Yonisbel González: el reto de ser artista

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Fotos: Cortesía de los entrevistados

“Benditas sean las manos que rectifican estas equivocaciones, y endulzan estos errores sombríos de la ciega madre creación”
José Martí


La historia que está a punto de leer es como bien diría nuestro Héroe Nacional José Martí una obra de infinito amor. Es la historia de Yonisbel González Figueredo, un joven que llegó desde la comunidad de Piñonal, en la Sierra Maestra, hasta la ciudad de Holguín soñando ser artista. Su capacidad creativa no conoce de barreras ni limitaciones. En su mundo no hay sonido, pero sobra talento y corazón para conquistar la vida.


Muy pronto descubrió Yonisbel su vocación por las artes plásticas, incluso habrá quien asegure, tras estas líneas, que su talento para la escultura pudo vislumbrarse de forma prematura, pues aun siendo estudiante de la Escuela Primaria “Ernesto Che Guevara” en la ciudad de Bayamo ya enriquecía su arsenal de juguetes con helicópteros y carros de madera hechos por él mismo.


En esta vocación mucho influyó su primer maestro: su papá. Fue Nilver el primero en enseñarle los trucos de la profundidad, cómo verter un color en el otro y hacer con escasos recursos aquellos juguetes que causaban la admiración de amigos y familiares.


“Siempre me gustó la pintura, pero nunca tuve la formación académica. Por ello su mamá Misleidis y yo fuimos muy dedicados con Yonisbel, le enseñé lo poco que sabía y no pasó mucho tiempo para que me dejara atrás, ya en la secundaria era increíble ver como hacía los bocetos de lo que serían sus creaciones y estas quedaban exactamente igual al diseño”.


Otros dos guías conducirían su camino hasta la Academia de Artes Plásticas “El Alba” el instructor de arte Jorge Montero, profesor de la Ciudad Escolar “Camilo Cienfuegos” en el municipio granmense de Bartolomé Masó, quien preparó a Yonisbel para la prueba de aptitud, sobre todo en lo referido a la técnica de claroscuro, y Braulio Guerra, actual director de la ESBEC “Ariel Hidalgo Rivero” que le brindó el apoyo y asesoría para alcanzar la formación profesional que su talento merecía.


El destino estaba trazado. Su próxima parada la ciudad cubana de los parques, comenzaba así el reto de ser artista. Desafío que no vivió solo sino con su fiel escudera, la intérprete de lengua de señas Yosleydis Lazo.

 


“En estos años yo fui una alumna más, aprendí Artes Plásticas junto a él, estuve en todos los turnos de clases, no podía evitar los nervios para las criticas. Yonisbel es un muchacho especial, sociable, extrovertido y completamente independiente”, aseguró la intérprete.


Argumentó que su condición de sordomudo nunca fue un obstáculo para comunicarse con sus profesores, exigir sus derechos en la residencia o hacer nuevos amigos, y apuntó que en un principio el trabajo con Yonisbel resultó más complejo ya que su lenguaje de señas era oscuro lo que significa que era un lenguaje gestual que usaron las personas cercanas a él, pero que no se ajustaban a las normas cubanas e internacionales de la lengua de señas.

 

Esta situación junto a significativas lagunas de conocimiento causadas por la ausencia de intérpretes durante la enseñanza secundaria básica demandó del estudiante y el claustro docente un esfuerzo superior. Tarea que asumieron sus profesores con total entrega y dedicación.


“Yonisbel es el estudiante más talentoso que yo he conocido en mi vida”, sentenció la profesora Yaité Cepero, jefa del departamento de formación general de la institución académica, quien se dio a la tarea no solo de aprender el lenguaje de señas para un proceso comunicativo óptimo sino que le incorporó nuevas palabras a su vocabulario y creó junto a él signos propios para su asignatura Matemática.


Indicó que la lengua de señas está compuesta por signos, pero existen palabras técnicas de la asignatura que no tienen correspondencia directa con ninguno y para poder trabajarla nos inventamos un sistema de signos para términos como “ecuación”, “función”, “conjunto” y “sub-conjunto”.

 

 

 

Explicó que junto a Yosleydis desarrolló un sistema de clases en el que además de Matemática utilizaba los turnos de Ingles, de los que estaba eximido por indicación del Ministerio de Educación para estos estudiantes, y lo empleaba en enseñarle a leer y a escribir ya que él reproducía lo que estaba escrito en la pizarra, pero desconocía su significado.


“En apenas dos meses Yonisbel alcanzó el nivel que le correspondía para un estudiante del décimo grado y se convirtió en uno de los mejores de su año con las notas más altas”, sentenció la profesora.


Criterio que desde el arte también respalda su profesor el reconocido escultor holguinero Lauro Hechavarría, el cual lo calificó como “potencia escultórica” cuya capacidad creativa y voluntad de trabajo pocas veces se ha visto y que de seguro, dará mucho de qué hablar en los próximos años.


Su carácter bromista y capacidad de conversación fueron otras de las características que no pudo dejar de reconocer en Yonisbel su amiga y compañera de estudio Marlin Licea Hervas.


Por ello no es de extrañar la añoranza del joven que hoy continua su preparación a través de redes como whatsapp y confiesa extrañar a Elvis su profesor guía y padre adoptivo, amigos y maestros porque -según sus propias palabras- su mundo está en la Academia, el lugar en el que tuvo la oportunidad de prepararse para alcanzar el sueño de ser artista.

 

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Author: Claudia Patricia Domínguez
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Licenciada en Periodismo. Adoro a mi pequeño. Me encanta la música de Buena Fe y disfruto de los textos de García Márquez