Trabajar es concluyente
- Por Rodobaldo Martínez Pérez
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La eficiencia en la economía cubana, por la que tanto aboga la máxima dirección del país, es lograble en la medida que eliminen todas sus trabas.
Esas negaciones repetidas, años tras años, constituyen los peores contenes a la voluntad de avanzar. Por ejemplo, las cuentas por cobrar y pagar, que algunas entidades no cumplen, aparecen entre las ineficacias lacerantes para el sistema empresarial cubano, que al finalizar cada período, vuelven a repetirse en un nocivo ciclo vicioso.
Otro ejemplo negativo los pagos pendientes, si un productor no recibe, a tiempo, sus dividendos, a pesar de haber entregado sus productos, perjudican a su familia y desestimulan las fuerzas productivas, sin incorporar los maltratados contratos, tan violados a lo largo de nuestra historia o las pérdidas de entidades, sin razonamientos profesionales.
Ocurre igual con el no cobro. Durante un período ejecutan el plan, hay ahorro, inversiones, más gasto de recursos. La mercancía la venden, pero no llega la entrega del dinero, equivalente a trabajar por gusto y desorden notables en la economía.
La realidad muestra que para crecer en los rendimientos, debemos aprender a trabajar, desde la eficiencia, con el principio de involucrarnos realmente en la verdadera defensa de la Revolución, en momentos tan cruciales por el acoso del mayor imperio del mundo contra nuestra nación con el brutal recrudecimiento del bloqueo, como nunca antes.
Necesitamos lograr, con sapiencia, que funcione ese banco de problemas por centros y buscar soluciones inteligentes y absolutamente definitivas, que significa arrancarle un pedacito, para siempre, a cada dificultad, para que el llamado a la eficiencia funcione como una respuesta positiva que precisamos.
Son, también, requerimientos la defensa de la producción nacional, el estímulo a la inversión extranjera, el impulso al desarrollo local y el encadenamiento de los diversos sectores, con el protagonismo de la empresa estatal, con la aplicación extrema de la cultura del detalle, que significa hacerlo todo bien, sin chapucerías.
Todo lo que pueda producirse nacionalmente, con calidad y eficacia, debe materializarse, porque así reducimos la dependencia de las importaciones.
El gasto, aproximadamente, asciende a unos dos mil millones de dólares, al año, en la compra de alimentos en el exterior, aunque buena parte de estos puede producirse aquí.
Ya en 1986, Fidel advertía: “No está dicho en ningún programa, ni está dicho en ninguna parte, ni nadie lo dijo nunca en ninguna parte, que se pudiera desarrollar un país, hacer avanzar a un país y enriquecer a un país sin el trabajo”.
La verdad es una: Para que Cuba no sea el único territorio del mundo, donde se vive sin trabajar, hace falta una transformación radical en todos los factores nocivos que, por las diversas vías, posibilitan a personas, en plenas facultades, no aportar a la sociedad y, cuando van para el extranjero, trabajan hasta el total cansancio, con pocas libertades personales.
Es verdad que estas personas no sienten la necesidad de atarearse para satisfacer sus necesidades, porque, además, por diversas vías, incluyendo ilegalidades, logran el dinero, entonces ¿qué presión puede haber para sacar el sudor de la frente y sentir estímulo por el trabajo honesto?
Cuba debe fortalecer la vinculación entre la agricultura y la industria alimentaria y lograr un balance entre las producciones estatales y privadas para contribuir a un mejor acceso del pueblo a los alimentos.
Los cubanos están decididos a resistir, avanzar y vencer, teniendo en cuenta el recrudecimiento del bloqueo económico, comercial y financiero de EE.UU. contra nuestro país.
Inteligencia no debe faltar en cada idea.
Comentarios
A nuestros enemigos del indestruible proceso revolucionario cubano, no tenerle temor alguno que conozcan nuestras realidades, aquellas mas acentuada fruto del cruel bloqueo y a lo interior de nuestros defectos, ya que ellos lo que no conocen, se lo imaginan o lo inventan con sus creatividades falsas para generar matrices de opinión desfavorable sobre la nación cubana y sus dirigentes.
La resistencia y el desarrollo que nos proponemos son una afrenta al enajenado jefe del imperio, Donald Trump que no está preparado para entender a un país de combatientes dignos, valientes, consagrados, que con la unión de obreros, científicos, intelectuales y estudiantes, ni a un modelo de desarrollo social que pone por delante al ser humano . ‘’Nos siguen tirando a matar, y nos quieren muertos.
No es un juego de palabras ni un discurso caprichoso, es la esencia y la pretensión de la guerra, cual verdadero genocidio, de Estados Unidos contra Cuba. Sí, no es nuevo, pero lo que sucede es que ahora la política imperial, en manos de un esquizofrénico del poder, se vuelve más agresiva, porque es fruto de la impotencia y de la histeria de un personaje que se cree Dios, pero Donald Trump no pasa de ser un pobre diablo, pese a todo su dinero.’’
Cada día trabajar en la profundización de la conciencia revolucionara a pesar de adversidades que complican plena concientización política en el segmento poblacional más joven
Como hándicap nocivo para entender el panorama cubano antes del triunfo revolucionario por la población cubana actual, donde se aprecia que más del 80 % no vivió aquella amarga situación, y pocos tienen convicción y muchos su conocimiento es nulo, sobre aquella triste sociedad llena de miseria, explotación, hambre y enfermedad, que un tanto les impide hacer comparaciones de lo terrible que resultó el sistema capitalista imperante en nuestro país antes de 1959 y las bondades que brinda nuestro actual Socialismo.
Solo los que peinamos cana, y algunos de las generaciones más jóvenes dedicados estudiar, tienen convicción de aquellos cuerpos represivos de la Policía y otras disciplinas, que asesinaban, sacaban uñas a los prisioneros, mantenían a la población en un manifestó estado de violencia y miedo; también aquel panorama de servicios de salud pauperismos, como el caso de Holguín que solo contaba con una Casa de Socorro, y un hospital civil con unas pocas camas y limitado personal médico y para médico y que para poder alcázar este servicio en muchos casos se requería de alguna recomendación de políticos corruptos. Niños comidos de parasito, descalzos , que no tenían oportunidad de estudiar y que una mayoría se acostaban si comer, sin ningún acceso a la cultura, al deporte, a la recreación; el cuadro desolador presente en los desalojos campesinos de sus viviendas, de su pedazo de tierra para cultivar, por parte de la Guardia Rural y la ausencia de toda garantía en otras esferas de la misera vida de los pobladores de la Isla Mayor de las Antillas
Entre otros retos, la tan necesaria informatización de la sociedad cubana y el Internet, tiene hoy a jóvenes y niños con una fuerte y enraizada adición sistemáticamente vinculado con medios tecnológicos, como móviles, tables, computadoras, equipos de música, u otros ordenadores, consumiendo contenidos que los inclinan al consumismo y a una cultura que no es la más apropiada para su formación política ideológica. Paradojamente el uso del INTERNET, es una mezcla de cosas buenas, necesarias con otras muy negativas.