Por el uso racional del agua en Holguín
- Por Maribel Flamand Sánchez
- Publicado en Holguín
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Fotos: ACNLas sequías cíclicas y prolongadas que padece Cuba exigen el uso proporcionado del agua en cada acción requerida de su empleo. Vencido un periodo de lluvia abundante comienza a advertirse la sequedad, sobre todo en terrenos dedicados a la producción agrícola y pastoreo animal. Aunque el líquido conservado en las presas (la provincia posee el 89 por ciento de la capacidad total de llenado, porcentaje equivalente a 819 mil 214 hectómetros cúbicos de agua) garantiza transitar por un año sin sobresaltos, la inviolabilidad de las medidas para prevenir insuficiencias futuras exige convertirse en hábito. El agua que tengamos mañana dependerá de la que ahorremos hoy.
Los resultados de la productividad del recurso hídrico durante el pasado año, cuando este indicador obtuvo evaluación de regular y una cifra considerable de altos consumidores se calificaron de mal, alertan que el derroche todavía es mala práctica en buena parte de las entidades estatales y de la población.
Al concluir el 2017, por ejemplo, el riego de la caña y el arroz, logró valoraciones de bien, pero las empresas Lácteas, Cárnica y Niquelífera, así como 11 entidades del sector de la Hotelería y el Turismo y los hospitales Clínico Quirúrgico de Holguín y Banes y el psiquiátrico de Gibara obtuvieron calificaciones de mal.
Para revertir esta situación la delegación de Recursos Hidráulicos en Holguín aplica estrategias de enfrentamientos a los consumidores excesivos, como la observancia de los planes de demanda de agua, e implementa acciones educativas a través de los medios de comunicación territoriales.
El reciclaje del agua es otro proceso que requiere de consumación generalizada pues sólo en el sector del turismo se consigue emplear, para riego, el agua residual tratada.
