Privilegio ser cubano
- Por Rodobaldo Martínez Pérez
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Foto: Abel Padrón Padilla/ CubadebateHay una aguda propaganda anticomunista de cambiar la historia, de que en Cuba no hay democracia, violan los derechos humanos, sin libertad de expresión.
Así nos atacan, constantemente, por todos los medios quienes José Martí Pérez catalogaba de que: “Creen en el derecho bárbaro como único derecho”, en 1891 en la Conferencia Monetaria de las Repúblicas de América, hace ya 133 años.
Hoy esa filosofía es más cruel y vigorizada con un bloqueo criminalmente reforzado, la inclusión, porque les da la gana a los “señores” en una contrahecha lista de países que supuestamente patrocinan el terrorismo, con una violenta guerra económica y descomunal discurso de odio por todas las vías.
Solo quieren una Cuba pensada en Miami, sin memoria, ni valores, ni ética, en un perenne vacío, superficialidad, tontería, chismes de los “famosos” para penetrar en las nuevas generaciones desde el horror, sadismo, crueldad, que invaden las 24 horas del día las redes sociales.
Hay un ascendente respaldo financiero, desde Estados Unidos, para el desarrollo de plataformas de generación de contenido ideológico que llaman abiertamente a subvertir el orden constitucional en nuestro país, discurso hegemónico e imperial con artificios, embustes y calumnias, como muestra que para los que quieren acabar con la Revolución todo es válido.
En ese “Norte revuelto y brutal” se pretende anular el pensamiento comunista, defensor por excelencia de la solidaridad, de justicia social, del bien para todos, sin la explotación del hombre por el hombre.
Para el Papa Francisco: “Los comunistas piensan como los cristianos”, responde así en una entrevista, en Roma, donde afirma: “Cristo ha hablado de una sociedad donde los pobres, los débiles y los excluidos sean quienes decidan”.
El pontífice agrega: “No los demagogos, los barrabás, sino el pueblo, los pobres, que tengan fe en Dios o no, pero son ellos a quienes tenemos que ayudar a obtener la igualdad y la libertad”.
No es que el líder de la Iglesia Católica abrace la teoría de Carlos Marx y tuviera como libro de cabecera al Capital, sino que desea el bien a los hombres, condena a los explotadores y a todos aquellos que lucran con el sufrimiento de los más humildes.
El comunismo tiene a las mayorías en el centro de sus preocupaciones. Como concebir al capitalismo con un gesto humanitario hacia las masas, sino hay ganancias, las acciones no suceden.
Ernesto Che Guevara, al hablar del tema, recuerda a Martí cuando dijo: “Todo hombre verdadero debe sentir en la mejilla el golpe dado a cualquier mejilla de hombre” y añade que el revolucionario cabal, el miembro del Partido, dirigente de la Revolución deberá trabajar todas las horas, todos los minutos de su vida, en estos años de lucha tan dura como nos esperan, con un interés siempre renovado y siempre creciente”.
Como asevera el Comandante en Jefe de Martí: “… la idea del bien que él mismo describió, como síntesis y esencia de los valores más puros de la identidad nacional cubana y todo el que tenga aspiraciones políticas en esta Isla debe reconocer y apropiarse de su pensamiento”.
Muy interesante está definición del amigo Frei Betto para la actual y futura Batalla de Ideas: “El odio permea las redes digitales, pueden asesinar reputaciones, inducir a la violencia, exacerbar el individualismo y el narcicismo… hay que impedir que la cultura del odio prevalezca sobre la cultura del respeto y la solidaridad…”
Porque para el actual combate ya lo dijo Martí: “trincheras de ideas valen más que trincheras de piedras”, como lo demuestra Fidel a lo largo de su historia con una “Revolución Socialista en sus narices”.
Para estimular la reflexión entre las nuevas generaciones hay que dialogar con sus códigos visuales, saber cómo piensan y cuáles son sus paradigmas, es hacerlos cómplices y protagonistas en todos los procesos de cambio y desarrollo social para fortificar nuestras trincheras de ideas en tiempos cruciales.
Así lo define Fidel: “Cuando la Patria se enfrenta al imperio en un gesto sin precedente y sin paralelo, cuando se ha convertido en la primera trinchera de la defensa de América, cuando la Patria es lo que quiso hacer Martí, es un verdadero privilegio ser cubano”.
