Logo

La tregua

mujer postparto bebé 3Fotos: De la web Bebés y más

Hoy voy a hacer las paces contigo. Me he dado un baño de amor propio con champú de cariño y decidí que es lo correcto. Te he llevado muy recio y voy a dejar de odiarte, insultarte, criticarte...


No te aceptaba como eres después de aquellos nueve meses. Quizás porque no me enseñaron a admirarte hasta que no volvieras a la “normalidad”. Y tú estoico y callado, demostrándome ser la máquina más perfecta del mundo, a pesar del desbarajuste hormonal de los primeros meses.


En esa transformación por tu increíble trabajo, creciste más de lo que yo esperaba. La pesa y las vidrieras hace meses que no me sonríen y los bikinis dejaron de ser una opción. Pero así, con esos 10 kilos extra, estás más lindo que si cupieras en la proporción perfecta: 90-60-90.


Sé que te vas a recuperar eventualmente, pero nunca volverás a ser el mismo. Por eso, decidí hacer tus oídos sordos a las opiniones ajenas y lo único que vas a aguantar por gusto son los tacones.

 

mujer postparto bebé 2


Voy a mimarte y hacerte fotos, sin filtros ni Photoshop. Voy a amarte tanto como amé mi barriga de embarazada. Esa piel en tu vientre más aguada que yogurt a granel de la bodega y arrugada como corduroy será la más hermosa huella de tu labor por la nueva vida. Con algo de tiempo, volverá a su sitio o se transformará en suaves salvavidas, donde reposará a gusto el fruto de tu esfuerzo de nueve meses.


Mientras tanto, te he observado con cuidado frente al espejo y por eso te he lanzado un piropo: “Tienes una barriga muy bonita. Haz hecho un gran trabajo trayéndome al mundo esta pequeña personita, así que no te quiero más plana y firme”.


A lo mejor esos atributos de tu feminidad dejarán de lucir como naranjas para parecerse más a una caída berenjena. Pero su mejor “sostén” será el recuerdo de cómo alimentaron a un nuevo ser.

 

mujer postparto bebé 1


Cuando pase el tiempo, tal vez te atrevas a desnudarte para más que tomar un baño. Y quizá, en ese momento íntimo, alguien descubra esas cicatrices parecidas a raíces y pregunte qué son, qué significan. Yo podré responderle por ti, con orgullo, que la gente les llama estrías y que esas líneas ocurren cuando la piel se estira rápidamente, pero que, resumiendo, son las más hermosas huellas de tu increíble fuerza al sostener un bebé.


Quiero verte sonreír con ganas, sin temor a que se marquen esas líneas de la felicidad en tus ojos, porque, aunque me tomó algo de tiempo, aprendí finalmente a amarte. Voy a dejar recuerdos de cómo eres, imperfecto, pues cada marca en ti, tiene una historia que contar. Así mi hija, cuando crezca, sabrá cómo luce el cuerpo de una madre tras el parto, y pueda aprender a admirarlo y a estar segura y orgullosa con el suyo propio, cuando obre el milagro de la vida.



Rosana Rivero Ricardo
Author: Rosana Rivero Ricardo
MÁS ARTÍCULOS DE ESTE AUTOR
Rosana Rivero Ricardo. Periodista 25 horas al día. Amante de las lenguas... extranjeras, por supuesto. Escribo de todo, porque “la cultura no tiene momento fijo

© 2023 Periódico ¡ahora!