Terapia de Luz
- Por Liset Prego Díaz
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Cuando todo apuntaba a que el año 2020 sería difícil el mundo comenzó a advertir la extensión de un peligroso coronavirus como un recordatorio terrible de que siempre se puede estar peor. El distanciamiento social, cierre de librerías, bibliotecas e instituciones culturales en general, pintaba de gris el escenario para la joven literatura cubana.
Pero se sabe la virtud sanadora de los libros y su bondad para el espíritu y el confinamiento se volvió la fértil simiente para proyectos que germinaron en el contexto digital con tanta fuerza como si de antídoto para el virus o la soledad se tratase. De ello Ediciones La Luz, desde Holguín es un excelente paradigma.
Carteles, concursos, un blog, video-poemas, lecturas online, postales, podcast, conversatorios transmitidos en vivo, sus redes sociales activas y ganando seguidores tomaron protagonismo ante las dificultades de la industria poligráfica nacional.
Pese a ello, una vez que el público pudo volver a la sede de la casa editora se presentaron novedades editoriales nacidas del esfuerzo conjunto de la Asociación Hermanos Saíz (AHS) y la Dirección Provincial de Cultura.
Ahora que se acerca el 2021 y persiste la amenaza pandémica, la editorial holguinera apuesta, como siempre por la palabra como aliciente, por el libro como detente del pesimismo y lo hace lanzando su novena campaña de promoción del libro y la lectura, que ahora tiene como slogan Leer nos acerca. Leer sana. Una certeza necesaria y esperanzadora que sigue ponderando a la poesía y sus cultores y se sustenta en distintas aplicaciones. Nuevamente el joven diseñador y escritor Robert Ráez es la mano diestra y el genio creativo de este empeño.
Pensada para sostenerse esencialmente en el ciberespacio, en la campaña no se desconoce la presencia en las citas habituales como Entrada de Emergencias, Oda a la joven Luz, Abrirse las constelaciones, etcétera.
Así despide el año la Sección de Literatura de la AHS en Holguín. Con la voluntad sanadora y los puentes que tiende la lectura, ya no más un acto solitario o enajenante sino un puente hacia el abrazo y la cura.