Nuris Dailyn González: “La resiliencia de un pueblo nos hizo sede”

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Fotos: Alexis del Toro

En vísperas de las actividades centrales por el aniversario Triunfo de la Revolución en Holguín, este 26 de diciembre, la primera secretaria del Partido en Cacocum, Nuris Dailyn González Pereda, analiza en entrevista cómo la heroica recuperación tras el huracán Melissa y los logros sostenidos en salud, educación y producción fueron clave para que el municipio fuera designado anfitrión provincial.

Un aura de legítimo orgullo y trabajo acelerado se respira en las calles de Cacocum. La designación como sede provincial de las actividades por el aniversario del Triunfo de la Revolución en Holguín es aquí más que un honor protocolar: es el reconocimiento a una hazaña colectiva. Nuris Dailyn González Pereda, primera secretaria del Partido Comunista de Cuba en el municipio, recibe a la prensa con la serenidad de quien lidera un pueblo que ha convertido la adversidad en motor. “Cacocum se lo creyó”, afirma, “y Cacocum lo logró”.

¿Qué ha significado para Cacocum obtener esta sede y qué ha movilizado en la población?

“Fue una explosión de alegría. Veníamos trabajando con una intencionalidad enorme, porque en ciclos anteriores estábamos entre el cuarto y quinto lugar. Nos propusimos mejorar todos los indicadores, económicos, agrícolas, partidistas, con la motivación extra de aportar al homenaje por el centenario del Comandante el próximo año. Pero hay un factor decisivo: la prueba de fuego del huracán Melissa”.

¿Cómo influyó un evento tan devastador en una decisión de celebración?

“Fuimos de los más afectados de la provincia, no por el viento, sino por el agua. Inundaciones históricas en más de 20 comunidades, en barrios que ni siquiera figuraban en nuestros planes de defensa. Evacuamos a más de 26 mil personas. Fue el pueblo, unido al Consejo de Defensa y las Zonas de Defensa, el protagonista de una recuperación rápida, ágil y, lo más importante, sin una sola pérdida de vida humana. Esa demostración de unidad y resiliencia, creo, pesó muchísimo en la decisión provincial de otorgarnos la sede”.

Esa capacidad de respuesta se traduce ahora en obras visibles…

“Claro. Se generó un movimiento transformador en educación, salud, cultura. El objetivo ha sido que todos los centros, aunque sea con una capa de pintura, mejoren. Se trabaja hasta el último minuto en limpieza, chapeo, embellecimiento. También ha sido una gran satisfacción la entrega de paneles solares a educadores y médicos destacados, un alivio tangible para familias en medio de los problemas de generación eléctrica”.

La agricultura, golpeada duramente por Melissa, ¿cómo avanza de cara a esta fecha?

“Perdimos más de mil hectáreas. Ha sido un reto monumental, pero la campaña de frío marcha por encima del cumplimiento. No estamos perfectos, hay que seguir trabajando aspectos como la leche, pero hay un esfuerzo extraordinario y confiamos en cerrar el mes cumpliendo el plan de la carne. Llegaremos al acto con ese deber cumplido”.

La educación, un sector siempre prioritario, muestra logros más allá de la infraestructura.

“De nuestras 66 instituciones, más del 70 por ciento están en muy buenas condiciones. Dos, el seminternado Expedicionario del Corinthya y la escuela Joaquín García, quedaron bellísimas. Pero el orgullo mayor son nuestros estudiantes. Tuvimos una ganadora nacional del concurso “Amigos de la FAR”, cuya madre es colaboradora de la salud en misión. Además, la actual presidenta provincial de la FEEM es cacocumense, y tenemos jóvenes en secretariados nacionales de la FEEM y la FEU. Son el fruto de un trabajo de años”.

La cultura, nos comenta, también jugó un papel sanador tras el desastre.

“Fundamental. Proyectos como AfroCuba, ganadores de premios nacionales, estuvieron llevando música y alegría a los barrios más afectados, como Yaguabo y Limoncito, que estuvieron bajo agua más de 15 días. Llevar una fiesta a quien lo perdió casi todo es un acto de profunda sensibilidad y fortaleza. También estamos rescatando instituciones emblemáticas como nuestro cine y la biblioteca pública”.

Uno de los logros más destacados es en el Programa Materno Infantil.

“Es una de nuestras mayores satisfacciones. Este año, después de 22 años, logramos una tasa de mortalidad infantil en cero, y también cero mortalidad materna. Bajamos significativamente el índice de bajo peso al nacer. Esto no es casualidad. Montamos un sistema de trabajo intersectorial desde el Partido y el Gobierno, que llega hasta cada consultorio médico. Tenemos un hogar materno remozado y proyectamos recuperar otro. Salvar vidas es la prioridad”.

Para finalizar, secretaria, en un acto que conmemora la rebeldía y la unidad, ¿qué distingue al pueblo cacocumense?

“Más allá de nuestro santo patrón, San Pedro de Cacocum, al que asociamos con el agua –¡y vaya que Melissa nos trajo!–, lo que nos define es la capacidad de unirnos y levantarnos. Esta sede es un homenaje a esa cualidad. Es el reconocimiento a un pueblo que, aun con limitaciones como el combustible, no se detiene. La alegría del 26 de diciembre no borra las pérdidas, pero sí honra el esfuerzo de cada cacocumense. Somos sede porque supimos convertir la prueba en victoria colectiva”.

Con las últimas pinceladas de pintura y el fervor de un pueblo que se reconoce en su propio esfuerzo, Cacocum se renueva y avanza. La designación como sede no es un punto final, sino un espaldarazo en el camino. Bajo el liderazgo de figuras como Nuris González, este municipio demuestra que la verdadera rebeldía, la que se celebra en esta fecha, es la que se ejerce día a día: la de un pueblo que, unido, se sobrepone a la furia de la naturaleza y construye, con tenacidad, su propio futuro.

Author: Liban Fernando Espinosa Hechavarría
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