Vivo en un país libre

Vivo en un país libre, cual solamente puede ser libre…tararea la canción mientras se dispone a llegar a su trabajo. La letra le vino de sobresalto a la mente y sintió henchido su pecho. Hasta los pelos se le erizaron como piel de gallina. Piensa.

 

Es otro el momento histórico que vive marcado por carencias, situación higiénica y epidemiológica tensa por un mosquito llamado Aedes Aegypty y un caracol gigante africano, y para colmo, ahora se antojó el señor Trump, arremeter al duro y sin guante contra esta pequeña Isla, donde solo queremos vivir en paz, trabajar para crecer en la economía, producir, importar menos y exportar más, superar la calidad en todas las esferas, informatizar la sociedad y darle el derecho a conectarse con el mundo, perfeccionar la educación, contar con mejores y más modernizados servicios de salud, desarrollar la innovación, Ciencia y tecnología. En fin, seguir consolidando el modelo socialista por el que hace 60 años apostamos bajo la premisa martiana con todos y para el bien de todos.

¿Será tan complicado para los gobernantes del imperio entender la decisión de un pueblo de construir su propio camino sin injerencias? ¿Qué pretenden con amenazar a las compañías navieras encargadas de traer el combustible que requiere este Caimán para darle vida a su gente? ¿Creen que nos asfixiarán con impedir su llegada a puertos cubanos? Una vez más se equivocan los señores imperialistas.

La prueba está en la respuesta positiva de la gente ante las medidas que se toman en el país y territorio para palir los efectos de las políticas del norte revuelto y brutal. Nadie deja de hacer lo suyo, lo que le corresponde. Se mantiene la vitalidad en los servicios y la producción, con horarios encogidos y aprovechamiento al máximo de cada jornada y lo más apreciable es la disposición del transporte estatal de las entidades y el particular en muchos casos para trasladar a la población hacia sus destinos.

El día que se anunció la situación del país con los combustibles, ella pensó lo difícil que serían estos 15 días siguientes. Sus cálculos en costo de pasaje para llevar a su primogénita a la escuela y llegar a su trabajo, bastante distantes de su zona de residencia, se remontaron en unos 32 pesos ida y vuelta si solo tenía la posibilidad de trasladarse mediante los triciclos de cuatro pesos. Nunca antes adoró que hubiese guaguas Dianas, aunque apretadas, pero que estuviesen.

Sin embargo, no ha tenido que desembolsar la cuantiosa suma. Una estrategia bien concebida por las autoridades partidistas, gubernamentales y de organismos, con la fuerza del Minint como apoyo y la ola de solidaridad acrecentada en esta etapa entre los compatriotas, ha permitido sobrellevar esta contingencia en mejores condiciones de las que imaginó.

Sabe también que Cuba no está sola. Rusia manifestó su interés en apoyar a la Isla para enfrentar juntas esta compleja situación. Conoce del recorrido del presidente cubano Miguel Díaz-Canel Bermúdez por todas las provincias para chequear de cerca cómo marcha la vida aquí y confía. Hoy más que nunca recuerda la frase del Comandante Almeida: “Aquí no se rinde nadie co...” y sigue tarareando Vivo en un país libre, cual solamente quiere ser libre...