Se lo prometí hace una semana. Hoy es jueves y aún no tengo una respuesta. Laurita es una niña intranquila, con mucha energía e imaginación, quizás por eso me resulte más difícil encontrar un sitio donde llevarla el fin de semana para que se divierta. Escucho un "mamiiii", que me devuelve a la realidad, dejo mis pensamientos a un lado, seguro quiere mi ayuda para la tarea que le dejaron en la escuela. Le explico y mientras hablo mi mente intenta descubrir la opción más entretenida.