Al rescate del cerdo

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Fotos: De la autora

Lograr la presencia de carne de cerdo en la mesa de la mayoría de los holguineros y que duela menos al bolsillo, (la libra al corte asciende a 700 pesos en estos momentos) es propósito de la Empresa Porcina Holguín, que apuesta por la aplicación de alternativas para avanzar en la recuperación de esta masa e incrementar las producciones.

Si bien la actividad porcina se deterioró, esencialmente, debido a la carencia de materias primas para la alimentación animal, algo que se acentuó con la crisis generada tras la COVID-19, y que para Cuba fue más crítico a partir del recrudecimiento del bloqueo económico, financiero y comercial y las medidas coercitivas impuestas a la Isla, hoy comienzan a vislumbrarse discretos resultados que apuntan a una reanimación paulatina.

Para tener una idea del decrecimiento sufrido por las causas antes mencionadas, Niorge Abreu Sánchez, director adjunto de la Empresa Porcina Holguín, refiere que como promedio la provincia contaba con 4 mil 500 reproductoras y actualmente, con muchos esfuerzos, llega a 668, lo que ha sido muy desfavorable.

“Pero cuando se compara el comportamiento de la masa porcina en los años de esa gran depresión con respecto al 2023 y 2024 apreciamos que comienza a verse una ligera recuperación a partir de la labor de las diferentes unidades y principalmente de los centros multiplicadores”, explica el directivo.

Para sobreponerse a las dificultades, señala, han buscado nuevas alternativas que garanticen la alimentación de los animales. Entre las mencionadas están las plantas proteicas y otros productos que adquieren mediante la contratación con campesinos, usufructuarios y formas productivas.

Multiplicar cerdos y alimentación

El descenso sustancial que experimentó la presencia de carne de cerdo en mercados estatales e incluso en las ventas de particulares impulsó a retomar los pies de cría de razas criollas, que pudieran sostenerse con alimentación alternativa y fueran más resistentes a las enfermedades.

Con ese propósito comenzó a fomentarse la cría de cerdos de capa oscura, una misión que desarrolla el centro multiplicador ubicado en Cochico 2, municipio de Rafael Freyre, donde labora un colectivo de ocho trabajadores, bajo el mando de Reynaldo Pérez Santos, más conocido por Laly.

“Este centro inició con la raza Yorkshire, animales de mayor masa corporal pero vulnerables a las enfermedades y muy exigentes en su alimentación, por lo que ante la imposibilidad de importar el pienso que necesitaban asumimos la tarea de fomentar los cerdos de capa oscura, con el fin además de impulsar el plan de soberanía alimentaria y educación nutricional que contempla el programa de dos kilogramos de carne percápita”, explica.

Desde entonces trabajan en la recuperación de este tipo de cerdo, que se adapta al pienso casero y al alimento generado de los restos de cosecha, la yuca, el boniato, maíz, que pueden producir y procesar para su dieta.

De acuerdo con Laly, una de las fortalezas de este centro radica en los encadenamientos productivos que sostienen con los campesinos de la zona para adquirir esos alimentos, y apunta a la existencia de 20 hectáreas de tierra dedicada a los cultivos varios, de las cuales próximamente cosecharán 11 de yuca, y ya tienen también dos de maíz y una de boniato y se prepara el resto para la siembra.

“Igualmente trabajan en el fomento de plantas proteicas, de cuya importancia habló el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz. Hemos logrado que durante una buena parte del año la masa adulta consuma un kilogramo de moringa, tithonia y kingrass, y pudimos comprobar que al cabo de los dos meses de haber suministrado estos suplementos en la alimentación, los animales se gestaron con más sistematicidad, por lo que nos resulta un método eficiente.

“Nuestro principal objetivo es reproducir la hembra, la llamada cochinata y comercializar con productores y formas productivas. Iniciamos con 30 reproductoras. Actualmente de un total de 194 animales que poseemos, 56 tienen esta categoría, tres son sementales y tres deshechos (cerdos que ya cumplieron su vida útil como sementales y pasan a la ceba para el sacrificio)”, subraya.

Hasta la fecha, refiere Laly, han vendido a cinco municipios: Gibara, "Calixto García", Holguín, Banes, al propio "Rafael Freyre" y en una ocasión a Mayarí. Ya se han comercializado 200 lechonas para ponerlas en el sistema de reproducción y también tienen la venta de preceba (cerdos al destete con un peso promedio de entre seis y ocho kilogramos) con destino a productores, formas productivas y al sector privado, quienes lo llevan a la ceba y comercializan internamente en los diferentes barrios y consejos populares.

Según el director adjunto de la Empresa Porcina holguinera, para satisfacer la demanda de la población la provincia requiere de 599 reproductoras de capa oscura en centros multiplicadores, cifra a la que se pretende llegar poco a poco, pues la intención es contribuir al incremento de los módulos pecuarios y que los territorios desarrollen también esta raza criolla.

Las jornadas allí, en el centro de Cochico 2, transcurren en constante movimiento, mientras unos se dedican a atender las plantaciones, otros se encargan de alimentar a los animales, velar por la higiene y la organización de las naves, hasta preparar jarabes de medicina verde cuando los cerdos tienen trastornos gastrointestinales (diarrea), que según María Julia, la veterinaria de la unidad, es un método tradicional al que recurren también como vía alternativa ante la falta de medicamentos y mediante la cual han podido salvar a la masa porcina afectada y mantener prácticamente en cero la muerte.

No menos diferente ocurre en el centro multiplicador de Santa Cruz, ubicado en el municipio de Báguanos, dedicado a la producción de cochinatas aptas genéticamente para el reemplazo de las demás unidades del sistema de porcino en el territorio y la venta a terceros, dígase productores asociados a convenios con la empresa, formas productivas estatales y otras empresas que requieran para su autoconsumo, en dependencia de la disponibilidad de animales que tengan.

Yoendris Figueredo Pérez, director de la UEB, recuerda los tiempos de esplendor en este sitio, donde se trabajaba con 450 reproductoras y se llegó a producir 5,6 cochinatas por cada una en un año, por lo que se tributaban más de 2 mil 500 cerdas de esta categoría para las unidades y productores. En esos momentos contaban con una masa instantánea de más de 3 mil animales en las diferentes categorías.

Pero igualmente los golpeó la crisis económica del país y decrecieron enormemente. No obstante, mediante las alternativas aplicadas comienzan a incrementar su rebaño y ya cuentan con 692 animales, de ellos 228 son reproductoras y 17 sementales, el resto son crías, lechonas, cochinatas, precebas y cebas estabuladas.

Incide también el refuerzo de 225 cochinatas recibido del Centro Genético de Cabaiguán, perteneciente al Grupo Porcino, de las que han ido seleccionando e incorporando al sistema reproductivo, por lo que de 76 reproductoras que tuvieron a inicios de años pretenden llegar a 250 al concluir este periodo.



Cómo hacen para alimentar esta masa, explica que los 997 kilogramos de comida que consumen a diario estos animales los adquieren a través de encadenamientos de la empresa con productores y entidades que tienen acceso al mercado en divisa y facilitan alimento adecuado para este tipo de raza, y las producciones de maíz y soya que obtienen por convenio con productores, a los que les venden las precebas.

“También estamos incursionando en la siembra de yuca para la producción de yogurt y de plantas proteicas que suministramos como forraje a la masa, entre otras variantes”, destaca Yoendris.

En este camino de recuperación, fortalecer los sistemas alimentarios de la masa porcina continua siendo la tarea más apremiante para la Empresa Porcina Holguín, que prevé rescatar la explotación de una planta de pienso líquido en el primer semestre del año 2025, algo que contribuirá con el propósito de lograr una mayor presencia del anhelado cerdo en la mesa de los holguineros.


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