Cartas con el corazón

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cartas 1Fotos: Radio Banes
 
“Entregar una carta en las manos de una persona es para mí una alegría inmensa. El simple hecho de ver como una sonrisa de satisfacción y sorpresa se dibuja en un rostro logra que me sienta útil e importante para la sociedad.”

“Además, actualmente son muy pocas las cartas que entrego y me emociono mucho, siento que mi corazón se agita. Así también ocurre con los telegramas, que cada vez son menos, por no decir que me paso meses sin ver uno. Si miras con atención el cesto que llevo en la bicicleta, te darás cuenta que hoy solo llevo tres cartas, pero tenemos otros servicios que también hacen gratificante mi trabajo”.

Con estas palabras comenzó su historia de ir y venir por las calles entregando paquetes, correspondencia, la prensa y giros Noel Samón Silva, cartero de la Oficina de Correos de Cuba en el municipio de Banes, quien lleva cuatro años ejerciendo esta profesión de la que, según refiere, se siente enamorado “y creo que aquí esperaré la jubilación, y mira que aún me falta mucho”, comenta entre sonrisas.

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Ese día, sin embargo, no tuve la suerte de concertar la entrevista porque estaba en plena labor y, según me dijo, todavía tenía que entregar la prensa y pagarle a varios abuelitos la asistencia social “y a esa cita -expresó en tono jocoso- no puedo llegar tarde”.

Entonces esperé, pero no concertamos ni fecha ni horario y, cuando menos lo esperaba, Noel tocó a mi puerta para entregarme una carta enviada por mi familia y en ese momento, a pesar de la emoción, le pregunté si debía hacer muchas entregas, porque el olfato periodístico me decía que era la mejor ocasión para conversar debido a que me habían informado con antelación de que este cartero era el mejor de la brigada de cartería del territorio por lo cual había obtenido un reconocimiento por parte de la dirección provincial de la Oficina de Correos -y creo que hasta crucé los dedos- para que accediera a conversar. Y es que Noel Samón Silva es de esas personas que son carismáticas y humildes, pero que dejan huella en cada lugar que llegan y en cada individuo que conocen.

Debo confesar que nunca imaginé trabajar de cartero. Llegué a esta labor por una propuesta de trabajo. Al inicio fue difícil, pero ningún comienzo es algo fácil, pero pronto me acostumbré. Nosotros estamos constituidos por una brigada y trabajamos por consejos populares, a mí me toca el Centro Ciudad Sur, y es verdad que esta labor demanda mucho esfuerzo físico, porque recorremos largas distancias y aunque tenemos bicicleta hay calles que no permiten montarnos o lomas que son terribles. Pero cuando llego a las casas, me reciben con cariño; en lo personal, lo que más me gusta es hacer domicilios, llevarle hasta la vivienda los servicios de correo. Me encanta tener la prensa temprano para que la población lea el periódico y se informe en las mañanas, además de pagar la chequera a aquellos ancianos que no pueden ir a enfrentarse a las colas. Muchas veces hasta me tienen café preparado y quieren que me quede a conversar, pero por falta de tiempo y por la premura que con la que debo cumplir mi labor casi nunca puedo aceptar esas invitaciones, pero sé que soy útil y que agradecen el trabajo que realizo”.

Sin embargo, a pesar de ser un buen conversador, Noel es muy modesto y cuando le pregunté sobre lo que siente al recibir el reconocimiento de Mejor Cartero, me respondió con pocas palabras: “me sentí feliz e importante para mi pueblo”.


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