Recuperar la corona

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Frijol comun HgFoto: Roxana Almaguer Alemán / Estudiante de Periodismo

¿Algún día Holguín recuperará su corona como granero de Cuba? Entre los habitantes de esta provincia nororiental cubana no es extraña la interrogante, menos cuando el frijol se nos ha vuelto escaso y su precio en el mercado informal causa espanto.

Si nos atenemos a los resultados que debe proporcionar el proyecto Mejoramiento del Sistema de Extensión Agraria para la Producción de Granos Básicos (SEGRANOS), en marcha desde el 2017, lo único que impediría la reconquista de la “cumbre” sería que la disputen otras provincias porque el programa tiene alcance nacional.

SEGRANOS está enfocado hacia el uso de tecnologías, la capacitación, producción de semillas de calidad, al mejoramiento genético y el vínculo, para el intercambio de experiencia y generalización de resultados, entre productores líderes y extensionistas de los territorios con los especialistas del Instituto de Investigación de Grano (IIG) y otras entidades.

Desde el 2003 el IIG se vincula también con la Agencia de Cooperación Internacional de Japón, en proyectos agrícolas encaminados a introducir en Cuba variedades de cultivos más resistentes al clima y altamente productivos, todo ello con dos marcados propósitos: incrementar la producción del grano hasta alcanzar su autonomía y evitar la erogación de importantes sumas para adquirirlo en el exterior.

La posición de Holguín, como provincia tradicional productora de granos, hace que sirva como termómetro para la efectividad del programa, que se concentra fundamentalmente en municipios como Gibara, que cuenta con una planta para beneficios, de reciente apertura en Velasco, para asumir el procesamiento de los granos de los cinco municipios mejores productores: Banes, Freyre, Calixto García y Holguín.

La provincia cuenta con una nómina de productores extensionistas, alrededor de 40, cifra que se pretende crezca paulatinamente, líderes en la introducción de las novedades científicas en este campo, el empleo de abonos orgánicos y la capacitación productor a productor, a partir del hacer consecuente de los Centros de Experimentación Agrícolas. Estos extensionistas producen semillas de calidad óptima para las Unidades Empresariales de Base (UEB) de semillas de cada territorio. El Departamento de Agropecuaria de la Universidad de Holguín también interviene en el asesoramiento de esta fuerza.

Pero a pesar de todo este esfuerzo aun no ocurre el salto productivo. La cosecha del frijol común, por ejemplo, cerró el pasado mes de mayo con resultados por debajo de lo previsto, aun cuando la provincia no fue afectada por la plaga de la thrip de la flor de frijol que causó daños severos en los territorios del centro y occidente del país. En nuestro caso la falta de insecticidas, plaguicidas y otros nutrientes, provenientes del exterior, más la sequía, afectaron el rendimiento.

Como alternativa se procedió, durante la campaña de primera, marzo- agosto, a la siembra de más de 153 hectáreas de la variedad Caupí, más resistente a las altas temperaturas y las enfermedades.

La realidad indica que no son suficientes programas y estrategias bien pensadas, se necesita también de la consagración de los hombres y el debido tratamiento a las plantaciones. La ciencia está haciendo su parte en la búsqueda de variedades resistentes y con altos rendimientos, pero aún no se rompen las ataduras fuertes que nos hacen dependientes del exterior para la disposición de los químicos para el resguardo de plagas y enfermedades.

A pesar de los estudios sobre el clima y las advertencias de que los períodos secos serán cada vez más severos y prolongados continúan “sorprendiendo” las sequias sin la debida preparación para paliarlas.

Pero los resultados que se van logrando con el cultivo del Caupí demuestran que, a pesar de las desventuras climáticas, del bloqueo y la pandemia, se pueden obtener producciones mayores y mejores, como lo demuestran los municipios de Gibara, Báguano, Cacocum, Urbano Noris, Banes y Mayarí.

También están los ejemplos de formas productivas, como la Unidad Básica de Producción Cooperativa (UBPC) Diosdado Samón, de La Yuraguana; el productor Néstor Jaime, del municipio de Urbano Noris; las Cooperativas de Créditos y Servicios (CCS) de Gibara, Carlos Manuel de Céspedes, Julio Díaz, Milton Almaguer y la Félix Rojas, así como la Cooperativa de Producción Agropecuaria (CPA) Mártires del Moncada, entre las mayores cultivadoras de maíz y frijol Caupí.

La suma de mayor cantidad de municipios, formas productivas y productores individuales a esta avanzada será un impulso importante para que Holguín recupere su necesaria corona.
 

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