Ser militar, mi mayor anhelo
- Por Yanela Ruiz González
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Cuando hay vocación, interés y constancia no hay imposibles para cumplir los sueños, una verdad que se ajusta como su propia piel a la recién ascendida al grado de mayor y distinguida por su servicio Yunexis Carralero Vegas, oficial del Ministerio del Interior, cuya historia en estas filas inició hace 22 años.
“Ser militar había sido siempre mi mayor anhelo. A pesar de tener una posición ventajosa en el escalafón (la número uno) en noveno grado vi desestimada esa posibilidad porque no llegó la beca de “los camilitos” a mi escuela.
Entonces tocó seguir estudios en una Facultad Obrero Campesina. Vivía en Kamazán de Báguanos”, comenta.
A pocos minutos de haber saboreado su acenso, uno de los momentos más trascendentales en la vida de un militar, por toda la entrega, horas de desvelo, ausencia del hogar y tantos otros sacrificios, asumidos con el insoslayable compromiso de defender a la Revolución y el bienestar del pueblo, la mayor Yunexis abrió las puertas de la oficina para contar su historia de vida en el Ministerio que la abrazó cuando menos lo esperaba.
“Terminé la facultad y me incorporé a trabajar en Sepro y posteriormente en la ESPECON, como agente de seguridad y protección en entidades constructoras y un buen día, con la ayuda del jefe de sector de mi zona (ya residía en Güirabito, Holguín), llegué a la escuela del Minint.
“Me inicié en el Órgano de Prisiones, que implica mucho trabajo, tener un alto sentido del valor humano y del que se requiere para que prevalezca el respeto mutuo de oficial a interna y viceversa. Allí transité por diferentes cargos y fui ascendida a subteniente por estímulo. Luego me incliné por la labor política, estuve un tiempo como instructor político en comisión de servicio hasta que me incorporé al cargo de Cuadro para hacer la especialidad”.
Transitar por diferentes cargos implica estudios, cursos…

“En el 2011 recibí mi título de Licenciada en Derecho Penal, algo que marcó otro gran salto en mi vida y que pude lograr también porque el Mando nos ayudó mucho a todos los que quisimos estudiar. Seguí preparándome en cursos de postgrado que enriquecieron mis conocimientos para desarrollar la labor de instructora política en la unidad. Transité por la Disciplinaria, atendí a jóvenes y estuve en la sección de prisiones. Todo eso contribuyó con mi formación, mi profesión y vida personal. A la par asumí cargos dentro de las organizaciones políticas. Llegué a tener la doble militancia. En estos momentos dirijo un núcleo del Partido con resultados favorables".
¿Por qué le confiaron esas tareas?
"Siempre he demostrado ser una persona responsable, con amor y disciplina para que todo se cumpla como está establecido y bien hecho. Son valores que me impregnó mi gran heroína de todos los tiempos, mi madre Miriam Vegas Cruz, quien siempre ha sido una madre ejemplar, reconocida así en mi primaria, mi secundaria. De ella también vino ese anhelo de querer ser militar, pues era trabajadora civil de las Fuerzas Armadas y me llevaba mucho donde ella trabajaba”.
¿Eres única hija?
“Sí. Yo también tengo un solo hijo de 13 años de edad, a quien le inculco igualmente los valores para que sea una persona de bien. Integra el Movimiento Juvenil Martiano y es un niño querido en el barrio por su nobleza y educación, con buenos resultados escolares. Gracias a mi madre y a mi hijo, mis pilares, que son dos fuerzas que me inspiran grandemente y me ayudan de una manera incondicional, puedo alcanzar tantos logros”.
Yunexis hace una parada, dos, tres… en la conversación. Han venido algunos subordinados y compañeros de trinchera a felicitarla por su reciente ascenso. Es notable el cariño que le profesan y el aprecio a tanto arrojo en una mujer menuda, que no se da por vencida y siempre busca superarse, sin temor a ninguna tarea.
“No tenía experiencia en la actividad de Cuadro cuando entré a trabajar en la prisión El Yayal-prosigue. El compañero que se desempañaba en el puesto de jefe de Cuadro me ayudó mucho y aprendí de sus experiencias. En el año 2012 tuve que hacer una parada para cumplir con otra misión, la más hermosa y que sería para toda la vida, con la que debía conjugar el resto de mis tareas en lo adelante. Había quedado embarazada de mi pequeño y me adentré en la maternidad.
“Realmente he podido cumplir mis roles como ya dije gracias al apoyo de mi madre y tía Minerva, que también ha sido parte de este sostén. Me incorporé al trabajo antes del año del bebé. Nuestros hijos aprenden de nuestro sacrificio. A él le ha tocado andar conmigo muchas veces, como lo hice yo con mi madre. Ahora dice que quiere ser militar también.
“Hemos tenido etapas muy complicadas en la familia, sobre todo cuando mi mamá tuvo un accidente que le provocó nueve fisuras y eso conllevó a tres operaciones, quedó impedida físicamente, lo que no imposibilita su apoyo para mí.
¿Cómo te sientes después de 22 años de trabajo?
"Más orgullosa cada día. Satisfecha porque he ido cumpliendo cada una de las metas que me he proyectado. Realmente he tenido muchos resultados dentro del Minint y reconocimientos por la labor destacada, condecoraciones por años de servicio, por quinta ocasión recibí el Servicio Distinguido. Ostento nueve medallas".
¿Cuánto sacrificio hay detrás de cada medalla?
"Mucho. Aunque mi cargo es administrativo, actualmente me desempeño como primera oficial de Cuadro, personal y preparación del Batallón Especial, cumplo todas las tareas igual que mi fuerza, muchas de envergadura, como los aseguramientos, el cuidado y preservación del orden para mantener la tranquilidad ciudadana y supervivencias en el monte".

"Aquí llegué después de atender todos los órganos en la provincia desde la actividad de Cuadro. Es inmensa la alegría y el orgullo que siento de la brigada especial, órgano que cumple misiones de gran complejidad por los escenarios en que actúa".
A toda esta vorágine de trabajo se suman las tareas como Delegada del Poder Popular…
“Primero fui presidenta del CDR y años después me eligen para Delegada del Poder Popular. Ya llevo dos mandatos, siete años en esta tarea. Igualmente he tenido responsabilidades en la Asamblea Municipal como parte de estas funciones.
“En los momentos cruciales que vivimos muchas cosas se dificultan, pero no son imposible. El Minint me ha enseñado a enfrentar cualquier misión por compleja que sea. En el barrio me quieren, realmente me he ganado el respeto siendo muy respetuosa con mis electores, un elemento fundamental para que las masas se impliquen en todo lo que se requiera en la vecindad.
“El General de Ejército Raúl Castro dijo Sí se puede, es uno de mis paradigmas. Siempre hay un momento. Mis compañeros a veces me dicen que no saben cómo puedo con tanto. Es por el amor, la valentía y la honestidad con que enfrento cada tarea, es lo que me lleva a ser realmente una verdadera cubana y revolucionaria.
¿Satisfecha con lo que has logrado hasta ahora?
"Sí. Sobre todo con haber alcanzado mi ascenso al grado de mayor, por mi madre y mi hijo en primer lugar, se los debía a ellos, con quienes no puedo estar todo el tiempo que quisiera".
¿Qué es lo que más te apasiona hacer cuando tienes algún tiempo libre?
"Esos momenticos los dedico a la lectura. Me gusta leer mucho a Martí y Fidel. Me apasiona, y eso lo he transmitido a mi hijo, mi continuidad".
¿Algún mensaje para las nuevas generaciones?
"Que asuman sus misiones con mucha responsabilidad, sean eficientes en su labor y mejores cada día. Que cumplan cada tarea con el mayor orgullo y pensando siempre en todos los líderes que nos antecedieron".
El Minint para ti es…
"La mayor alegría. Desde que estoy en estas filas he logrado ser una mujer más fuerte y me siento muy feliz de poder aportar, desde mi trinchera, a mantener la tranquilidad de mi pueblo".
Entonces tocó seguir estudios en una Facultad Obrero Campesina. Vivía en Kamazán de Báguanos”, comenta.
A pocos minutos de haber saboreado su acenso, uno de los momentos más trascendentales en la vida de un militar, por toda la entrega, horas de desvelo, ausencia del hogar y tantos otros sacrificios, asumidos con el insoslayable compromiso de defender a la Revolución y el bienestar del pueblo, la mayor Yunexis abrió las puertas de la oficina para contar su historia de vida en el Ministerio que la abrazó cuando menos lo esperaba.
“Terminé la facultad y me incorporé a trabajar en Sepro y posteriormente en la ESPECON, como agente de seguridad y protección en entidades constructoras y un buen día, con la ayuda del jefe de sector de mi zona (ya residía en Güirabito, Holguín), llegué a la escuela del Minint.
“Me inicié en el Órgano de Prisiones, que implica mucho trabajo, tener un alto sentido del valor humano y del que se requiere para que prevalezca el respeto mutuo de oficial a interna y viceversa. Allí transité por diferentes cargos y fui ascendida a subteniente por estímulo. Luego me incliné por la labor política, estuve un tiempo como instructor político en comisión de servicio hasta que me incorporé al cargo de Cuadro para hacer la especialidad”.
Transitar por diferentes cargos implica estudios, cursos…

“En el 2011 recibí mi título de Licenciada en Derecho Penal, algo que marcó otro gran salto en mi vida y que pude lograr también porque el Mando nos ayudó mucho a todos los que quisimos estudiar. Seguí preparándome en cursos de postgrado que enriquecieron mis conocimientos para desarrollar la labor de instructora política en la unidad. Transité por la Disciplinaria, atendí a jóvenes y estuve en la sección de prisiones. Todo eso contribuyó con mi formación, mi profesión y vida personal. A la par asumí cargos dentro de las organizaciones políticas. Llegué a tener la doble militancia. En estos momentos dirijo un núcleo del Partido con resultados favorables".
¿Por qué le confiaron esas tareas?
"Siempre he demostrado ser una persona responsable, con amor y disciplina para que todo se cumpla como está establecido y bien hecho. Son valores que me impregnó mi gran heroína de todos los tiempos, mi madre Miriam Vegas Cruz, quien siempre ha sido una madre ejemplar, reconocida así en mi primaria, mi secundaria. De ella también vino ese anhelo de querer ser militar, pues era trabajadora civil de las Fuerzas Armadas y me llevaba mucho donde ella trabajaba”.
¿Eres única hija?
“Sí. Yo también tengo un solo hijo de 13 años de edad, a quien le inculco igualmente los valores para que sea una persona de bien. Integra el Movimiento Juvenil Martiano y es un niño querido en el barrio por su nobleza y educación, con buenos resultados escolares. Gracias a mi madre y a mi hijo, mis pilares, que son dos fuerzas que me inspiran grandemente y me ayudan de una manera incondicional, puedo alcanzar tantos logros”.
Yunexis hace una parada, dos, tres… en la conversación. Han venido algunos subordinados y compañeros de trinchera a felicitarla por su reciente ascenso. Es notable el cariño que le profesan y el aprecio a tanto arrojo en una mujer menuda, que no se da por vencida y siempre busca superarse, sin temor a ninguna tarea.
“No tenía experiencia en la actividad de Cuadro cuando entré a trabajar en la prisión El Yayal-prosigue. El compañero que se desempañaba en el puesto de jefe de Cuadro me ayudó mucho y aprendí de sus experiencias. En el año 2012 tuve que hacer una parada para cumplir con otra misión, la más hermosa y que sería para toda la vida, con la que debía conjugar el resto de mis tareas en lo adelante. Había quedado embarazada de mi pequeño y me adentré en la maternidad.
“Realmente he podido cumplir mis roles como ya dije gracias al apoyo de mi madre y tía Minerva, que también ha sido parte de este sostén. Me incorporé al trabajo antes del año del bebé. Nuestros hijos aprenden de nuestro sacrificio. A él le ha tocado andar conmigo muchas veces, como lo hice yo con mi madre. Ahora dice que quiere ser militar también.
“Hemos tenido etapas muy complicadas en la familia, sobre todo cuando mi mamá tuvo un accidente que le provocó nueve fisuras y eso conllevó a tres operaciones, quedó impedida físicamente, lo que no imposibilita su apoyo para mí.
¿Cómo te sientes después de 22 años de trabajo?
"Más orgullosa cada día. Satisfecha porque he ido cumpliendo cada una de las metas que me he proyectado. Realmente he tenido muchos resultados dentro del Minint y reconocimientos por la labor destacada, condecoraciones por años de servicio, por quinta ocasión recibí el Servicio Distinguido. Ostento nueve medallas".
¿Cuánto sacrificio hay detrás de cada medalla?
"Mucho. Aunque mi cargo es administrativo, actualmente me desempeño como primera oficial de Cuadro, personal y preparación del Batallón Especial, cumplo todas las tareas igual que mi fuerza, muchas de envergadura, como los aseguramientos, el cuidado y preservación del orden para mantener la tranquilidad ciudadana y supervivencias en el monte".

"Aquí llegué después de atender todos los órganos en la provincia desde la actividad de Cuadro. Es inmensa la alegría y el orgullo que siento de la brigada especial, órgano que cumple misiones de gran complejidad por los escenarios en que actúa".
A toda esta vorágine de trabajo se suman las tareas como Delegada del Poder Popular…
“Primero fui presidenta del CDR y años después me eligen para Delegada del Poder Popular. Ya llevo dos mandatos, siete años en esta tarea. Igualmente he tenido responsabilidades en la Asamblea Municipal como parte de estas funciones.
“En los momentos cruciales que vivimos muchas cosas se dificultan, pero no son imposible. El Minint me ha enseñado a enfrentar cualquier misión por compleja que sea. En el barrio me quieren, realmente me he ganado el respeto siendo muy respetuosa con mis electores, un elemento fundamental para que las masas se impliquen en todo lo que se requiera en la vecindad.
“El General de Ejército Raúl Castro dijo Sí se puede, es uno de mis paradigmas. Siempre hay un momento. Mis compañeros a veces me dicen que no saben cómo puedo con tanto. Es por el amor, la valentía y la honestidad con que enfrento cada tarea, es lo que me lleva a ser realmente una verdadera cubana y revolucionaria.
¿Satisfecha con lo que has logrado hasta ahora?
"Sí. Sobre todo con haber alcanzado mi ascenso al grado de mayor, por mi madre y mi hijo en primer lugar, se los debía a ellos, con quienes no puedo estar todo el tiempo que quisiera".
¿Qué es lo que más te apasiona hacer cuando tienes algún tiempo libre?
"Esos momenticos los dedico a la lectura. Me gusta leer mucho a Martí y Fidel. Me apasiona, y eso lo he transmitido a mi hijo, mi continuidad".
¿Algún mensaje para las nuevas generaciones?
"Que asuman sus misiones con mucha responsabilidad, sean eficientes en su labor y mejores cada día. Que cumplan cada tarea con el mayor orgullo y pensando siempre en todos los líderes que nos antecedieron".
El Minint para ti es…
"La mayor alegría. Desde que estoy en estas filas he logrado ser una mujer más fuerte y me siento muy feliz de poder aportar, desde mi trinchera, a mantener la tranquilidad de mi pueblo".
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