Cumpleaños con todas las de la ley
- Por Yenny Torres
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Se dice que todos surgimos con un destino o propósito y eso a mí me cae como anillo al dedo. Sin ser una superhéroe, me tocó ser justiciera. Les aseguro que no fue cosa del zodíaco, nací un 23 de diciembre, como Agramonte, tal vez por eso me son inherentes las “batallas”.
Numerosas “misiones” me han sido asignadas: enfrentar el delito económico, las ilegalidades, la corrupción, realizar investigaciones sobre asuntos priorizados, ejercitar la iniciativa legislativa, y otras tantas, que imponen preparación, profesionalidad y sacrificio.
He visto, conocido, analizado, incluso, sufrido tanto que mi vida se compone de historias análogas o divergentes, de procesos esenciales, de noches con reflexiones interminables, de estrategias en pos de ayudar al afectado, transgredido, vulnerado.
En medio de todo, estar en lo cierto y lo correcto es tarea difícil, pero puedo asegurar que chocar con los casos puede serlo mucho más. He representado a niños huérfanos de madre y con padre no reconocido, a los que la familia no acoge por egoísmo o mezquindad, por aceptarlos solo si por ello reciben beneficios monetarios o bienes, donde se equipara al niño con un objeto y no se tiene en cuenta el cariño.
Otras veces me ha tocado enfrentarme a situaciones peores: menores abandonados por sus padres o involucrados en delitos; ancianos que se sienten marginados en su seno familiar, inmersos en problemas intergeneracionales, excluidos de decisiones, maltratados.
Atiendo cada hogar de niño sin amparo familiar, escuela de formación integral y permanezco atenta a la evolución, los pasos.
No uso trajes especiales como Buzz Ligh year, la mano extendida (único medio seguro) no es para señalar la dirección a la que la propulsión conduce, sino para pedir botella a lo primero que pase; lo importante es llegar. Así voy hasta zonas intrincadas, en busca del ánfora de la fortuna: la legalidad.
No suelo trabajar sola, junto a otros “héroes” formamos un equipo. ¿Qué documento es la clave? o ¿quién es el verdadero responsable? son preguntas que suelen quitarme el sueño. Por eso a veces debo entrevistar a muchas personas y revisar numerosos cheques, facturas, informes… para determinar dónde está la violación de la norma, y demostrar el hecho delictivo que de antemano muchos conocen. Busco la aguja en el pajar con la presión del reloj.
Parece ser el juicio la escena donde el público más me reconoce, tal vez una de las más complejas. Allí, frente a las personas, no puedo dejarme convencer por un aparente rostro angelical o por argumentos persuasivos; la verdad, la que mis pruebas demostraron, es firme y de ella puede depender el resultado.
Como lo mío es velar por que se cumpla lo establecido, suelo llegar a los establecimientos penitenciarios para comprobar que los reclusos tengan garantía, conforme a lo normado, de salud, alimentación, visitas familiares, posibilidad de estudio o trabajo…
Soy guardiana de la Constitución, por ello casi todo me compete. Fuera de la pantalla, las hazañas están en enfrentar los problemas sociales y luchar contra lo mal hecho. Mis representantes salen cada día como Quijotes contra molinos, sin creer en leyendas, sino en la historia.
Lo de ocultar la edad no va conmigo, confieso que 46 años equivale a mucha experiencia acumulada. Como Fiscalía tengo retos, sobre todo el de perseguir lo que atente contra nuestra independencia y soberanía, por eso, incluso en aniversario, celebro con todas las de la ley.
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felicitaciones a usted Yenni Torres.tambien al resto del equipo periodistico y de redaccion del periodico.