Renace el “Saratoga”

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El edificio del hotel Saratoga es de los tres más representativo de la Arquitectura Ecléctica en la ciudad de Holguín.
 
Los ojos de cualquier transeúnte se “van” hacia la céntrica esquina de las calles Maceo y Martí. Allí la regia edificación de dos plantas de color gris claro hace honores a lo más representativo de la Arquitectura Ecléctica de la ciudad de Holguín.
 
Resurge el edificio, donde estuviera la ferretería La Llave y el hotel Saratoga, con los elementos decorativos en su fachada e interiores propios del estilo de la época de principios del siglo XX, ahora como hotel de ciudad más representativo y céntrico de esta provincia.

Literalmente el “Saratoga” renace de entre las ruinas y lo hace tras cuatro años de fuerte y paciente proceso de recuperación, rehabilitación e inversión del edificio de 1913, que había sido declarado en peligro de derrumbe desde 1984.

Con la rehabilitación de este edificio se salvaguarda tanto la obra de arte como el testimonio histórico del mismo.
 
En septiembre de 2016 el arquitecto José Rodolfo Quiles de la Torre, administrador del Proyecto Saratoga en representación de la UEB Inmobiliaria Holguín, perteneciente al MINTUR, entró a la vieja edificación con el proyecto de la Empresa de Servicios de Ingeniería y Diseño de Holguín VERTICE, para emprender las labores constructivas del inmueble (grado de protección I) y así devolverle a la esquina suroeste del parque Calixto García el esplendor de antaño, salvaguardar la obra de arte y testimonio histórico de la edificación y convertirla en un hotel para el turismo libre y de recorrido o de ciudad, como suele denominarse.

Buscando en la historia

La historia recoge que en 1907 el solar localizado en la intersección de las calles Maceo y Martí (España y Concordia) del centro histórico de Holguín fue comprado por el señor Rodolfo Socarrás García, quien fuera teniente del Ejército Libertador. El objetivo de este médico camagüeyano radicado en la ciudad era levantar en el lugar “un edificio moderno de planta alta dedicada a la familia y consulta, y una planta baja para alquilar a entidades comerciales, vista la buena posición de inmueble”.

Así lo hizo, pero aún sin concluir la construcción, ya a principios de 1913 comenzó el alquiler de uno de los espacios de la planta baja. De ahí que allí existiera una sucursal del Banco Nacional de Cuba establecido en La Habana, a través del arrendamiento hasta poco después de 1919.

Pero, a partir del doctor Socarrás vender en 1920 el edificio a Robustiano Diego y Gómez y la Sociedad Mercantil Diego y Pérez, la edificación pasa a formar parte del patrimonio de dicho consorcio, que aunque cambia de propietario siempre sería a un miembro de la familia Diego.

De 1930 hasta 1934 una porción del edificio lo domina la Sociedad Anónima “The Nacional City Bank of New York”, cuyo representante fue el señor Andrés García Fernández y, progresivamente, el local fue ocupado por otros negocios, como el estudio fotográfico Sueiro (1937-1949), servicio de cristalería y venta de efectos eléctricos de la ferretería La Llave, en el espacio de la derecha entrando por la calle Martí.

En esta primera parte el hotel dispondrá de lobby, snack desayunador .
 
En tanto que en el segundo nivel lo ocupan dos viviendas, la del doctor Rodolfo Socarrás y la de la familia Talavera, aunque después se alquila con diferentes propósitos hasta 1937, cuando la sociedad Rodríguez Samarao y Compañía lo arriendan e instauran el Hotel Saratoga.

Del hostal diría la prensa de la época: “Consta este magnífico hotel de 22 habitaciones con servicio de agua fría y caliente a todas horas”. Además, del servicio de habitación ofertaba comida española en un restaurante acondicionado en las galerías que dan al patio, pero que posterior al año 1945 desaparece por razones económicas.

De muchos detalles está lleno el hotel.Para 1945 el número de habitaciones había crecido hasta 26, aunque solo 10 disfrutaban de servicio sanitario en su interior, pero todas sí disponían de baño y lavamanos. Fue en su tiempo el hotel citadino más solicitado y donde
principales figuras de la política y personalidades del arte se hospedaron, entre ellas Eduardo Chibás y Jesús Menéndez; Blanquita Amaro, Enrique Arredondo, Celina y Reutilio y Los Zafiros.

Rescate de una joya

Las 12 habitaciones disponen de alto confort.
 
Cuando ya se dan los retoques finales y los últimos ajustes al sistema eléctrico e hidráulico Quiles vuelve la vista hacia atrás y le parece mentira haber llegado a este momento de la entrega de una joyita a la ciudad de Holguín. Todo lo hecho lo tiene recogido en documentos, fotos hasta su tesis de maestría, próxima a defender, es sobre el “Saratoga”.

“A pesar del abandono, por más de 35 años, las inclemencias del clima y acciones vandálicas, que privaron al inmueble de todos los mosaicos del segundo nivel y la mayoría del primero; la carpintería compuesta por 56 puertas con sus marcos; el edificio soportó estos embates gracias a la calidad y fortaleza con que fue construido. Sin embargo, toda su cubierta y entrepiso estaban en muy mal estado”, explica el arquitecto.

Por ejemplo, de las 484 viguetas de madera de sección 25 x 8 cm y largo entre 6,2 y 3,50 metros, 122 tenían afectación y de los 3 mil 31 metros de alfajías mil 787 metros se encontraban podridos, deterioro debido a la humedad, que fue devastadora; sin embargo, la mayoría de los elementos decorativos representativos del estilo ecléctico pudieron ser restaurados.

El arquitecto José R. Quiles permaneció todo el tiempo al frente de la obra.Fotos: Carlos Rafael
 
Así lograron rescatar de la fachada principal el pretil, las pilastras, sus molduras, las cornisas, ménsulas, platabandas, zócalos, arcos de medio punto, columnas toscanas y compuestas, el friso con todos sus detalles de alto y bajo relieve y los planos lisos en forma despiezado (almohadillado).

“Lo más deteriorado fueron los balcones, donde se perdió la mitad de los balaustres, pasamanos y pilastras, que fue preciso restituidos”.

Reconoce la labor de proyectistas, constructores, restauradores, suministradores en fin de todos los que hicieron posible que desde un edificio en ruinas y donde apenas sirviera la cimentación y hubiera que hacerlo prácticamente todo nuevo, buscando soluciones a pie de obra, se lograra recobrar la autenticidad histórica, arquitectónica urbana y constructiva de uno de los tres edificios más ecléticos de la ciudad.

Hoy a punto de su puesta en marcha el hotel Saratoga, de la marca Encanto, lo hará en esta primera etapa con 12 habitaciones, lobby, bar, snack desayunador, cocina y patio interior, áreas todas ambientadas acorde con la época, entre ellas fotografías de la ciudad de Holguín y del edificio, que pasado sus más de 105 años de existencia rescata su sobriedad y belleza.
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Nota: Para el trabajo periodístico fue consultada la tesis de Maestría del arquitecto José Rodolfo Quiles de la Torre.

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Comentarios  

# ROBERTO FERNANDEZ 14-07-2020 08:50
CUANDO SE HABLA DE LA HISTORIA DEL HOTEL SE DEBE NOMBRAR EN LA HISTORIA A LA INSIGNIA DE AGUSTIN SOSA ANTIGUO DUEÑO DEL HOTEL Y SU FAMILIA, DECOROSA POR NOMBRE Y DE EMBLEMATICA FUTURA, DA DOLOR QUE NO SE LE RECONOZCA, YA QUE FUE UN GRAN HOMBRE Y DE PRINCIPIOS REVOLUCIONARIOS.
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# Rafael Miguel Iglesias Zaldivar 14-07-2020 13:22
Soy Holguinero de PURA SANGRE y aunque desde los 16 años estoy ausente siempre visito mi ciudad de la cual estoy orgulloso y siempre pasaba por el lugar y pensaba, soñaba verlo todo restaurado esos sueños se van convirtiendo en realidad Holguin poco a poco tenace mas esplendorosa y alegre que nunca FELICIDADES a todos los que estan haciendo posible este amanecer Holguinero un abrazo
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