“Calixto García estuvo en el vórtice de los acontecimientos del convulso capítulo de nuestra historia que le tocó vivir. Jamás se consideró a sí mismo un ser perfecto, pero sí fue un ferviente convencido del valor y la trascendencia del ideal que defendía, y de dos de sus más valiosas cualidades: el patriotismo inclaudicable y la voluntad a toda prueba”, así lo catalogó Raúl Castro Ruz durante el centenario de la muerte del insigne mambí.