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La hipocresía

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Las relaciones humanas, en cualquiera de sus manifestaciones, deben caracterizarlas con absoluta sinceridad, de lo contrario son frágiles, sin cimientos para su garantía.

 A todos nos molesta la hipocresía, quienes juegan con la verdad y con falsedades en sus actos, sin asumir la realidad por dura que sea.

Nadie puede confiar en los simuladores, son despreciables con ese manejo falso del disfraz para obtener sus propósitos y envenenar el ambiente en cualquier circunstancia.

Un hipócrita es aquel que, deliberadamente, finge ser quien no es, no solamente farsante, sino vive en una ficción y trata de irradiar a los demás, al dedicarse a sembrar dudas sobre la autenticidad de los demás.

El problema se complica más cuando la farsa se convierte en un pilar de su personalidad y ya no hay manera de distinguir lo que es cierto o no.

Para la Real Academia Española: “la hipocresía es el acto de fingir cualidades o sentimientos contrarios a los que verdaderamente se tienen o se experimentan.”

Hay algunas personas que no albergan mala intención y pueden expresar algo que no sientan, piensan en contra de sus creencias, tal vez por la baja autoestima o la intención de estar a bien con el grupo o determinados individuos, pero, aun así, al descubrirse produce incomodidad o desconfianza.

Mientras que la hipocresía moral consiste en decir que se debe hacer algo, sin tener la tendencia a hacerlo.

Pero todas estas expresiones de falsedades generan fastidios y declinan la intimidad para con esas personas.

Con todo esto podemos expresar que la hipocresía consiste en preconizar ciertos valores y aplicar otros en la vida cotidiana.

Hay semejanzas entre los simuladores al aparentar integridad, pero llega el instante de pedir el esperado favor, y es  el momento donde hacen gestos de amabilidad inútiles, lisonjas por un lado, complicidad con las burlas por el otro y las desapariciones cuando se toca fondo, con el síndrome, siempre, de víctimas.

Frida Kahlo, pintora mexicana, establece: “no puedes vivir sin tratarme bien deberás aprender a vivir lejos de mí, mientras Sócrates, filósofo griego prefiere: “La mejor manera de vivir con honor en este mundo es ser lo que aparentamos”.

Cicerón, escritor y político romano, sentencia: “La falsedad está tan cercana a la verdad que el hombre prudente no debe situarse en terreno resbaladizo”. Aristóteles, filósofo griego, esclarece: “No se puede ser y no ser algo al mismo tiempo y bajo el mismo aspecto”. El dramaturgo y poeta inglés William Shakespeare expresa; “Dios os ha dado una cara y vosotros os Si hacéis otra y Moliere, dramaturgo y actor francés define: “La hipocresía es el colmo de todas las maldades”.

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 Hilda Pupo Salazar
Author: Hilda Pupo Salazar
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Periodista especializada en temas de educación y valores. Autora de las columnas Página 8 y Trincheras de ideas.

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