Enfermeras del cariño

Sobre las Florence Nightingale nuestros pudieran escribirse muchas cuartillas, de ese día a día de protagonismo en salas hospitalarias, salones quirúrgicos, consultorios médicos, círculos infantiles o en la preparación del relevo.

Por eso no es suficiente darle loas a su labor un día al año para agradecerles lo que hacen. Los que ejercen la noble profesión de la enfermería son merecedores siempre del elogio y el encomio, pues resultan imprescindibles.

De ello están conscientes los médicos, porque para ellos son su mano derecha y también los pacientes conocen cuánto de necesario es ese servicio altruista de las seños en la comunidad o en la cabecera de su cama.

Hoy, 12 de mayo, es su Día, escogido en honor al natalicio de la inglesa Florence Nightingale, enfermera del ejército inglés, que salvara miles de vidas durante la Guerra de Crimea y trascendiera como la pionera de la enfermería profesional.

Y en su honor, en muchos lugares del mundo, Cuba y acá en Holguín durante la celebración de la efeméride se hace un alto para homenajear, de manera especial, a los que de su profesión hacen un arte de amor y cuidado al paciente, en la mayoría de las ocasiones durante 12 horas continuas de trabajo.

Acá son más 6 mil 870 profesionales los que integran esta fuerza, distribuida por cualquier centro asistencial de la zona rural o urbana, en la montaña o el llano, de los que alguna vez o muchas veces hemos sido acreedores de sus socorros, por lo cual somos eternos deudores a tanta entrega, consagración en día buenos y también en los malos.

Así lo sentimos de las seños Carmencita, Isidora, Nela, Victoria, Madelaine, Elizabeth, o el enfermero Yadián y tantos otros que siguen amando su profesión.

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