Alegría en la comunidad 18 de septiembre
- Por Elder Leyva
- Visto: 262
- +
Él ha olvidado su nombre. Su nombre es irrelevante. Los nombres casi nunca dicen nada y uno termina olvidándolos. No son importantes. En realidad, estará en algún que otro artículo de periódico de provincia. Intenta ser escritor. En estos momentos, no es el narrador, pero en los siguientes párrafos será muchas cosas.
“No enseñamos arte; nosotros ayudamos a apreciar el arte”, me dijo uno de los profesores que entrevisté, corrigiendo mi pregunta. Con admiración, agregó que “¡Orgullo!”, es lo que siente cuando escucha el nombre de un antiguo alumno por aquí y por allá. La profesora añadió: “No solo es orgullo a nivel personal, sino de la institución, de la universidad, de encontrarte con ese estudiante en cualquier evento y escucharlo decir que estudió en esta filial”.