Joven guineana y orgullosamente cubana

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Aicha Diallo González.

Para la joven Aicha Diallo González, de la República de Guinea, ¨estudiar medicina en Cuba es una bendición, un premio que me ha dado la vida y honraré con mi trabajo cuando regrese a mi país con el título, que alcanzaré en breve, enorgullecerá a mi padre y será el mejor homenaje a mi difunta madre¨.

Simpática, inteligente, expresiva, es Aicha, cuyo nombre le hace honor porque, en el mundo musulmán significa vida o mujer llena de vitalidad, una de las cualidades que la enaltecen.

¨Soy guineana por parte de mi padre y llevo con mucho orgullo sangre cubana, porque mi amorosa madre era de Chaparra, Las Tunas. Ellos se conocieron cuando cursaban estudios en la Universidad técnica estatal de Tashkent, Uzbekistán, otrora Unión Soviética; decidieron unir sus vidas y yo soy el fruto de ese amor¨.

Linda historia de amor de dos jóvenes ingenieros hidráulicos, que se establecieron en la ciudad de Conakri, capital de la República de Guinea, pero la vida les jugó una mala pasada, porque ella falleció a los 45 años de edad, cuando Aicha apenas había cumplido ocho.

¨Crecí extrañando sus mimos y amorosos gestos de madre buena, pero mi padre se encargó de llenar ese vacío con especiales atenciones y compartía su tiempo conmigo, logró que tuviera una relación especial con el resto de la familia y realmente tuve una niñez feliz. Eso incluye las relaciones con mi familia cubana, pues, desde los seis meses de nacida mi madre me traía a esos lindos encuentros, que después continuó mi padre y eso ha sido muy bueno para mí¨.

Segunda de izquirda a derecha en activoidad con el Icap. Foto: perfil de Facebook de Aicha Diallo González.

Aunque es hija única por parte de madre, tiene otros hermanos, que sostienen una relación muy especial, ¨porque mi padre, que tiene 67 años de edad y se desempeña como Ingeniero hidráulico en la Empresa nacional productora de agua potable, ha defendido siempre esa armonía y unión familiar, que yo asumo y extiendo en las relaciones con mis amigos, cuando logramos esa condición¨.

¿Cómo obtienes la beca para estudiar medicina en Cuba?

¨Aunque mi inclinación era por la medicina, habían cerrado la Universidad donde debía hacer la carrera, y me decidí por la Ingeniería en Minas, pero continué haciendo gestiones, porque aprendí de mis padres a no darme por vencida tan fácilmente. Finalmente fueron atendidas mis solicitudes, con la opción de, estudiar ingeniería en Francia o medicina en Cuba. La decisión no podía ser otra que venir a Cuba y eso hice en 2016. Pasé todo el proceso preparatorio, he cursado muy bien la carrera y en cuestión de tres meses recibiré el preciado título¨.

¿Y entonces, qué proyectas hacer una vez graduada?

¨Estudio medicina para servir a mi pueblo y eso haré, incorporarme a alguna unidad de servicios de salud pública y dar lo mejor de mí, porque las personas enfermas necesitan esas atenciones y ojalá que allá fuera como aquí en Cuba, donde el servicio es sistémico y comienza por las atenciones primarias, que ofrecen los médicos y enfermeras de la familia¨.

Aicha se muestra agradecida de las atenciones recibidas desde que inició el proceso preparatorio, su ingreso a la Universidad de Ciencias Médicas ¨Mariana Grajales¨, de Holguín; la calidad de los profesores; las amistosas relaciones con sus compañeros y la preparación recibida. ¨puesta en alto por los profesionales de la salud de este admirado y querido país en diferentes partes del mundo, en gestos solidarios que tanto los enaltecen¨.

¿Y las relaciones con la delegación del ICAP?

¨¡Uy, muy lindas! Son compañeros maravillosos, que nos tienen en cuenta en sus actividades y practican la solidaridad con las justas causas de los pueblos y eso lo admiramos y seguimos, como el incondicional apoyo a Puerto Rico en sus luchas por la independencia; las causas Palestina y de otros pueblos, así como la atención al amplio y fuerte movimiento de solidaridad internacional, en cuyas actividades nos tienen en cuenta¨.

Con mucha vitalidad, alegría y dominio de la diversidad, Aicha sostiene un diálogo ameno, acompañando las palabras con la expresividad de sus ojos, que irradiaron luz cuando me comentó que, la principal autopista de su ciudad capital, construida por trabajadores cubanos, lleva el nombre del líder histórico de la revolución, Fidel Castro.

Esta joven de Guinea Conakri, como también suele llamarse a ese país del África Occidental, se siente bien cubana, condición que lleva en la sangre, en sus sentimientos e incluso, en las condiciones y valores que admira tanto ¨de los hijos de esta tierra de Martí y Fidel, como la bondad y solidaridad, el optimismo, la alegría de vivir y luchar por lo que quieren, e incluso, la flexibilidad ante determinadas situaciones. Yo me siento cubana de verdad y eso me enorgullece¨.


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