El valor de María Onelia
- Por Jorge Fernández Pérez
- Hits: 3098
Con María Onelia Urbina Reynaldo puedes conversar durante horas, sin notar el paso del tiempo. Las múltiples anécdotas que atesora, como resultado de un recorrido profesional muy fructífero, la han dotado de esa sapiencia que solo resulta de la mezcla del talento y los años suficientes para consolidarlo.
Es, sin dudas, una mujer muy ocupada, y no podría ser de otra forma al llevar sobre sus hombros la dirección de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Universidad de Holguín (UHo); la presidencia de la junta directiva provincial y del comité provincial de la Unión Nacional de Arquitectos e Ingenieros de la Construcción de Cuba (Unaicc), y sus funciones como docente.
“Me encanta la matemática, pero en mis años de preuniversitario no me gustaba ninguna carrera. Un día, encontré un libro en la biblioteca y, luego de leerlo, me di cuenta de que me atraía la Ingeniería Civil y decidí escogerla. Me gradué en la Universidad de Camagüey como ingeniera civil en obras estructurales, pues en aquel momento la carrera tenía varios perfiles”.
Eso fue a finales de la década del ochenta, del pasado siglo, y, no mucho tiempo después, comenzó su vida laboral en la Empresa Constructora de Obras del Poder Popular, que se encargaba del mantenimiento constructivo.
“Ante la falta de profesionales en el municipio de Rafael Freyre, donde había una agrupación municipal, me mandaron para allá. Viajaba diariamente, hasta que salí embarazada y me quedé en la capital provincial”.
Con especial cariño habla de cada una de las responsabilidades ocupadas, durante sus años de trabajo, pero admite que la planificación física significó un antes y un después en su vida.
“Luego de transitar por varios cargos en la empresa, fui seleccionada para pasar el diplomado de Gerencia Empresarial para las reservas estratégicas del Estado. Posteriormente, me pidieron que asumiera la dirección de planificación física en el municipio de Holguín.
“No contaba con muchos conocimientos sobre esa entidad, solo los elementos esenciales adquiridos en la práctica. Allí llegué en el 2003, muy ávida de nuevos saberes, y tuve muchísimo apoyo de mis compañeros de trabajo.
“Cuando comencé, no sabía si sería capaz de aprenderme fluidamente tantas normas técnicas y legales; sin embargo, con el paso del tiempo las aprendí y cuando alguien me preguntaba sobre determinado caso, podía decir hasta el inciso de la norma que le daba respuesta.
“Todavía somos una gran familia y, hoy día, siguen compartiendo mis alegrías y dolores como los suyos propios. Siempre digo que me sentiré eternamente planificadora física”.
Diez años después, pasó al sistema provincial como especialista en urbanismo y se desempeñó en el esquema de ordenamiento territorial, desde diferentes escenarios. No sospechaba que aquella etapa sería un importante punto de partida para desenvolverse en una de sus grandes pasiones: la docencia.
“Una compañera de trabajo me convenció para hacerme doctora en ciencias, algo que nunca estuvo en mis planes, pero siempre me ha gustado estudiar y compartir conocimientos. Un día, el entonces rector de la UHo me ofreció una plaza en la casa de altos estudios.
“Comencé como profesora a tiempo completo en el 2015, en el Departamento de Construcción. En la UHo asumí diferentes responsabilidades y siempre mantuve una activa participación en eventos y proyectos, hasta que, en el 2022, paso a ser la directora de Ciencia, Tecnología e Innovación.
“Estar tan cerca de los jóvenes estudiantes me ha ayudado a cambiar, ver de manera diferente lo que ellos necesitan y entender cómo aportarles desde el proceso de enseñanza-aprendizaje. Es muy importante transmitir la experticia de la práctica y complementarla con la autopreparación constante para perfeccionar el conocimiento”.
María Onelia es afiliada a la Unaicc desde hace muchos años, casi los mismos que lleva de graduada. En sus filas ha crecido, tanto a nivel personal como profesional, y asegura que la perseverancia, unida a la confianza de sus compañeros, la llevaron a ocupar su responsabilidad actual.
“Hace dos años asumí la presidencia de la Unaicc, una organización no gubernamental con un gran peso en todos los territorios, pues abarca a la gran gama de profesionales de especialidades afines, que tributan al proceso inversionista de la construcción para el mejoramiento de las condiciones y solución de problemáticas, de cada área.
“En las empresas que intervienen en el proceso de la construcción nadie trabaja de manera aislada, las acciones son interdisciplinarias para lograr mejores resultados. Como afiliada, puedo decir que somos un grupo muy diverso, con personas de todas las edades, pero debemos seguir trabajando en la incorporación de los jóvenes a nuestras filas”.
Galardonada, recientemente, con el Premio Provincial de Medio Ambiente 2024, ha merecido varios reconocimientos por su destacado quehacer investigativo. Consciente del papel de la ciencia en el desarrollo social, es una ferviente defensora de la superación para aquellos que deseen consolidarse como profesionales integrales.
“Un buen investigador debe asumir a la lectura como una actividad diaria y no concebir al cansancio como un impedimento. Lo importante es tener deseos de investigar y socializar los resultados, una vez concluido el trabajo, para que tengan alcance nacional e internacional.
“Pienso que la investigación no es de una persona, la vamos construyendo con el apoyo de otros. En mi caso, los estudiantes de pregrado han desempeñado un rol fundamental, pues hemos trabajado juntos, desde un inicio. Varias de sus tesis me permitieron enriquecer mis investigaciones y hemos podido participar juntos en diversos eventos.
“Los reconocimientos que me han concedido son un alto estímulo, gracias a largos años de dedicación al estudio. Mis méritos pertenecen a todos los que han contribuido a materializarlos, son resultados conjuntos que nos permitirán seguir creciendo.
¿Cómo puede cumplir con tantos deberes, en apenas 24 horas? Esa interrogante es habitual entre quienes la rodean, pues es admirable su capacidad para estar siempre en el lugar correcto, sin descuidar sus restantes pendientes. Al hablar del tema, sonríe y afirma que tiene muy bien definidas sus prioridades.
“Mi familia es lo primero, velar por su bienestar es fundamental en mi vida. No importa si debo acostarme tarde o levantarme temprano para realizar determinados quehaceres, que ya mi mamá no está en condiciones de hacer, por su edad.
“Tengo un plan de trabajo muy cargado y siempre ando de un lugar al otro, pero pienso que lo importante es crear un cronograma y organizar lo que debo hacer en cada momento, para cumplir mi papel de trabajadora, sin descuidar el de cabeza de familia”.