Un tesoro que necesita más brillo
- Por Calixto González Betancourt
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Las áreas son el primer eslabón especializado en la pirámide del desarrollo deportivo, a lo cual me referí recientemente, como parte de un comentario más abarcador sobre los elementos importantes en la ejercitación física y mental y para la competitividad.
Nunca será mucho lo que digamos y alertemos respecto a las áreas, si realmente son el tesoro, que siempre demanda más brillo, al constituir parte de la raíz, de la cual depende, en gran medida, el posterior desarrollo frondoso del árbol, es decir, la formación armoniosa, física y espiritual, del deportista.
Traigo a colación nuevamente ese tema, debido a las preocupaciones de profesores deportivos, por las bajas asistencias de alumnos a muchas áreas, luego de la reanudación de las actividades en esas agrupaciones, que la COVID-19 había detenido.
Entre esas alegaciones, un entrenador me dijo: “esta tarde solo fueron al área cuatro estudiantes, de una matrícula de 20, pues en su mayoría ahora tienen docencia en ese horario”.
Era de esperar que eso sucediera, pues hay aulas docentes que han dividido sus matrículas en dos sesiones, para lograr el distanciamiento necesario, que demandan las protección contra la mencionada pandemia.
Entonces, ¿no se podrá cumplir la importante determinación que los alumnos-deportistas serían liberados por la tardes en sus horarios de Educación Física y deportes para que fueran más tiempo a sus áreas, según recoge el Convenio Inder-Mined de principios de año?
Por supuesto que no. Se trata de buscar soluciones, para que al mismo tiempo el estudiante cuide de su salud en la docencia y continúe su preparación deportiva, como se refirió Renato Córdova, jefe del departamento de Educación Física en la dirección provincial de Deportes.
Explicó Córdova, que en esta problemática, el profesor deportivo es el principal actor; el que debe dirigirse a las direcciones de las escuelas de donde proceden a sus alumnos, para “negociar” y adecuar horarios, que les permitan continuar con su plan de curso con todos con sus estudiantes-atletas. De que ese proceso se cumpla es responsabilidad de los directivos de los distintos combinados deportivos.
Lo que no debe suceder es que el profesor se cruce de brazos, solo atienda a los que vayan a la preparación y se olvide de los ausentes, y los combinados desatiendan este asunto.
Aclaró Córdova que, según el mencionado convenio, los alumnos liberados de las clases de Educación Física y deportes son los de perspectivas, pues los de matriculas masivas, irán a las áreas después de la 4:20 de la tarde y los fines de semana.

Además, hay que tener en cuenta que no todos los grados y niveles de enseñanza tienen la misma cantidad de frecuencias de Educación Física y deportes, de lo cual se deriva las veces que los niños y adolescentes de perspectivas se trasladan a sus terrenos e instalaciones para perfeccionarse.
Por lo observado en estas situaciones analizadas, hay dudas y falta conocimientos entre los profesores, sobre aspectos del Convenio tratado, en lo que coincidió el directivo de Educación Física, Renato Córdova. Eso indica que ese importante documento debe socializarse más.
En algunas escuelas y grados, los alumnos de perspectivas se agrupan en un aula llamada de referencia, lo que facilita la coordinación del trabajo docente-deportivo.
Una parte importante del “brillo” al que invoqué, es la estabilidad matrícula-asistencia en las áreas, para que los profesores puedan cumplir, sin lagunas para sus discípulos, el plan de curso planificado, lo que coadyuvará a una formación de base con más calidad del posible alumno de la Eide.