Se benefician gibareños con nuevas viviendas
- Por Ana Maide
- Publicado en Holguín
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Fotos: Carlos RafaelTanto como de la noche al día, así piensan Mireida Cuadrado y su esposo cuando se le pregunta por el cambio de sus vidas. Desde hace un mes, les entregaron una vivienda en la Loma de la Vigía, municipio de Gibara, en la costa norte holguinera.
Dejaron atrás otra a la cual el huracán Ike se le “atravesó” en 2008. Faltan algunos detalles para que el hogar esté a punto, pero sin dudas, otra familia salió beneficiada.
Con Mireida y su compañero de vida, combatiente del Escambray y Angola, conversaron Luis Antonio Torres Iríbar, miembro del Comité Central y primer secretario del Partido Comunista de Cuba en Holguín; Manuel Hernández Aguilera, vicepresidente para el Órgano de la Administración del Gobierno Provincial; y otros dirigentes.
A pocos kilómetros de la cabecera municipal, se construye un asentamiento de nueve viviendas, como parte de la adaptación de locales. El lugar se convertirá en una zona menos vulnerable y pudiera servir de punto de evacuación, si cualquier fenómeno atmosférico se presenta.
A los damnificados, el Ministerio de la Construcción les facilita los materiales e interviene en la adecuación, las otras familias corren con la mano de obra. Torres Iríbar se preocupó allí porque se hagan cuanto antes estudios de abastecimiento hidráulico.
Similar tarea lleva a cabo la Empresa Constructora de Obras de Arquitectura ECOA-19 en 10 casas del antiguo centro escolar Ovidio Torres, a escasos metros del mar en La Villa Blanca.
Ya dos están casi listas, pero el Integrante del Comité Central fue reflexivo en cuanto a que hay que hacer obras apegadas a la calidad y evitar chapucerías.
“Cada día que venimos, sumamos nuevos retos y nuevas tareas, que repercutirán positivamente en el servicio y la recreación de gibareños y cubanos”, explicó Torres Iríbar, luego de recorrer el inmueble que se convertirá en el hotel Bahía del Almirante, cuya primera etapa, de seis habitaciones (tendrá 32), quedará lista en junio venidero.
Esas instalaciones de altos estándares se prevén lleguen a seis en el futuro próximo aquí, informó Adrián Rojas Rodríguez, máxima autoridad política de Gibara. Al Bahía del Almirante ya le han reparado algo de la cubierta y se ejecuta la demolición en otras áreas.
Desde la Casa Da Silva, hasta zonas aledañas a la piscina y más allá, el objetivo es lograr un tramo extenso de litoral donde el malecón sea “alma” de una reanimación urbana bella y sostenible. Lo que es una construcción de data tan larga como del siglo XIX, la Casa Da Silva, en la que incluso funcionó un viceconsulado portugués, será el inicio, con su restauración, del sendero marítimo.
A su costado, la Empresa de Servicios al Arte comenzará en breve la transformación de las ruinas de un antiguo local de Comercio, cuya razón de ser responderá a un Proyecto de Desarrollo Local. Sesenta y cinco días de cronograma constructivo – a partir de este mes – están programados en esa obra, que ofertará un producto cultural integrado y de gastronomía ligera, en un espacio amplio.
La Empresa ExpoHolguín proyecta, junto a Umbrales, la suma de tres casas de alojamiento, mediante las cuales se insertará en el panorama gibareño, como sucede en otros cuatro municipios.
Torres Iríbar y Hernández Aguilera recorrieron la porción de costa norte, donde se enclava el malecón que, cuando termine de transformarse, incluirá mil 12 metros reanimados.
Son muchos organismos e instituciones los que tienen responsabilidades en ese sitio, al que se le agregan valores, los cuales forman parte no ya de una recuperación, sino de una restauración”, dijo la máxima el Primer Secretario holguinero, quien llamó la atención sobre cambiar el entorno y generar un movimiento cultural, recreativo y gastronómico, a la par que exhortó a atender cada vivienda precaria y continuar las soluciones de protección del área e infraestructura hidráulica.
Una galletería, que aportará 500 kilos de galletas diarios y 15 toneladas mensuales, además de otros productos, es otra prioridad gibareña a concretarse próximamente. Se trabaja en el vial nuevo entre Gibara y Caletones, de alrededor de 19 kilómetros, y en una joya, el Teatro Colonial. Ya 877 viviendas han sido recuperadas de los estragos de vientos y lluvias huracanadas, para cerca del 60 por ciento de la totalidad. La entrada citadina está proyectada, a fin de darle mejorías, y el astillero se incorporará a la reparación de equipos náuticos de recreación turística. Pero Gibara va también en las inversiones de la hilandería Inejiro Asanuma o los regadíos que se expandirán en la agricultura de Arroyo Seco, entre otros impulsos.
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