“El Pardito Oriental”
- Por Yanela Ruiz González
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Bajo el verdeolivo que luce el Teniente Coronel (r) Miguel Rojas Tamayo habita un ferviente militar y también una gran persona. De cuna le viene la sencillez y el altruismo, valores apreciados en su desempeño en las Fuerzas Armadas Revolucionarias durante cerca de cincuenta años, de los que poco más de dos décadas han sido al frente de la Defensa Civil en el Ejército Oriental.
Su designación para dirigir la especialidad en esta instancia se la debe al General de Cuerpo de Ejército Ramón Espinosa Martín, en aquel entonces jefe del Mando. Desde entonces asumió la tarea con respeto y compromiso, dos constantes en su vida que aprehendió desde muy chico de sus padres, en su natal poblado de Felicia, en el municipio de Urbano Noris.
Le caracterizan la responsabilidad, disciplina, ética y espíritu de sacrificio, cualidades que afianzó durante sus estudios en la Escuela Militar Camilo Cienfuegos de Holguín y de cadetes Interarmas Mayor General Antonio Maceo, “Orden Antonio Maceo”, en las que comenzó a forjarse como militar, además de recibir los conocimientos académicos que lo formaron como ingeniero en el perfil de mando táctico de tropas ingenieras.
Mucho agradece al jefe militar, hoy viceministro primero de las Far, la manera en que le exigió el cumplimiento de las tareas en el frente asignado, sus enseñanzas y ejemplo personal en el desempeño de complejas misiones, de lo que se nutrió su propio estilo para dirigir la Defensa Civil.
A este encargo llegó muchos años después de su misión en Angola y de haber transitado por otros puestos a su regreso, lo que le permitió asumir la tarea con ciertas habilidades adquiridas en el terreno militar, madurez como oficial y la perspicacia para conducir lo que en la Ley 75 de la Defensa Nacional se expresa como un factor estratégico para la capacidad defensiva del país.
De su interés por el estudio de la historia, derivan también sus conocimientos sobre todo lo que tiene que ver con el campo de acción de la Defensa Civil y su origen, “remontado al 31 de julio de 1962, fecha en la que acontece una reunión presidida por el entonces ministro de las FAR, Comandante Raúl Castro Ruz, con la presencia de las máximas autoridades de los gobiernos de las seis provincias y los 126 municipios existentes, según la División Política Administrativa de la época, en la que se crea la Defensa Popular, con el objetivo principal de proteger a la población y la economía, así como de contrarrestar las acciones del enemigo.
“El azote del ciclón Flora en 1963 impulsó su organización, y ya para 1966 se denominó Defensa Civil de la República de Cuba, con una concepción más amplia en cuanto a estructura y la elaboración de los primeros planes para el enfrentamiento a los ciclones tropicales con una mayor participación popular.
“Mucho se ha perfeccionado desde entonces, pues en lo sucesivo se fue fortaleciendo y consolidando hasta afianzarse como lo que es en la actualidad, un robusto sistema, integrado por todas las fuerzas y recursos de la sociedad y del Estado, con la función de proteger a las personas y sus bienes, la infraestructura social, la economía y los recursos naturales, de los peligros de desastres, de las consecuencias del cambio climático y la guerra”.
Lo dice con la propiedad de haberse dedicado en cuerpo y alma al trabajo de este órgano en la región oriental, donde ha tenido que velar por la ejecución de cada una de las orientaciones del Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil, la preparación para la respuesta ante diferentes eventos, decisiones, planes de reducción de riesgo a los diferentes niveles, realización de talleres, conferencias, clases, ejercicios y otras formas de alistamiento de los decisores, las fuerzas y la población en general.
“Las experiencias adquiridas durante mi participación en cinco ediciones del Congreso Internacional de Desastres que se celebra en Cuba también han contribuido a ganar en conocimientos para ejercer mejor la labor en el territorio y transmitirlo a cada una de las estructuras que conforman el sistema. En ese empeño igualmente me ha favorecido la oportunidad de compartir conocimientos en la República de La India, país al que fui invitado por el Partido Comunista-Marxista-Leninista de allí, para ofrecer conferencias sobre nuestro sistema de Defensa Civil, pues ellos lo tienen organizado para dar respuesta luego de la ocurrencia de eventos, sin embargo nosotros partimos desde la labor preventiva”, afirma.
“Tenemos documentos que rigen la planificación, organización y preparación del país para situaciones de desastres, los que se han ido perfeccionando y los que se trabajan de acuerdo a las circunstancias actuales y experiencias acumuladas en la gestión integrada del riesgo de desastres y las identificadas como consecuencia de los impactos de eventos meteorológicos extremos como los huracanes Gustav, Ike, Paloma, Sandy, Mathew y otros, además de los sanitarios, la sequía intensa de los últimos años, accidentes del transporte y movimientos sísmicos, entre otros”, significó.
Entre los aportes significativos en sus años de servicio en esta tarea figura la concepción de la Semana de Reducción de Riesgo de Desastres, que tiene lugar en los días previos al ejercicio popular Meteoro y al inicio de la temporada ciclónica.
“Surgió a partir de la solicitud del General de Ejército Raúl Castro sobre la necesidad de perfeccionar este Ejercicio.
Comprende la realización de actividades bajo un plan e idea única, dirigido por los jefes y órganos de dirección y mando a todos los niveles y que incluye acciones prácticas de reducción de riesgo y de preparación del personal, la población, las tropas y las estructuras previstas en los planes para la respuesta ante cualquiera de los peligros identificados localmente.
“Desde su ejecución a partir del año 2007 los resultados han sido positivos, pues hasta el 2019, última fecha que se ejecutó en condiciones normales previo a la llegada de la pandemia, se han realizado actividades prácticas equivalentes a tres ejercicios Meteoros por cada año. Con esta actividad se consigue reducir vulnerabilidades a mayor escala. Sin embargo, aún se precisa de más rigor en su organización e importancia, sobre todo al interior de las empresas, entidades, organismos y la influencia en la participación de la ciudadanía”.
Ante los retos que le ha impuesto la labor durante estos años, Rojas recuerda varias anécdotas que lo relacionan con las máximas figuras de la Revolución cubana, en particular cuando le correspondió presentar su ponencia sobre sequía ante el General de Ejército Raúl Castro, cuando fungía como ministro de las Far, quien lo llamó el “Pardito Oriental”, en alusión a su representatividad en esta región del General de División (r) Pardo Guerra, jefe del Estado Mayor de la Defensa Civil en Cuba.
Padre de dos hijos, abuelo de cuatro nietos y con un hogar que comparte con su esposa, meteoróloga de profesión y mano derecha en muchas de sus tareas, el Teniente Coronel Rojas manifiesta su pasión por la literatura histórica, y revela su quehacer en varios libros, algunos en proyecto, otros en fase de edición como “Fidel, el Flora y el Cauto”, en el que aparecen testimonios de quienes estuvieron al lado del Comandante en Jefe en los días sucesivos al ciclón Flora dirigiendo las acciones de respuesta ante las inundaciones provocadas por este evento meteorológico.
Con la sapiencia de sus años al frente de la Defensa Civil en el Ejército del Oriente cubano, Rojas manifiesta satisfacción por contribuir, desde su trinchera, a hacer de este órgano un verdadero bastión para la preservación de la vida, fundamentalmente, un logro acariciado en estos años de Revolución, que como dijera Fidel Castro, nadie queda en el olvido.