Disney Ricardo, compromiso y liderazgo

Fotos: Alexis del Toro

Resuelto y ágil en su andar, ya sea en bicicleta, motor o a pie, Disney Ricardo Sánchez lleva sobre sus hombros muchas más responsabilidades que las representadas en su charretera de primer suboficial de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y el puesto de especialista en comunicaciones que desempeña en el Estado Mayor del Ejército Oriental, pues hace cinco años los electores de la circunscripción 186, La entrada de Sao Arriba, quisieron que el joven, de 25 años de edad en aquel momento, tomara las riendas e imprimiera nuevas energías al barrio, urgido de soluciones a viejos problemas y transformación.

Poco más de 270 votos marcaron la diferencia que lo apuntaló a tales propósitos, desde entonces el muchacho, el militar, el joven militante del Partido que vieron nacer y crecer allí asumió el rol de Delegado, una tarea que le pareció inmensa cuando le comentaron las intenciones de proponerlo en la candidatura.

De cuna campesina y progenitores bien plantados en su educación, Disney apunta a la responsabilidad que implica portar el sello que lo identifica como máximo representante de su barrio, lo que ha sabido manejar en la medida que se ha crecido en estas funciones.

“Hay que tener vocación, compromiso de servir al pueblo y liderazgo para saber representarlo en todos los escenarios y además implicarlos en la autogestión de vida de la comunidad”, afirma el joven de delgada contextura.

Capacidad y actitud, unido a los consejos de sus superiores en el trabajo y el aliento y apoyo también de sus padres y algunos vecinos le han hecho transitar estos cinco años entre iniciativas y acciones de renovación y rescate de espacios elementales en la comunidad, lo que ha sido bien recibido por los más de 750 habitantes de su circunscripción, comprendida desde “Los Camilitos” hasta el Centro recreativo Villa Bambú, por la parte norte desde la cafetería La Palma hasta el puente de Sao Arriba que colinda con los edificios y por el Este con la Codornicera hasta el barrio La Sabana.

Es allí, en este entramado donde el Delegado Disney ha movido cielo y tierra, literalmente dicho esto último, pues se acometen acciones de reparación de caminos; antes gestionó y apoyó el arreglo de otras áreas que, aunque no pertenecen a su demarcación, también las asumió como tarea suya, pues su filosofía de acción se basa en “hacer siempre por el bienestar común, un principio de la Revolución que nos legó el Comandante en Jefe Fidel Castro, a quien tanto le debemos”, refiere.

En un primer momento el Delegado se propuso comenzar su accionar por las necesidades sentidas de la población, lo que por tantos años era reclamo y debía tener una solución ya. De este modo se acometieron tareas de reparación en el consultorio del médico de la familia, la bodega y la escuela primaria Antonio Concepción Perodín, todas con una intervención profundamente renovadora que permite contar con mayor confort y atractiva imagen, lo que repercute en mejoras en sus servicios.

“Todo ello se ejecutó de conjunto con los organismos responsables, Salud Pública, Comercio y Educación, como también hemos tenido el apoyo de otras entidades, entre estas la Unidad de Construcciones militares, que dentro de sus posibilidades, siempre apegados a la legalidad de las acciones y ética profesional, han puesto su grano de arena en las acciones de reparación de caminos, en correspondencia con los pronunciamientos de la Asamblea Nacional relacionados con la vinculación y apoyo de las instituciones, entidades y organismos a los consejo populares, la primera instancia de Gobierno de nuestro sistema”, explica.

Disney bien sabe que todo se logra con mucho esfuerzo, constancia, dedicación y con estar también involucrado no solo en la gestión y planteamientos de los problemas donde sea necesario, sino en la ejecución de las acciones y en tocar con las manos lo que se quiera hacer, algo que en este muchacho sobrepasa los límites de la preocupación, pues se reconoce como una persona puntillosa, que no descansa hasta cerciorarse que todo marcha bien, aun en lo más abrupto de la geografía de su barrio.

“Muchas veces queremos recibir atención y que nuestras dificultades sean resueltas y no tenemos en cuenta que quienes pueden brindar ayuda desde lo institucional también se enfrentan a carencias y atraviesan las mismas vicisitudes que provoca el bloqueo económico, financiero y comercial, por tanto nos corresponde sumarnos como pueblo y aportar lo que con nuestros propios esfuerzos podamos resolver.

“En este sentido he ganado el apoyo de vecinos que tradicionalmente por su práctica religiosa se limitan, sin embargo hemos logrado que se sumen y sean parte importante de las transformaciones que vive el barrio en función del mejoramiento, beneficio que disfrutamos todos como cubanos que somos”, afirma.
Pero todavía queda mucho por hacer en este sentido, dice, pues no siempre cuenta con la participación popular que se demanda, y ello hace que su función se sobrecargue con tareas que bien podrían liderarse con la colaboración de los CDR.

“Tenemos debilidades en esta organización. Carecemos de la figura del presidente en tres de los siete comités que tiene la circunscripción. Pero como expresó el Comandante, a quien cito constantemente por sus enseñanzas, no hay tarea imposible, sino hombres incapaces. Con esa premisa hago mi trabajo, sin importar los sacrificios personales. Solo pido tener las fuerzas para seguir haciendo el bien y lograr que mi comunidad avance en todos sus propósitos”, subraya.

Ante tanto compromiso y entrega pienso en los diez años que lleva en la vida militar y la influencia que ello pudiera tener en su manera de proyectarse, a lo que responde:

“Agradezco la formación y enseñanzas que he tenido dentro de esta respetada institución armada, pero mi manera de ser nació conmigo. Muchos me dicen que soy un joven de físico pero viejo de pensamiento. Creo que esa madurez se la debo también a mis padres. De ellos aprendí la honradez y honestidad. Eso nunca voy a cambiarlo. Portar el uniforme de las Fuerzas Armadas me enorgullece, pero no me hace creer superior ni tener privilegios para desempeñar mi labor de Delegado, la que se fundamenta en mi sentido de humanidad y empatía con el prójimo y en la capacidad de pensar y sentir de mi corazón”, asevera.

Tanto así que Disney ha logrado organizar 29 ferias con la participación de Comercio y Gastronomía, Inder, Servicios Técnicos y personales, entre otros, quienes han llevado hasta allí no solo la venta de confecciones y artículos, partes y piezas de equipos de cocción de alimentos, productos de aseo, comestibles y bebidas, sino también la recreación que tanto anhelan los moradores, sobre todo la población infantil.

Apunta además, a la atención que se le brinda a los postrados y personas vulnerables, a quienes de conjunto con la trabajadora social, se les da seguimiento para que igualmente reciban en sus viviendas todos los beneficios.

“La dura etapa de la pandemia nos conminó a profundizar en las tareas como delegado, a redoblar esfuerzos en las gestiones y proporcionar a los electores el acceso a la venta de alimentos, lo que muchas veces me llevó a tocar la puerta de los vecinos en horarios nocturnos para su distribución, siempre de manera organizada y lo más justo y equitativo posible”, acotó.

Son diversas las tareas que allí se han desarrollado en el último quinquenio, siempre con la vinculación de los organismos, a quienes Disney reconoce, incluso en sus propias sedes, porque el estímulo moral a nombre del barrio también compromete.

Muchos son los anhelos de este joven ya treintañero, padre de familia y estudiante universitario además, que sueña con otros proyectos para su comunidad y honra con creces la petición del presidente cubano Miguel-Díaz Canel de poner amor a lo que se haga, pero sobre todo, al pueblo que lo eligió y vio en él al joven sobre el cual depositar grandes tareas sin que fallara.