Familia, hogar, sociedad, responsabilidad…
- Por Lourdes Pichs Rodríguez
- Hits: 1867
Tareas escolares de mis nietos de la asignatura Educación Cívica, como abuela al fin, me han llevado a ayudarlos en los últimos días, en la revisión de dos importantes documentos: la Constitución de la República de Cuba y el Código de las Familias, ambos con total vigencia y que deberían ser de consulta perenne para cualquier ciudadano de este país.
Aunque los trabajos versaban sobre temáticas diferentes, los dos sí precisaban de ahondar en la búsqueda del papel de la familia en el cuidado, protección, responsabilidad y educación integral de los hijos, encargo que se les da a los padres, aunque también a “otros parientes consanguíneos o afines que cumplan funciones de guarda y cuidado del menor”.
Tanto en uno como en otro documento legal se deja sentado que los padres tienen el derecho y el deber de “cuidar, proteger, atender a los hijos y darles alimentos y todas las condiciones para que el niño o niña pueda crecer con salud y bienestar”.
Y en específico en el Artículo 59 del Código de las Familias, legislación cubana, aprobada el 22 de julio de 2022, y ratificada por plebiscito el 25 de septiembre de ese mismo año, se enuncia que “el sostenimiento de los hijos menores es obligación de ambos padres, aun cuando no tengan la patria potestad sobre ellos, o estos no estén bajo su guarda y cuidado, o estén ingresados en un establecimiento de educación”.
Sin embargo, a pesar de que todas estas disposiciones o normas jurídicas están aprobadas y por tanto estamos en la obligación de cumplirlas o hacerlas cumplir, hoy vemos casos en nuestras comunidades y fuera de ellas que señalan a familias que no se ajustan a lo establecido por ley y nos hacen presenciar, con asombro, escenas o conductas impropias que no estamos acostumbrados a presenciar en nuestros niños y adolescentes.
Nada, ni la difícil situación económica afrontada por el país hace ya algunos años por esas otras vueltas a la tuerca propinadas por gobiernos norteamericanos, la pandemia de la COVID-19 y otros problemas que repercuten en el mundo, como las guerras, justifica ver a menores fuera del hogar en labores para nada permitidas para ellos y que van en contra del normal desarrollo de niños y adolescentes.
Muchas veces andan solos, pero también en ocasiones en compañía de mayores de la familia o vecinos. Así se ha visto a chicos en las ferias agropecuarias pregonando o acomodando productos o al cuidado de puestos de venta; de igual manera de mandaderos de adultos, pidiendo dinero y también en colas en beneficio de personas inescrupulosas; en bazares y otros tantos sitios donde pululan pillos al acecho de la mano de obra barata.
También resulta injustificable que desanden las calles del barrio a deshoras, pero peor aún, en el horario escolar cuando se supone deben estar en las aulas, situación que llama mucho la atención, porque la falta reiterada de un estudiante a la escuela tiene que conducir al análisis oportuno y consecuente del maestro y la dirección del centro con los padres o tutores, así como la acción de la comunidad a partir del trabajo comunitario, que es preciso fluya desde la cuadra hasta el Consejo Popular.
Para que ninguno de estos problemas y otros que llevan a descarriar a nuestros muchachos somos los padres, abuelos, tíos y la familia los principales responsables, encargados de velar por su desarrollo adecuado y apegado a las normas de nuestra sociedad. Empero, también, tienen alta cuota de compromiso con la tarea la escuela, el vecino, la comunidad con los factores del barrio y demás organismos facultados y con el encargo de hacer cumplir lo previsto, cada uno con sus funciones bien delimitadas, pero unidos en equipo, para evitar que uno solo de los eslabones falle en detrimento de nuestros muchachos. Como bien recoge el artículo 86 de la Constitución de la República “el Estado, la sociedad y las familias, brindan especial protección a las niñas, niños y adolescentes y garantizan su desarrollo armónico e integral, para lo cual tienen en cuenta su interés superior en las decisiones y actos que les conciernan”.