Yanelis Batista, orgullo y desvelo por sus Pequeños Castores
- Por Arnaldo Vargas Castro
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Yanelis se entrega a tan bella obra con todo el amor que profesa. Foto del autor.
Con 27 años de labor ininterrumpida en el sector educacional, la mayaricera Yanelis Batista González se muestra orgullosa y satisfecha de haber inaugurado, como directora, la Casita infantil Pequeños Castores, del Cocal, para servir a madres trabajadoras de la Empresa Constructora de Obras de Ingeniería (Ecoi-16).
El pasado mes de agosto abrió sus puertas esta segunda casita del Sindicato de la Construcción en la provincia, siendo atendida por 10 experimentadas trabajadoras (7 docentes y 3 no docentes), para la atención y primeras acciones educativas a 30 querubines del segundo al quinto años de vida.
A la hora del descanso, las trabajadoras se reúnen. Foto del autor.
“Las madres de estos pequeños se servían de cuidadoras privadas, teniendo que pagar elevados precios y en ocasiones tenían que llevarlos con ellas a sus centros de trabajo, representando un obstáculo para el buen desempeño de sus funciones. Con nuestra casita se muestran contentas, satisfechas, porque reúnen todas las condiciones, el servicio es de calidad y los niños se han adaptado muy bien”.
La aplicación de este novedoso sistema de atención y educación a niños de la primera infancia, con tan positivo impacto en las madres trabajadoras y sus familias, forma parte del Programa Adelanto para la Mujer; enaltece a quienes lo brindan, a las entidades que crean tan bellos espacios y a los organismos, organizaciones y personas que donan juguetes, medicamentos y algunas vituallas.
¿Por qué Pequeños Castores?
“Se corresponde con el nombre comercial ´Castores´, de la Empresa Constructora de Obras Ingenieras (Ecoi-16), creadora de esta bella instalación, a cuyas trabajadoras servimos en el cuidado y acciones educativas iniciales, de sus pequeños.
“Quiero precisar que, el nombre es muy apropiado, porque los castores son pequeños roedores, considerados como los mejores ingenieros del mundo animal, debido a que usan todos los materiales a su alcance, que puedan mover o tajar, para construir sus propias madrigueras. En nuestro caso, se trata de hijos de trabajadoras de la entidad, que tuvo a su cargo la construcción de la importante Presa Mayarí”.
Este embalse fue construido con pantalla de hormigón, único de su tipo en el país, seguido de la ejecución de decenas de kilómetros de canales, túneles, sifones y puentes-canales, del reconocido Sistema de Trasvase Este-Oeste. Ellos se enorgullecen de pertenecer a una rama especializada de la construcción, en la que, directivos, ingenieros, técnicos y operarios, se distinguen por su experiencia y calidad.
“Nos enorgullecemos de servir a trabajadoras (madres) de una empresa tan querida y por esa razón asumimos con mucho cariño la identificación de Pequeños Castores.
He escuchado muy buenas opiniones sobre sus servicios.
Casita infantil perteneciente a Médano, Holguín. Foto tomada de ahora.cu
“Bueno, además de las magníficas condiciones que tenemos, la calidad humana y experiencia de las trabajadoras, el apoyo material de educación, la Ecoi-16 y otros organismos, es notable el amor y entrega conque son atendidos los pequeños y también son magníficas las relaciones con sus familiares y la comunidad. Ahí está el secreto de ese reconocimiento”.
A la entrada de la bella casita, la enfermería; un pequeño, pero funcional pantry o despensa; dos salones atendidos por igual número de educadoras y una auxiliar pedagógica; un patio amplio y protegido, donde los niños juegan y realizan otras actividades; el huerto escolar, muy bien atendido y en espera de las primeras producciones.
Procedente del círculo infantil de El Naranjal, también de Mayarí, donde era reserva de la directora, Yanelis reconoce que “es un privilegio trabajar con mujeres tan profesionales, laboriosas, amorosas y comunicativas, como mis compañeras, en el cuidado de tan pequeñas criaturas, a tono con los programas, Adelanto para la Mujer y Educa a tu hijo. Labor que constituye una respuesta concreta al incremento de la demanda de plazas para círculos infantiles”.
La creación de estas casitas infantiles es un proceso creciente
Trabajadoras experimentadas atienden a los Pequeños Castores. Foto del autor.
Ha crecido el número de estas instituciones educativas, que tuvieron sus inicios en 1993, principalmente en la industria azucarera y la agricultura, de las provincias de Pinar del Río, La Habana y Villa Clara y hoy funcionan 106 en todo el país el país.
Desde hace 20 años surgió en Holguín la denominada Los Criollitos, en la empresa de cigarros Lázaro Peña, con capacidad para cien niños; en el municipio de Frank País se creó la primera del país en un territorio favorecido por el Plan Turquino; y, entre otros sectores, la Empresa de Materiales de Construcción (Médano), hizo posible el funcionamiento de, Los Pequeños de la Industria, el pasado 4 de abril.
Enamorada y satisfecha de su profesión, Yanelis Batista González significó que, con el respaldo del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia y el reconocimiento de la UNICEF, las casitas infantiles cubanas constituyen una magnífica alternativa para las mujeres trabajadoras, debido a que, los círculos infantiles no satisfacen la creciente demanda de tan necesarios servicios
Yanelis se emociona cuando se refiere a los 27 años que ha consagrado a la niñez. Foto del autor.
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