Jabas, entre hilos de la burocracia
- Por Lourdes Pichs Rodríguez
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Nadie puede negar que el Sistema del Plan Jaba (PJ) solicitaba a gritos un cambio radical, desde su proceso de solicitud, otorgamiento hasta el momento de hacer efectivo ese derecho en bodegas, conferido por la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) en coordinación con el Ministerio de Comercio Interior (Mincin), para favorecer a núcleos, cuyos miembros -todos- estuvieran incorporados al trabajo o estudio.
Desde hacía mucho, mucho tiempo todo lo relacionado con el PJ era y es contradictorio, así como resulta un tema recurrente en cualquier cola a la cual llega una persona pidiendo el último.
Es tan así, que fue uno de los planteamientos más reiterados por las federadas durante en el proceso previo al X Congreso de la FMC y de la celebración de este importante evento emanó entre sus objetivos de trabajo la aprobación de actualizar el PJ, a partir de un grupo de parámetros esenciales, como “ser mujer u hombre trabajador (a) activo (a) solo (a) o que todos los integrantes de su núcleo sean trabajadores, estudiantes o menores de edad no escolares o tener en el hogar convivientes con discapacidad física total comprobada”.
Pienso que hasta ahí muy bien todo; sin embargo, el problema nos llega con la manera indicada ahora para emprender el proceso de renovación-bastante demorado, por cierto, al estar casi por terminar enero y poco se haya concretado-, que contempla la solicitud de ese derecho a la secretaria de la delegación o bloque por parte de los interesados, quienes aportarán datos específicos de los miembros de la vivienda, así como número de la Oficina de Registro de Consumidores (Oficoda), bodega y núcleo correspondiente.
Con esa relación bien detallada -que puede ser verificada por las directivas de base de la FMC a través de cartas solicitadas a los centros laborales- la Secretaria de Bloque irá con tantas Libretas de Abastecimiento como existan en su radio de acción merecedoras de PJ a la ORC a que estampen la firma y el cuño en la tarjeta, con el fin de identificarlas y priorizar sus compras.
Y a partir de este momento es cuando la “madeja” comienza a rozar el burocratismo, mal al cual nos ha llamado a despojar de cualquier tipo de trámite la máxima Dirección de Gobierno del país. Es nuestra apreciación, tras varias inquietudes recepcionadas al respecto y conversar con mi Secretaria de Bloque, directora de una escuela primaria, quien, además, imparte clases en un aula; tiene familia y otros muchos deberes y obligaciones por cumplir.
De ahí que imaginé a las más de mil 530 secretarias de bloque de la provincia, en su gran mayoría mujeres trabajadoras y en puestos claves de la economía o los servicios, en una cola, y no, precisamente en la de PJ, con una bolsa llena de Libretas de Abastecimiento a la espera de que en la Oficoda correspondiente le realicen un trabajo que muy bien puede hacerse en la base-entiéndase bodega- entre esa compañera de la federación y el administrador.
Aunque vale aclarar -así me lo confirmaron- que la nueva modalidad preveía que en diciembre estuvieran los listados en las Oficodas, para que al llenar las tarjeta de 2020 salieran con la firma y el cuño los núcleos acogidos a ese sistema de compra, pero ese detalle no se cumplió, las razones, no las conozco.
Sin embargo, nuestra opinión es que el problema afrontado en el funcionamiento del PJ no se va a resolver con ese trámite introducido ahora.
El otorgamiento al derecho de esa prioridad, aprobación y funcionamiento del ese procedimiento, se logra con un análisis casuístico y sin paternalismo de los núcleos que de verdad cumplan los requisitos establecidos, verificación periódica del estatus de los acogidos al PJ y, sobre todo, de que el administrador de la bodega y carnicería revise siempre si está en la tarjeta el cuño y firma y deniegue la atención a los simuladores, es decir, se busque problemas.
Pero, además, que se practique despachar solo por PJ los productos normados a los miembros del núcleo beneficiado, con una sola libreta y siempre impere la atención a uno de la cola y dos PJ.
La muestra de lo inoperante, a nuestro modo de ver, de esta salida a la actualización del PJ, es que hoy son muy pocos los núcleos, cuya tarjeta de la bodega tiene cuño y firma de la Oficoda y por cómo marcha el proceso todo indica que mucho costará.
Comentarios
La Resolución de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) y el Ministerio de Comercio Interior emitida el primero de agosto de 1992 sobre Plan jaba tiene plena vigencia:
La la Resolución 5.171 establece los requisitos para acceder a ese permiso, a saber:
a) Ser mujer u hombre trabajador (a) activo (a) solo (a) o que todos los integrantes de su núcleo sean trabajadores, estudiantes o menores de edad no escolares o tener en el hogar convivientes con invalidez física total comprobada.
b) Corresponderá comprar a dos núcleos del PJ por un núcleo que no está acogido.
c) Aquellas personas o núcleos familiares que incurran de forma reiterada en violaciones del uso del PJ se les hará un llamado de atención y en caso de persistir, se les retirará el derecho.