Recuerdos del primer oro mundial de Mario Kindelán
- Por Calixto González Betancourt
- Hits: 2860
A 22 años del hecho se recuerda como el boxeador holguinero Mario Kindelán Mesa obtuvo su primer título mundial, al que agregaría luego dos fajines más del orbe y dos títulos olímpicos.
Exhibió su clase boxística en los Juegos Panamericanos de Winnipeg, Canadá y el Campeonato Mundial de Houston, ambos en agosto de 1999, en los que se ratificó como el mejor púgil amateur del mundo en los 60 kilos, y uno de los dos más técnicos y sobresalientes de la relevante escuadra cubana.
En esos escenarios se impuso no sólo a los adversarios sobre el ring, sino también al acoso de los enemigos de Cuba, a mercaderes del deporte y a deshonestos jueces. “En Winnipeg eran reiteradas las invitaciones para que desertara, me pintaban el Paraíso. En Houston, un boxeador profesional cazatalentos me ofreció cinco millones de dólares si me profesionalizaba en EE.UU., además un carro y una residencia, entre otras ventajas materiales. Se decía asombrado por mi estilo.
También me llamaron otros promotores. Esos individuos no querían entender que estaban frente a un cubano patriota, igual que el resto de mis compañeros; frente a un hombre que no cambia a su Cuba y a Holguín por ningún tesoro”, afirmó entonces.
En Houston venció, por este orden, a Mahlon Kerwich, de Estados Unidos (10-4); Temur Suleymanov, de Ubeskistán (las computadores de los jueces reflejaron un 3-2, a pesar de la amplia y manifiesta superioridad de Kindelán sobre el ring, como lo demostró la suma -62 por 18- de todos los golpes registrados); Pongsit Wiangwisa, de Thailandia (8-2), George Lungu, de Rumania (9-4) y Alexei Steponov, de Rusia (10-3).
En esa ocasión escribimos sobre Mario: “Soñó con ese supremo momento y se preparó con perseverancia para convertirlo en realidad. Convencido de que cumpliría su propósito, viajó a Houston, y allá en épicos combates contra fuertes adversarios sobre el ring y contra la mafia que trató más de una vez de arrebatarles convincentes triunfos, llegó a la cúspide del mundo con lecciones boxísticas en un mar de dignidad contra desvergüenza.
“Mario Kindelán es nuestro digno Campeón. Duele y enoja que a varios de sus compañeros les hayan arrebatado las medallas, pero son también Campeones... con la retirada de Cuba (durante el primer cartel de finales) del Campeonato Mundial de Boxeo, debido a tanto descaro e irrespeto, defendemos la honra de nuestro deporte y alertamos al COI contra quienes enlodan y tratan de sepultar el boxeo amateur y olímpico.
“Nunca se imaginó el holguinero Kindelán que su título mundial cristalizaría en tan especiales circunstancias. Con elegante y depurado estilo boxístico arrolló a sus cinco contrincantes en los 60 kilogramos, al margen de que ciegos y deshonestos jueces, en dos ocasiones, dieran veredictos reñidos.
“Eran exactamente las 9:40 pm -hora de verano en Cuba- del jueves 26 de agosto de 1999, cuando en el Centro de Convenciones de Houston, el árbitro levantó la mano de Mario Kindelán para declararlo vencedor por puntos, sobre el ruso Alexei Steponov y nuevo monarca del mundo en los ligeros.
Artículo relacionado:
Medallas: Las alforjas más repletas