Los periodistas sabemos celebrar el 1ro de Mayo trabajando. En lo que otros ensayan consignas, congas, pasillos de baile, estrenan pullover alegórico y hasta sueñan con los termos de cerveza que los refrescarán después; nosotros entrevistamos, escribimos, fotografiamos, editamos, subimos a internet, compartimos en Facebook… No es esto un lamento, es más bien la confesión de una bendición del mejor oficio del mundo.