Las TIC no tienen género
- Por Liset Prego Díaz
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¿Conoces a Ada Lovelace? Es considerada la madre de la programación informática. ¿Has leído acerca de Evelyn Berezein? Una pena si no lo has hecho, pero gracias a su ingenio me lees, porque ella es la creadora del primer procesador de texto y de la primera computadora para uso de oficina, y esos son algunos de sus principales aportes.
El embrión de lo que hoy llamamos ebook, nació de la creatividad de Angela Ruíz Robles, quien en 1949 creó una especie de enciclopedia mecánica, tenida en cuenta como la génesis del libro digital.
Si te conectas desde una wifi, quizás estés muy lejos de conocer que una bellísima actriz, Hedy Lamar inventó una tecnología que dio pie a las comunicaciones inalámbricas a grandes distancias.
Shirley Ann Jackson, negra, genial, mujer y física, creó el fax, ¿se acuerdan de ese invento? Y ahora, una ovación para Radia Perlman. Ella, lectoras y lectores míos, es la progenitora de Internet, aunque dicen que no le gusta ser llamada así, es una diseñadora de softwares, y tiene mucho que ver con el nacimiento definitivo de nuestra aldea global, eso sí que no lo esperabas ¿cierto?
Puedo continuar, es una larga lista la de estas mujeres que en el campo de las tecnologías de la informática y las comunicaciones han dado el impulso a inventos, descubrimientos, soluciones que hacen el mundo tal como lo conocemos hoy. Pudieran ser más. Debieran ser más. Pero según varios estudios son menos las niñas y jóvenes que prefieren las ciencias, y específicamente las de la computación e informática, que los varones de igual edad. Son menos, por ende, las mujeres que terminan graduándose en el ramo.
Pero sus predecesoras han demostrado cuánta falta han hecho a las ciencias, creo que la lista anterior lo demuestra. Cabe preguntarse, ¿falta difusión para sus logros? ¿cuánto falla la formación vocacional temprana? ¿Nos enseñan que las niñas son mejores en las letras y los niños en las ciencias, que están limitados por géneros los saberes?
Es que existe una brecha, palabra que, entre las acepciones recogidas por la RAE, significa: resquicio por donde algo empieza a perder su seguridad. Pero esta brecha es la digital de género, una que tiene que ver con las inequidades en cuanto a acceso, conocimiento, dominio y manejo de las TIC entre niñas y mujeres, lo cual es altamente perjudicial en un mundo que se digitaliza a gran velocidad, pues corren el riesgo de ser excluidas, de quedar rezagadas.
Y en esto influye que los chicos encuentren más contenido para ellos entre los videojuegos, la autopercepción entre las chicas en cuanto a sus competencias con las tecnologías, la falta de confianza en sí mismas, el estereotipo que concibe las TIC como cosa de varones.
La formación en ciencias técnicas precisa de mayor motivación entre las féminas, también en Cuba, y en ello puede influir el impulso que se da en el país y el mundo motivados por el Objetivo de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas número cinco, que pretende "lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas". De ahí que se creara además un día para ellas en las TIC, que se celebra cada cuarto jueves de abril.
Recientemente la Unión de Informáticos de Cuba organizó una iniciativa para celebrar la fecha, desarrollada vía online. El evento Niñas TIC en COVID, fue un taller donde quince pequeñas de diversas partes del país presentaron audiovisuales con sus experiencias en ámbitos como el podcasting, la programación de videojuegos, canales de YouTube, en un empeño por mostrar lo que hacen y cómo las mismas herramientas que sirven para la docencia funcionan para el esparcimiento.
Este fue un intento de difuminar la brecha, muchos más son necesarios con tal fin, unido a la creación de nuevos paradigmas, a la inclusión en los libros de textos de mujeres notables, a la equiparación dentro del ejercicio profesional pero no desde la discriminación positiva o la búsqueda de encajar en estadísticas de un pretendido equilibrio, sino otorgando iguales posibilidades y ponderando el talento, el esfuerzo e ingenio, sin importar de dónde venga.
Cualquier práctica que ponga en desventaja a un ser humano por credo, raza, género, orientación sexual, cualquier razón para excluir, debe ser condenada, esa sí, arrojada a una brecha profunda, sin retorno.
Todo lo que permita el crecimiento sostenible de la humanidad debe ser aplaudido, apoyado, acompañado, como las luchas de las niñas y mujeres porque en cada ámbito se encuentren por fin a la misma altura, en igualdad de derechos y posibilidades.