora asegura que trabajar con niñas tan pequeñas es complicado. “Me convierto en una payasita sin disfraz, para así lograr un aprendizaje y que cultiven este arte en la medida que transcurre el tiempo”.
“Muchas veces les pongo ejercicios de improvisación y con sus movimientos les monto sus coreografías, tienen mucha imaginación. Este proyecto es infantil, las pequeñas son el corazón de Renacer…”
Para Ana Laura, joven de 16 años “el flamenco solo se puede describir con una palabra: pasión. Nos gusta lo que hacemos y eso se puede notar en cada uno de los movimientos. Es un mundo de mucho sacrificio, eso no se puede negar, pero cuando amas lo que haces, no lo ves así.”
“El baile es una vía de escape. Puedes desahogarte de todo lo que sientes, expresarlo con movimientos. Bailando puedes sentir la libertad de ser quien quieras, la satisfacción de hacer algo que amas”, comenta.
El público puede disfrutar de sus presentaciones en el espacio “Casa de Abuela” de la cantautora Edelys Loyola Gámez, en la Casa Iberoamericana y, además, en la peña mensual “Detrás de los cristales”, frente a la biblioteca Álex Urquiola.
No sorprende el deseo y empeño de su directora por lograr ser la compañía de flamenco de Holguín. “Bailo desde los cinco años de edad. Mi madre también fue bailarina, se encargó de transmitirme su amor, lo tengo en la sangre; la pasión viene de casa. Al bailar desaparece todo el estrés o negatividad, soy yo misma’’.
Muchos integrantes son parte del grupo por su amor al baile o porque algún familiar está relacionado con esta manifestación artística, pero otros como Ana Laura, sus padres la llevaron con cuatro años de edad a una captación. El objetivo fue canalizar toda la energía, pues era una niña muy inquieta. Como resultado lograron que desde pequeña se enamorara del flamenco hasta hoy.
Aunque en la compañía la presencia femenina es mayoritaria, también se encuentra el joven Jaro David Fleites Reyes, de 18 años de edad. “Mi hermana es bailarina de la compañía y en su afán de que yo me desarrollara en el baile me invitó a participar en un ensayo y en el entendí que el flamenco era mi vida y simplemente decidí quedarme”
“Al ser el único chico me convierto en el portavoz de un mensaje: nosotros también podemos bailar flamenco, un chico puede usar un mantón y un abanico; aunque estemos acostumbrados a ver estos implementos en las mujeres. Solo se debe tener el conocimiento de la técnica requerida”, argumenta.
De lunes a viernes a las 5:30 pm, El Ilé la Rumba es testigo de las horas de práctica, donde se preparan para sorprender a su público de leotard y falda negra. “Si algún interesado quiere unirse, las puertas del local están abiertas”, anima entusiasta Marian Pupo.
Este proyecto es una propuesta enriquecedora para la cultura holguinera y le brinda a la población espacios recreativos para disfrutar del arte de la danza. “Renacer Flamenco” los espera en cada presentación. Son felices al compartir lo que hacen. Ser apoyados y reconocidos por el público significa que cada giro, cada escobilla, y cada olé, es que han logrado dejar su huella en las calles de su provincia.