Artex: Acto de amor y esperanza
- Por Jorge Suñol Robles
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Fotos: Carlos Rafael Aquel sitio está repleto de vida, aunque desde fuera, la gente crea otra cosa. Hay fe, alegría. Cuelga en la pared un cartel, afirmando: “Tiene el mundo quien tiene el poder de poner sobre los niños las primeras manos”. Es Martí quien lo escribe, no puede ser otro.
La tarde se llena de color, es emotiva, pero no única. Ya es tradición que lleguen personas de todas partes, de toda empresa, centro, institución… para regalar amor, para inspirar fuerza y aliento.
La sala de Oncohematalogía del Hospital Pediátrico de Holguín es un lugar renovado y hermoso en mayúsculas, hermoso por sus pacientes, por sus trabajadores, por la familia que son.
Una representación de trabajadoras de la Empresa Cubana de Promociones Artísticas y Literarias (Artex) de Holguín llegó hasta este lugar. Fue un acto sencillo, pero valioso. Visitaron a los 10 pacientes que hoy están ingresados y donaron al personal médico varios artículos de utilidad.
La cita también incluyó cuentos, trabalenguas y una payasita del Teatro Guiñol. Los niños disfrutaron, lo gozaron. Y eso fue regocijo.
Esta sucursal “invade” cada año este sitio como un acto de amor y buena voluntad. Y lo seguirán haciendo. Es un compromiso con esa familia grande. Alguien dice algo que conmueve: “Los niños son el presente”.
Le creo, por esa inocencia que emana de sus rostros, porque luchan, aman, se enfrentan. Nadie quiere más que ellos.
El globo pasa de mano en mano, manos que se sostienen, diferentes manos, es el juego. Y no se explota, porque queda mucha esperanza, porque cada día hay que descubrir secretos.
El globo pasa de mano en mano, manos que se sostienen, diferentes manos, es el juego. Y no se explota, porque queda mucha esperanza, porque cada día hay que descubrir secretos.
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